"Rosalie" de Stéphanie Di Giusto ( directora de "La bailarina") está basada en la historia real de Clementine Delait, interpretada por Nadia Tereszkewicz ( no sé si era necesario una belleza tal para un papel de mujer lobo o quizá el contrate de lo que puede esconder el bello, una belleza, bueno),
la mujer barbuda ( eso mismo es lo que escribieron en su lápida), nacida en Francia, en 1865. Su cara es hermosa, pero debe rasurarse constantemente como si fuera un hombre. El padre se deshace de ella entregándola a un hombre por esposa, junto a una dote.
Ella quiere tener hijos, pero su recién marido, a la primera de cambio que se ve metido en el fregado no puede seguir en una acto sexual. Éste regenta un bar que no va nadie de la fábrica, porque el dueño quiere aislarlo para que venda su propiedad. Está en quiebra y su mujer, con su barba quiere echarle un cable por medio de apuestas y porque tiene más empuje que él. Así, ella siempre está positiva, pese a su circunstancia negativa de tener bello por todo el cuerpo, pues su esposo reniega de ella al considerarla poco menos que un animal y sus apetencias sexuales las cubre fuera con profesionales del sexo.
Finalmente, le da la vuelta a su desgracia de ser peluda de tal manera que se aprovecha de esa condición para darle vuelo al bar e incluso provocar caricias sensuales en él, aunque siempre sea de espaldas o entre la oscuridad.
Título original Rosalie
Año 2023
Duración 115 minutos
País Francia
Dirección Stéphanie Di Giusto
Guion Stephane Di Giusto,
Alexandra Echenazi,
Sandrine Le Coustumer
Fotografía Chistos Voudouris
Reparto Nadia TeresZkiewicz, Anna Biolay,
Benoit Magimel, Benjamin Biolay,
Guillaume Gouix, Gustave Kervern,
Juliette Armanet.
La historia se inicia con dar el gatazo de una chica joven a un señor a cambio de una dote. El padre, antes de que se arrepienta el recién casado, se va por piernas, porque sabe que se ha quitado de en medio a una hija imposible de desposar con nadie. De hecho, esa misma noche, en la cama, frente a su marido que le quita los botones del vestido con delicadeza, deseoso de cumplir el acto sexual, se ve asustado porque encuentra, con una pasión desmedida, un torbellino de pelos del pecho que lo echan hacia atrás. Lo desmotiva de golpe y se tiene que marchar al establo medio llorando a satisfacerse por sí mismo. Acaba de obtener como esposa a la mujer lobo. La relación después del descubrimiento es fría, ya que no se conocían hasta hace unos días antes. El rechazo es total, pero ella intenta acortar distancias. Sin embargo, él entiende que se la han jugado que le han dejado un monstruo y que debe cargar con eso. Así, ella por mucho que se acerque que le hable tiernamente no conseguirá quitarle la mala leche de encima, pues considera que lo han engañado con una especie de animal, no una mujer. Ella quiere aprovechar su deformación y dejarse crecer la barba a modo de espectáculo, así, el bar se llenará de gente por verla, pues es algo insólito. El marido no acaba de aceptarlo porque se ve como el hazmerreír del lugar. Ver a la mujer barbuda en el bar supone un relanzamiento del local y se llene a tope. Esta situación acarreará problemas en el momento en que los clientes quieran saber qué tipo de sexo lleva esa especie de monstruo y ahí vienen las peleas con el marido. En ese matrimonio de intereses que se tratan de usted, como es normal, el tema sexual falla y el tipo se va de putas cada dos por tres, aunque, llegado el momento, las conexiones amorosas se ponen en marcha. Sin embargo, tanto ella como él son heterosexuales y les va la marcha, pero mantienen las distancias por culpa del bello que brota en abundancia por todo el cuerpo de la joven. Por tanto, la turbamulta del pueblo intentará forzarla para averiguar qué tipo de sexo lleva entre las piernas. Finalmente, ella es delicada y sensible por dentro y mujer profunda con ganas de procrear, pero por culpa de una deformación, eso es imposible. Así, la forma externa, llena de pelos, pone de mal humor a su marido y distrae la mirada de los curiosos con un espíritu lleno de alegría y fuerza.
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