miércoles, 13 de septiembre de 2017

Bajo la arena





Título original Under sandet( Land of Mine)

Año                2015

Duración        100 minutos

País               Dinamarca

Director          Martin Zandvliet
                     
Guión             Martin Zandvliet

Música           Sune Martin

Fotografía      Camilla Hjelm

Reparto          Roland Moller, Louis Hofmann

                       Mikkel Boe Folsgaard, Laura Bro,

                       Joel Basman, Oskar Bokelmann,

                       Emil Buschow, Oskar Buschow,

                       Leon Seidel, Karl Alexander Seidel,

                       Maximiliam Beck, August Carter


                       
La guerra trae algo más que derrotas y victorias, que ganadores y perdedores. Trae incorporadas en su mochila de la muerte desgracias, sangre, rabia contenida, venganza, crueldad. Todo ello es un combinado de resentimiento ( hablamos de la Segunda Guerra Mundial que está implicado medio Mundo) que   dura años más allá del momento en que se firmó la paz. Deja el poso de esa sensación de venganza hacia los perdedores. Pero todos han perdido un ser querido en la maldita guerra. Por eso cerrar las cicatrices de las guerras cuesta tiempo, incluso hay quien las llevará siempre dentro, porque esas visiones del campo de batalla ( las dolorosas, las sangrantes) se llevan a cuestas durante toda la vida, porque la cicatriz nunca se cierra. Esa es la mayor fatalidad: que la herida no cure jamás que se mantenga supurando pus años y más años. Debe recordarse, sí, para que no vuelva a suceder jamás: ni campos de exterminio, ni autoritarismos que llenen charcos de sangre y menos guerras absurdas ( que por desgracia nunca acaban) que se lo lleva todo por delante. “Bajo la arena”,  podían haber dejado el título original Tierra de minas,

 ( nominada a la mejor película de habla no inglesa en los Oscar 2017 que le arrebataría la estatuilla "El viajante" de el iraní Asghar Farhadi, vete tú a saber si por darle en las narices al propio D. Trump, porque, la verdad, había un buen ramillete de buenas películas. Mi favorita era "Toni Erdman" de Maren Ade, pero solo gana una ) del danés Martín Zandvliet cuenta la historia de unos prisioneros alemanes ( de una edad que no superan ni los veinte años, 

unos niños en potencia) que les ha tocado la función, como prisioneros que son, de rastrear la playa de Dinamarca para desactivar miles de bombas que ellos mismos colocaron por si en un futuro los aliados pretendían reconquistar los territorios ganados por los alemanes. Allí se desarrolla el drama entre un 

sargento danés de los aliados y los jóvenes alemanes que se arrastran por la arena en busca de la bomba que les haga saltar por los aires.




Las imágenes ya se inician con una paliza desmedida del sargento a un alemán de una fila de prisioneros. Sin motivo alguno supone una paliza de rabia contenida por la salvajada pasada dentro de la guerra. Se desahoga brutalmente dando una paliza a un desconocido, sin más. Pero la trama de la cinta se centra en la desactivación de las bombas y la relación con el sargento. Así, los niños, por un lado, ( soldados alemanes reclutados porque ya no disponían de más personal ) protagonistas de la acción reciben un adiestramiento en el oficio de desactivar bombas. Más tarde, ya se  meten de lleno en la playa, tumbados en la arena y clavando un hierro en busca de su futura muerte. No valen excusas ni enfermedades, pues no hay medicamentos ni comida para ellos y se arrastran enfermos; por el otro lado, el sargento no muestra compasión alguna hacia ellos, pues resulta infalible en su posición de dar descanso por enfermedad, no consiente debilidades. La tragedia pronto de ceba en el cuerpo de un chaval en mal estado, hermano gemelo de su compañero de búsqueda, que salta por los aires. Con todo ello, se pierde la ilusión de que un día acabe el rastreo y vuelvan a casa en cuanto desactiven todas las bombas. Al final, la amistad o la humanidad se abre vía entre prisioneros y sargento. El recuerdo de los que no están  y lo que es peor de los desaparecidos de guerra que nada se sabe de ellos unen unos lazos de amistad. Una relación larga nunca puede ser violenta y la diferencia de edad entre el sargento, que bien podría ser el padre de los chicos, y ellos es la que abre una ventana hacia la amistad. La película avanza desactivando minas y volando por los aires cuerpos de chicos jóvenes. La promesa de libertad al final debe cumplirse. En definitiva, una cinta con un tema que no se sabía mucho de él ( o por lo menos yo) y que está bien que se divulgue, pues la guerra lleva en la mochila atrocidades que duran pasados los años y se deben saber para aprender de los errores.

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