viernes, 17 de octubre de 2025

Por todo lo alto


"Por todo lo alto" de Emmanuel Courcol ( también guionista como en otras muchas pelis) se inicia con el apasionado ensayo musical de una banda. Están en un auditorio y el director lo vive con pasión. Mueve la batuta de la dirección con energía y corrige al mismo tiempo los fallos o salidas de tono. En esos primeros minutos de ensayo, el director cae desmayado al suelo a plomo. Pensamos que el estrés se encuentra detrás o algún drama que se desarrollará posteriormente. Rápido se cierne sobre él la enfermedad terminal. Y, por la serenidad que muestra el  enfermo ante las adversidades, viene a la cabeza "Thuman" de Cesc Gay, aunque en el desarrollo nada tiene que ver con ella. La película busca el enfrentamiento entre dos hermanos desconocidos, que tomaron diferentes caminos desde la infancia, por causas ajenas a ellos,  hasta este momento: uno, ilustrado, interpretado por  



Benjamín  Lavemhe, que ha triunfado en la música, y el otro, rudo y poco comprensivo, interpretado por Pierre Lottin, que se ha quedado en la cocina de un comedor de colegio.




Congenian puesto que los dos viven el mundo de la música con pasión. Se conocen después de varios años separados y ahora por causas de la enfermedad repentina y una donación urgente se encuentran con la sorpresa. Por lo tanto, aquel que ha triunfado en su trayectoria laboral, posiblemente le quede poca vida por delante y el otro con un futuro nada claro en su camino existencial se puede despreocupar del tiempo, porque se siente fuerte y joven para seguir con lo que está haciendo, ya que su salud lo acompaña. 



Finalmente, entre los dos se entablará una relación de enfrentamiento, en principio y de amistad posteriormente que le dará un encanto especial. Con todo, será complicado recuperar el tiempo perdido. Un entretenimiento más que agradable.

Título original En fanfare

Año                 2024

Duración         103 minutos

País                 Francia

Dirección         Emmanuel Courcol

Guion               Emmanuel Courcol, Irene Muscari

Música             Michel Petrossian

Fotografía        Maxence Lemonnier

Reparto           Benjamín Lavemhe, Sarah Suco,

                        Pierre Lottin, Nathalie Desrumaux,

                        Sthepanie Cliquenois, Anne Loiret,

                        Ludmila Mikael, Jacques Bonnafé,

                        Yvon Martin, Isabelle Zanotti,

                         Mathilde Courcol-Rozes,

                         Nicolás Ducron.





El desfallecimiento repentino de un director de banda musical en pleno ensayo es a consecuencia de una enfermedad repentina, leucemia para ser más exactos. En principio, el tipo se lo toma con calma. Es joven le ha tocado a él, pues aguantará. Se busca un donante familiar, y quien mejor que  la hermana que confía en su médula ósea, que le dé las posibilidades, aunque remotas, de seguir con vida. Aunque pronto se sabe que no es compatible. Solo falta que la doctora le diga que su ADN, el de su hermana, no tiene ningún parentesco con el suyo. Y, a estas alturas, con treinta y siete años, enfermo terminal, se entera de que sus padre son adoptivos y no tiene ni puta idea de lo que sucedió con los suyos. Se enfrenta con una bronca de la hostia a su madre por tenerlo escondido y mentirle: "las mentiras matan"-le grita. Su misión consiste en encontrar a su familia, en parte para saber su procedencia y por encontrar el donante adecuado. Hay una elipsis y el enfermo ya se encuentra con su verdadera familia. Sin embargo, asimilar esto no va a ser muy fácil, ya que su hermano real se niega a aceptar un hermano, así, de golpe, por la cara. Éste pasa de dar su médula a un tipo que ha aparecido por su casa sin haberlo visto en su puta vida: "no pienso darle mi médula, que se joda"-le dice a su tía-, porque la madre ya murió. Sin embargo, no tiene más remedio que bajar el pistón del mal humor y relacionarse. En ese contacto mutuo, el enfermo ve que su hermano toca en trombón en una banda musical, luego también comparten aficiones musicales. Con todo, las diferencias entre uno y otro son abismales: el enfermo famoso y con éxito, ganador; el donante, miserable, separado con una hija y perdedor. Sin embargo, la música, que les apasiona a los dos, ejercerá las funciones de nexo para alcanzar el tiempo perdido entre los hermanos separados en la distancia. En ese camino musical, muestra el contraste entre una banda de pueblo, rural y poco menos que de aficionados frente a la otra de profesionales que suena como los ángeles. El director de la banda del pueblo abandona y el profesional, el hermano enfermo, le hace un favor en ocupar el puesto durante un ensayo, pero situarse a un nivel tan bajo no acaba de encajar por sus explicaciones de altos vuelos. A todo esto, las relaciones con su familia de adopción pasan por un mal momento, porque no entiende que dejaran de lado a su hermano y ahora esté en un comedor sirviendo comida. En fin, dos tipos que nunca se habían visto anteriormente en pocos días, por gustos parecidos, la música, mantienen una afinidad y una amistad que parecería de muchos años, como dos hermanos criados en la misma casa. Se centra en el nivel profesional y exitoso por un lado y, por el otro, las disputas por alcanzar cotas de éxito, al cual  no llegan, porque desde pequeño no ha tenido las oportunidades pertinentes o por otros motivos. La cuestión es que se centra en el éxito de uno y el fracaso del otro frente a frente. Al final, acierta plenamente, se consigue esa fusión de lo aficionado con lo profesional como una forma de homenaje. Bien.

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