martes, 2 de febrero de 2016

B#Bárcenas#raja#

   
Título original             B 

Año                              2015

Duración                      78 minutos

País                             España

Director                       David Llundain

Guión                          Jordi Casanovas, David Llundain

Fotografía                   Ángel Aorós

Reparto                       Pedro Casablanc, Manolo Solo






“B” del director David Lludain pretende reflejar fidedignamente la testificación de Bárcenas, tesorero del Partido Popular. Éste fue el encargado de su contabilidad durante años. El título responde a la línea de esos papeles de dudosa procedencia porque son las operaciones   de chanchullos.

La película muestra desde el inicio la sala de la audiencia donde se va a producir una declaración. Las imágenes llegan defectuosas desde una cámara fija como si fuera de una grabación de seguridad. Recuerda la cinta de Balagueró “REC” donde una reportera, Manuela Velasco, cámara en mano va a averiguar qué pasa en una casa misteriosa como si se tratara de un reportaje periodístico de actualidad. Se desplaza al lugar de los hechos para grabar de primera mano lo que sucede. El piloto rojo encendido muestra que se graba en el momento, que lo que se cuenta es verdad.  El director en ambos casos pretende que el espectador se crea lo que pasa porque es real y no hay nada de ficción. Lástima que en el caso de B las cosas que oímos y vemos salidas de los papeles del contable tienen nombre y apellidos(al final nos quedaremos con cara de tontos de la movida de pasta que se ha producido en un país asolado por la corrupción de un partido de millones y millones de fieles votantes que todavía hoy confían en ellos). Una vez en la sala hay dos actuaciones  memorables, las cuales pretenden imitar a las personas reales y a fe que lo consiguen a la perfección: Pedro Casablanc en el papel de Bárcenas, el cual seguro que se la pega a su propia madre, dudo mucho que lo conozca en estas condiciones. Muestra su tono altivo con la intención de rajar a saco de toda la mierda que ha amasado para unos y para otros durante los años de su oficio de tesorero del P.P.; por otro lado, Manolo Solo con el aplomo del personaje del juez Ruz de un temple fuera de lo normal. A partir de estas dos interpretaciones fantásticas la película rueda a la velocidad de vértigo. Toda la acción transcurre dentro de la sala, esto puede dar sensación de aburrimiento, pero la capacidad de sorpresa ante tanta corrupción te deja pasmado. Lo que ven nuestros ojos a partir de estos momentos nos parece asombroso por el chorreo continuo de nombres que pasan por su despacho para dejar pasta, (más propio de las pelis de gansters donde Corleone y su pandilla de matones reciben la guita a cambio de liquidar el que se interponga en su camino), a cambio de ajudicaciones  de obras o de concursos de todo tipo: se cambian cromos, toma dinero, dame contratos. La pasta llega a los despachos a mano llena y la transportan a carretonadas como si llevaran sacos de arena para una gran obra que se está fraguando. Son yonkis de la pasta que decía el tal Benavente valenciano de la misma formación reconvertido a jipi. El tráfico de pasta que sube al despacho del presidente es constante, porque éste está al corriente de todo lo que pasa en tesorería y es el que se encarga de decir quien le corresponde el sobre de turno y quien no. El dinero de esas cuentas sucias ha servido para financiar los multitudinarios eventos del partido como comentaba en los medios de comunicación, Mónica Oltra de Compromís, que eran capaces de gastarse en la comunidad valenciana hasta medio millón de euros en un solo evento. Además sirven para financiar medios de comunicación como Libertad Digital con Federico Jiménez Losantos a la cabeza. Responde a las preguntas mientras remueve una carpeta con sus papeles escritos a mano. Comenta el caso Naseiro, el caso Bárcenas y ahora mismo se estará produciendo otro caso que todavía no ha salido a la luz.  De la carpeta amarilla salen el rastro de nombres que  no para en la boca de Bárcenas: Piñeiro, Juan Cotina, Villar Mir, Antonio Vilela, Roig, López del Hierro, Cospedal, Moreno el ventrílocuo. Comenta un cambio de vestuario de trajes, pero en este caso no son de Camps sino de Rajoy proporcionados por Juan Costa hermano de Jaime.  Se le pregunta si los donantes querían que se supiera que entregaban el dinero y responde que efectivamente porque por otro lado se busca un beneficio a cambio, pero por más que se le pregunta sobre las posibles reuniones con los altos cargos de la administración, él comenta que ése no era su trabajo y no sabe nada. Algunos de esos nombres se encuentran escondidos en el Senado. Es curioso que esos mismos chanchulleros que tienen mayoría en ese hemiciclo, ahora dicen que con su mayoría "pepera" no van a dejar que prosperen las futuras leyes progresistas en caso de que hubiera un gobierno de izquierdas. Están ahí escondidos cuando lo que haría falta es una barrida general de éstos personajes a la cloaca directamente como es el caso de Santa Rita, rita, rita, lo que se da ya no se quita, Piñeiro y otros. Finalmente Bárcenas comenta que con la ley de transparencia del 2008 las cuentas se quedaron a cero y el dinero se lo llevaron las altas esferas del partido, que él ya no sabe más del tema. Sigue raja que te rajarás porque le preguntan a qué se debe el cambio de opinión, contesta que ha estado bajo presión de tal manera que lo han amenazado con llevar hasta la cárcel a su propia mujer. Por eso estuvo indeciso en las primeras declaraciones porque ellos querían que modificara los papeles, hasta quinientos mil euros en efectivo le ofrecieron, se siente chantageado. En definitiva, el espectador se frota los ojos como diciendo que esto no puede pasar en la realidad que está viendo una película y todo es ficción, pero desgraciadamente eso no es así. 



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