La acción se inicia "in media res", es decir no sabemos nada de lo que ocurrió anteriormente, pero ya se advierte, por la entrada que hace la protagonista con la escopeta en mano, en un punto álgido de la trama. La protagonista, "Nina" ( así se llama la película de Andrea Jaurrieta, directora de "Ana de día"). Nombre y peli sale a partir de la obra de Antón Chejov "La gaviota". Patricia López Arnaiz, la protagonista, ( estrella de "20000 especies de abejas" de Estibaliz Urresola), está decidida a pegarle un tiro a alguien con una escopeta.
Ahora se trata de recomponer el rompecabezas, las piezas están encima de la mesa. Nina es una actriz reconocida que ha vuelto a su pueblo natal donde realizó su infancia y su adolescencia. Amigos y vecinos muestran cierta alegría de ver a un vecino que hizo parte de su vida en el pueblo. Sin embargo, con ese punto de malicia aldeana de mal gusto, pues la llaman la hija del aguador, profesión que se encargaba de repartir agua cuando en las casas no había, con muy mal gusto, de una profesión que realizaba las personas de condición social baja. Esa pregunta hace mella en su desgraciada infancia y agranda más todavía sus traumas. Detrás de ese momento vital transcurrido en el pueblo, hay una historia, un hecho que traumatizó a la chica y ahora le produce un cierto desasosiego.
Esa imagen grabada en su cerebro es la de un tipo, interpretado por Darío Grandinetti, escritor, con una cierta edad que lo tiene grabado a fuego en su memoria. La adolescencia sin experiencia y en los brazos de un meloso conquistador, realizaron el trauma posterior. Esa atracción repentina, en un momento de indecisión de su vida, puede ser un dardo envenenado para la chica sin saber el rumbo de su existencia. Ella se tiende complacida a las promesas de príncipe azul.
El dolor de la chica está acompañado de sangre constante por sus pérdidas constantes, junto con su compañera inseparable, la escopeta, premonición de un final sangriento. En fin, cuenta la necesidad de cerrar una historia pendiente, pasados los años, para cicatrizar una herida que sigue abierta en el tiempo.
Título original Nina
Año 2024
Duración 105 minutos
País España
Dirección Andrea Jaurrieta
Guion Andrea jaurrieta
Música Zeltia Montes
Fotografía Juli Carné Martorell
Reparto Patricia lópez arnaiz, Aina Picarolo,
Dario Grandinetti, Ramón Aguierre,
Iñigo Aramburu, Mar Sodupe,
Silvia de Pe.
La película, como sucede en infinidad de ocasiones, se desarrolla en dos momentos en que pasa la acción: la primera, la adolescencia de la joven donde, a primera vista, la protagonistas es feliz y realiza unas acciones propias de su edad y la segunda, en la época de la madurez y la vuelta al pueblo, en tiempo de fiestas, con un agobio propio de revivir el recuerdo amargo de algo violento que le sucedió en esa época años atrás. Ahora se trata de quitar las capas de papel de regalo y desvelar la putada que le pasó y le causa tanto desespero. Va de la mano de un amigo, pero en ese camino vuelven las imágenes que le asestan duros golpes en la cabeza como pesadillas insoportables. Las sospechas de esa desesperación se alarga en exceso y empieza la trama pasada la media hora cuando aparece el padrastro de su mejor amigo, un escritor con cierta fama que empieza a seducir a la adolescente con su cierta verborrea de encantador de serpientes. Por ese porte de escritor consumado, ella siente una atracción personal, por ese camino profesional que quisiera pasar ella misma. Siente la atracción por aquel que ha escrito un libro, se lo han publicado y ,en definitiva, ha triunfado. Puede, incluso, ser un guía suyo. Sin embargo, como una araña que tiende su tela a la presa, en esta ocasión, el escritor seduce a la chica regalándole sus libros firmados y dedicados a ella. Así, el hipnotizador de jóvenes prepara el momento de asestar el mordisco sexual sobre su presa. Ahora, en el presente, ha vuelto, con la bolsa cargada de una escopeta, a ajustar cuentas pendientes con el agresor sexual. Por lo tanto, la estancia en ese pueblo no tiene motivos de reencuentro con sus amigos, sino el de asestar el golpe definitivo que ajuste la factura del pasado. Hay un momento en que se solapan las escenas del pasado con las del presente, en las primeras, ella ilusionada, persigue la figura idealizada del escritor; en la segunda, actual, ella quiere liquidar la venganza para siempre. Así, se va creando un suspense que acierta a mantener en estado de ansiedad, el mismo que soporta el personaje. La duda está en saber si sabrá manejar una escopeta en el momento preciso. Ella no cesará en su empeño hasta conseguir liquidar a su agresor, pero no es una pistolera a sueldo y ejecutarlo le resultará un suplicio. Finalmente, esa figura emblemática que quiere seguir se vuelve tiburón, un auténtico depredador del sexo de adolescentes, pues el tipo aprovecha el embelesamiento para hincarle el diente en la tierna carne. En fin, la historia puede desconectarte por la lentitud en entrar en la trama.
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