viernes, 17 de diciembre de 2021

Fue la mano de Dios.


Título original E stata la mano di Dio

Año                 2021

Duración         130 minutos

País                 Italia

Dirección         Paolo Sorrentino

Guión               Paolo Sorrentino

Música.            Lele Marchitelli

Fotografía        Daria D'Antonio

Reparto            Filippo Scotti, Toni Servillo,

                        Luisa Ranieri, Teresa Saponangelo,

                        Marlon Joubert, Lino Musella,

                        Renato Carpentieri, Enzo Decaro,

                        Massimiliano Gallo, Ciro Capano,

                        Sofya Gershevich, Biagio Manna.

"La mano de Dios" remite a la jugada del mundial de fútbol  de México de 1986 contra la selección inglesa. Maradona marcaba un gol con la mano y era concedido por el árbitro ( esa era la mano divina). Posteriormente, en ese mismo partido marcaría otro gol magistral que regateaba a medio equipo para introducirla en la red. Los sucesos ocurren en ese año de 1984 y los protagonistas sueñan con la llegada del astro argentino, pero ninguno se cree que pueda suceder en realidad. Ese áurea irradia toda la película  "Fue la mano de Dios" ( Gran premio del Jurado en el Festival de Venecia 2021) de Paolo Sorrentino ( autor de "La gran belleza" aquí asoman políticos, actores, escritores que celebran farras impresionantes en Roma; o "La juventud" donde los protagonistas son ancianos pasados de rosca que se cachondean de todo lo que les rodea. Casi siempre acompañado por el gran 

Toni Servillo.) plantea constantemente la ironía de la vida en la mente de los personajes: unos con la incredulidad de que el astro futbolístico pueda ir a una ciudad como 

Nápoles, otros que están tan hipnotizados con la llegado que son capaces, si no viene, de quitarse la vida. Sin embargo, las apariciones esporádicas de ese Dios futbolero son anecdóticas ( los espectadores que quieran disfrutar más sobre el tema, pueden ver “Diego Maradona” de Asif Kapadia donde recoge multitud de documentos sobre su vida. Allí vemos las presiones de una figura ascendida a los cielos que fue capaz de llevar a un equipo mediocre hasta la gloria, para ganar el preciado "escudetto" italiano.Las mieles del éxito duraron poco, pues sus compañías lo lanzaron de cabeza con las mafias de la droga. Posiblemente, los estupefacientes lo llevaban en volandas hacia la gloria en ayuda de un físico leve en una época en que el "doping" no hacía acto de presencia. Incluso, si hiciera falta, alguien orinaría por él. Sin embargo, cuando ya no lo necesitaban y el mundial de Italia le explotó en plena cara como en la semifinal de Italia contra Argentina en el campo del Nápoles, allí donde había disfrutado de sus victorias. El propio jugador enfrentaba a los del Nápoles para que apoyaran a su selección comentando que los del norte eran unos señoritos. En esa presentación de los himnos se veía llamarlos al público hijos de puta porque al final no lo apoyaban. En este punto acabó el mito y la ley se le echó encima: pruebas antidoping, antes de esto, se comenta que incluso alguien había echado la meada por él). 

Respecto a la película es una autobiografía  del propio director, el cual cuenta su juventud, el encuentro con el sexo y la pérdida de sus padres.Con todo, tenemos una cinta sensible y sencilla que nos hace implicarnos de lleno.



La película viene marcada por la ilusión inicial del fichaje del siglo: Maradona. La realidad hecha  verdad, trece millones en avales del banco tienen la culpa. Sorrentino muestra una sensibilidad hacia las alegrías y las tristezas muy especialLas remarca y las condensa hasta un punto más álgido: expresiones de caras, salidas de tono, ironía constante. Congela la imagen y saca esa dosis especial de la tradición del pueblo.Muestra esos primeros planos de los rasgos destacados de los personajes y capta los detalles pequeños que se hacen grandes en la pantalla. Las expresiones se agrandan, los comentarios siempre son sarcásticos, llenos de intención jocosa y picante. Destaca la manera de enfocar el sentido de la vida local que se extrapola a otras dimensiones de realidades diferentes en otros confines. La película remueve las entrañas de una familia napolitana. Muy efervescente ya desde el inicio: con salidas de tono constantes e ironía directa y sin tapujos. Aquello que piensan, no importa si hiera o siente mal a alguien, ellos lo sueltan y se quedan descansados. En ese contexto se filtra la llegada de Maradona como un hecho fuera de lo normal, es lo sumo, mayor incluso, eso dicen los protagonistas, que tirarse a la tía del protagonista que se expone en pelotas en la barca de la familia.Sorrentino es capaz de sacar a flote las chifladuras del ser humano.Todo lo vemos a través de los ojos del adolescente que se queda atónito ante tanto monstruo.Cuenta la vida de esa familia media napolitana de matrimonio y dos hijos, además del variado elenco familiar.Sus trapicheos con los vecinos, guasas y mentiras para reírse unos de otros. Pero aquí no acabará la cosa, pues la vecina, íntima amiga, se vengará de su amiga que la ha dejado en mal lugar destapando los secretos de  las aventuras amorosas de su marido. La noticia de la compra de Maradona supone un bálsamo de alegría en esa familia un tanto loca. La cinta discurre entra la musa de la tía, la desgracia de sus padres muertos que lo tienen marcado y su primer amor que ya está preparado para tener sexo, además de su afición por dirigir películas.En definitiva, un abanico de situaciones de tono burlón combinado con el drama dan un panorama fresco de vida.

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