miércoles, 10 de septiembre de 2025

Matronas

 



"Matronas" de Lea Fehmer no es necesario explicar mucho la temática, pues con el título ya hay suficiente. Sin embargo, la historia y el conflicto se explica desde el recorrido inicial que hacen dos chicas jóvenes, interpretado por 



Heloise Janjaud y Khadija Kouyate, que se inician en el oficio de comadronas. 



Algo que aparentemente puede parecer hermoso, para esas jóvenes su entrada no puede ser más desastrosa, porque en esa sección del hospital reina el caos más absoluto. Pensaban, pintadas y con el móvil en la mano, que iban a una fiesta y se encuentran rodeadas de personal sanitario, con la falta de medios humanos. Ellas van como peonzas sin sentido de un lado a otro. Las enfermeras con experiencia se las quitan de encima, porque les entorpecen el trabajo. Esas chicas, una vez han acabado su jornada, consideran que han pasado el peor día de su vida. Cada una de ellas tiene la suerte cambiada: por un lado, a una le va bien ,en cambio, `por el otro, a la otra no da pie con bola.



En fin, la idea es la de mostrar las carencias del sistema sanitario donde cunde el caos y cada matrona se ocupa de cuatro parturientas y pretenden denunciar una situación donde las profesionales ya no pueden aguantar más ese sistema.

Título original Sages-femmes

Año                 2023

Duración         99 minutos

País                 Francia

Dirección         Lea Fehner

Guion               Lea Fehner, Catherine Paille

Música             José Fehner

Fotografía        Jacques Girault

Reparto            Heloise Janjaud, Quentin Vemede,

                         Myriem Akeddiou, Tank Karioui,

                         Lucie Mancipoz, Marine Gesbert,

                         Fleur Fitoussi, Marushka Jury,

                         Toulou Kiki.




Dos aprendices de matronas  inician su trabajo en un hospital. La primera tiene una experiencia muy negativa, porque no acaba de conectar con su tutora de parto. No logra  entenderse con ella desde el primer minuto que la está abroncando constantemente. Esto no facilita las cosas, pues la joven aprendiz cada vez está más nerviosa y desequilibrada. Su función,  ante la situación anterior del parto, es la de dar tranquilidad y ayudar en el trance complicado que pasa el matrimonio. Es decir, quitar presión a la situación, nunca añadirla para llegar al parto en buenas condiciones. En esas circunstancias, la joven que se inicia en la profesión, recibe las broncas y malos tratos de su compañera que se desfoga con ella. No queda tiempo para aprendices que molestan por medio de los pasillos. Ésta, que acaba de entrar, se siente completamente acosada de malos tratos y agobiada por la situación. Este comportamiento de machaque le producirá una cierta incapacidad y debilidad para afrontar esas situaciones complejas que se dan en los alumbramientos. Así, la matrona veterana no para de meterle mocos a su compañera sin acordarse de que ella hace un tiempo también fue novata. Sin embargo, la segunda principiante en prácticas, apenas ha iniciado su andadura y ya ha tenido un nacimiento en sus manos, con un éxito absoluto y el trato que recibe es espléndido. Es decir, una toma las riendas de la profesión con soltura y solidez, en cambio, la otra va dando palos de ciego que la dejan al margen del oficio y con preocupación extrema. Incluso, pasado el tiempo, será despreciada por su propia compañera que entraron en el centro el mismo día. Aunque, las situaciones siempre están abiertas y las tornas pueden cambiar. Esa sección está siempre desbordada, demasiadas mujeres parteras y poco personal para atenderlas. De tal manera que van como pollos sin cabeza de un lado para otro. Por tanto, la temática consiste en detenerse en los últimos momentos del parto y el sufrimiento de las mujeres en ese proceso, al mismo tiempo del estrés que sufren las matronas ante el desborde de embarazadas y las carencias de personal. En esos paritorios complicados, donde el padre da por saco y las enfermeras se enfrentan a reanimar a un bebé, la muerte puede aparecer en un bebé que acaba de nacer. Por eso, si la vida de un adulto es complicada, la de un recién nacido es, a veces, casi un milagro que salga adelante. Se reivindica el esfuerzo y las ganas de lucha de las matronas, siempre del lado de la vida. Ahí se dan casos diversos como que la madre rechace a su hijo por circunstancias que desconocemos, pero que podemos imaginar. Las matronas se implican tanto con esas madres abandonadas a su suerte con un hijo recién nacido que son capaces de hospedarlas en su mismo piso compartido, lo que llevará a conflicto entre los ocupantes. Finalmente, ante las complicaciones y el caos, las jóvenes nóveles se dan cuenta de la responsabilidad de la profesión, el sufrimiento que lleva realizarla y la importancia del oficio.

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