viernes, 4 de mayo de 2018

Perfectos desconocidos





Título original Perfectos desconocidos

Año               2017

Duración       96 minutos

País              España

Dirección      Álex de la Iglesia

Guión           Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarria

Música         Víctor Reyes

Fotografía    Ángel Amorós

Reparto       Belén Rueda, Eduard Fernández,

                    Ernesto Alteiro, Juana Acosta,

                    Eduardo Noriega, Dafne Fernández, 

                    Pepón Nieto.

La premisa inicial parte de averiguar qué se cuece dentro de la cabeza del personal, incluso cuando parece que ya se sabe todo, en las parejas, el uno del otro. por eso,  antes de llegar al primer minuto de la película ya sabes de qué palo va a ir: las relaciones ágrias entre parejas con ganas de tirarse los platos a la cabeza. No ha aparecido ni una sola imagen tan solo los créditos y una voz de fondo muy reconocible la de Ernesto Alterio, hijo, que busca, pregunta, remueve los cajones en busca de un cinturón. Y al mismo tiempo pregunta insistentemente a su mujer que dónde lo ha dejado. Al otro lado, una cansina voz de mujer, harta ya de responder siempre lo mismo: pues donde siempre por no decir qué inútil eres hijo mío. Tan solo con este adelanto ya nos ubica en una zona reconocible para muchas parejas con el rol  asignado del marido medio inútil, pero al mismo tiempo sobrado de sus posibilidades y, al otro lado, la mujer un poco harta de aguantar siempre la misma traca del pesado de turno. No se ha visto nada y ya empiezas a sonreír. La película "Perfectos desconocidos" de Álex de la Iglesia se detiene en escudriñar aquello que esconde el móvil: relaciones amorosas, conversaciones picantes, amistades peligrosas, citas privadas, un sinfín de propuestas ocultas que no se pueden revelar. Las parejas de protagonistas lo dan todo por zafarse del compromiso que les pone las constantes llamadas o "wasaps":

Belen Rueda/ Eduard Fernández; Ernesto Alterio/Juana Acosta; Eduardo Noriega/ Dafne Fernández y Pepón Nieto sin pareja por unas causas que se desvelarán en el mismo juego. Mantiene parecidos con 

"Un Dios salvaje" de Roman Polanski o el humor corrosivo y punzante de la excelente 

"Una pistola en cada mano" de Cesc Gay.





Los entresijos familiares están presentes y parece que a las parejas les va la marcha de abandonar esos problemas aunque sea por una solo noche. La trama se desarrollará en una de aquellas reuniones o de cenas de compromiso  de parejas entradas en años que no están muy de acuerdo en asistir, parece que van por inercia. Es aquella sensación de ir un tanto empujado por las circunstancias más que por las apetencias de la ocasión. La antesala de la reunión ya está marcada por las pequeñas disputas de parejas reconocible a primera vista: el hijo que necesita unas atenciones, las cuales disputan la pareja para ver quien se puede escaquear de esas responsabilidades. Tiene mucho de reproches, de pullas picantes y  constantes contra la pareja de al lado. La historia trata sobre unas parejas de amigos que van a cenar a la casa de uno de ellos. Siempre está latente meterle el dedo en el ojo ajeno, para joderlo, vamos. Las conversaciones van a su rollo: los tíos pensando en follar y ellas comentando lo machitos que son. Sin embargo, el juego que van a emprender resulta macabro: descubrir las intimidades del móvil de cada uno de las parejas.Por qué no dejar los móviles en la mesa y atender a las llamadas con el manos libres y que todo quisque oiga la llamada privada del otro. Resulta tan sencillo como que todos sepan los trapicheos que mueven en su mundo oculto. Posiblemente no sea muy buena idea descubrir todas las tripas de los comensales y ponerlas al descubierto. En definitiva, en los teléfonos se esconden demasiados secretos inconfesables y en el caso de quererlos esconder igual es peor todavía.

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