viernes, 26 de septiembre de 2025

Sirat. Trance en el desierto

 

Las expectativas de la peli pueden ser mala compañera del espectador y ésta las lleva incrustadas. Hay valoraciones de todo tipo, desde excelentes, discretas y horribles. La acción de Sirat, de Oliver Laxe ( director de la peli "Lo que arde" que no tiene mucho que ver con ésta y también premiada),premio del Jurado en el Festival de Cannes 2025, y película seleccionada por España para representar a los Oscar del próximo año. Se inicia en el desierto de Marruecos



Un tipo, interpretado por Sergi López, de apariencia normal, corriente para lo que circula por ese lugar, va de la mano de su hijo, infantil y no se acaba de entender por qué se lo lleva, en busca de su hija que ha decidido largarse a la aventura con los pirados de las fiestas Rave ( traducción literal "delirar" que se iniciaron como fiestas bohemias). Están plantados en una concentración masiva de personal con ganas de juerga y se amontonan en un lugar cualquiera con la intención de bailar al ritmo de la música electrónica. En su momento se intentó prohibirlas por la masificación y el consumo de drogas, pero vuelven a aparecer. 



El contraste del tío, por un lado, que llega con su hijo y la peña es muy fuerte, mientras que el primero pretende rescatar a su hija de ese modo de vida, porque no entiende ese tipo de movimientos; los demás, por el otro lado, intentan estar al margen del mundo, solo les preocupa bailar, no dar ni golpe y vivir de lo que venga sin preocuparse en nada más. Se produce una revuelta con los militares, pues los quieren echar del lugar. Se produce una escapada del grupo y  dos camiones junto al coche del padre desesperado escapan en medio del desierto a ritmo de música machacona.  Esas dos formas de ver la vida diferenciada deben convivir dentro de las penalidades del desierto como la llegada del fin del Mundo. La huida es hacia ninguna parte y la sensación, por la radio se da como un hecho la tercera Guerra Mundial, de estar en la puerta del infierno, en un ambiente distópico donde las desgracias se apoderarán de ellos. 



En fin, mientras que unos buscan encontrar a la hija perdida en ese clan, los otros montan su juerga con ayuda de la droga para evadirse del mundo cruel. Por lo tanto, una aventura en el desierto con un final inesperado y dramático.

Título original Sirat

Año                2025

Duración        114 minutos

País                España

Dirección        Oliver Laxe

Guion              Oliver Laxe, Santiago Fillol

Música             Kangding Ray

Fotografía        Mauro Herce

Reparto           Sergi López, Stefania Gadda,

                        Bruno Nuñez, Richard Ballamyum,

                        Jade Qukid, Kangding Ray,

                        Tonin Javier, 

                        Joshua Liam Henderson.




La película se desarrolla en ese ambiente de música electrónica estresante, molesta en muchos momentos. Muestra esa forma de vida de un grupo de colgados con ciertas discapacidades: uno sin pierna, otro sin mano, pero que disfrutan de la música y de evadirse de su ser colgados de la droga. Los tipos que se apiñan en esa fiesta están completamente groguis y de vuelta de la vida amarga. La fiesta ilegal sigue su rumbo hasta que llega el ejército y les dicen que se piren del lugar. A partir de aquí se fraccionarán los grupos y quedan dos camiones junto a la furgoneta del tipo que busca a su hija y no va a abandonar su idea tan fácilmente. En ese momento, huyen del ejército hacia un destino incierto. Se inicia una aventura sin retorno: pasan por caminos peligrosos con riesgo alto de su integridad. Y ahí empieza una aventura hacia el infierno. La gasolina escasea, los ríos son imposibles de pasar, los caminos con gargantas de precipicios imposibles de superar. Ellos se abren camino hacia ninguna parte, mientras la radio comunica que le tercera Guerra Mundial ya ha llegado. No hay gasolina y las posibilidades de ir hacia atrás son nulas y seguir la marcha empeorará la situación. La convivencia entre padre e hijo y el grupo escindido de la fiesta de Rave se hace difícil, pues no mantienen nada en común. Esa fuga hacia ninguna parte les acarreará a todos un final dramático. Quizá la pista está en uno de los componentes que dice que esa es su familia y, por tanto, el padre debía dejar a su hija que obtuviera una nueva familia y no era necesario ir a rescatarla al desierto o donde esté, porque esa es su decisión. Los personajes son perdedores y, en buena armonía, pasan momentos felices a su manera. Por ejemplo, en una ocasión, un integrante  se monta un muñeco con el muñon de una pierna y canta con una postura antibelicista sobre la guerra, antes desertar que darle un tiro a su prójimo. Por ese concepto de antisistema-pero a su puta bola sin enfrentarse a nadie- marcharán hacia la soledad del desierto en busca de la nada. Esos dos mundos, el del padre y el de los pasotas, se verán obligados a unirse en una misma dirección: conseguir salir del marrón en que se han metido. Finalmente, la intención de rescatar un componente familiar acarrea más penalidades y tristeza para ese padre que no ha sabido afrontar con acierto y de la mano de su hijo pequeño que en ese viaje en el desierto no era un lugar propicio para él. Una muestra de que la humanidad es un caos y se va al carajo.



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