Título original The Diary of a Teenage Girl
Año 2015
Duración 102 minutos
País Estados Unidos
Director Marielle Heller
Guión Marielle Heller ( novela Phoebe Gloeckner)
Música Nate Heller
Fotografía Brandon Trost
Reparto Bel Powley, Alexander Skargárd, Kristen Wiig, Christopher Meloni,
Margarita Levieva, Madeleine Waters, Abby Wait, Quinn Nagle,
Austin Lyon, Miranda Bailey, Natalie Stephany Aguilar.
“Diario
de una adolescente” de Marielle Heller no es más que eso: un diario. La adolescente, protagonizado por Bel Powley, cuenta todo lo
que se le ocurre o le pasa por la cabeza en un cassette para grabarlo. Por lo
tanto, las memorias no son escritas sino habladas. Allí contará todo lo que le venga en gana al
pensamiento sin tapujo alguno, puesto que la cuestión de éste es sincerarse
consigo misma.
Es una manera de contar lo que se le ocurra, a saco, aquello que le viene a la mente lo dice, pero siempre será un secreto personal. Ese pensamiento oculto de la protagonista causa en el espectador un aire de frescura. Así pues, la idea de la directora es la de abrir la conciencia de un adolescente con la intención de mostrar las sensaciones que le mueven a esta edad. Las ocurrencias más fogosas, al principio, parten de sus pretensiones sobre todo sexuales. La obsesión y el objetivo principal que tiene ahora es mantener la primera relación sexual y quien más a mano tiene es al novio de su madre. Así, su enfebrecido cerebro coloca el objetivo sobre la pieza que pretende cazar. La meta está en tirárselo cuanto antes. Comprobar el tiempo que resiste a sus provocaciones. La chica, en ausencia de su madre, empieza a lanzar las redes del sexo y se deja abrazar por el compañero de su madre el sofá mientras miran la tele. Si su madre se ausenta en una fiesta ella querrá ocupar el lugar y llegado el caso lo provocará hasta más allá de los límites permitidos por una adolescente. La situación no acaba ahí, porque si se ha cepillado a un tío, no será para ocultarlo, sino que se lo contará a su amiga como si de un trofeo se tratara. Su madre indaga en su vida íntima. Piensa que le faltan muchas tablas en temas de mujer y de seducción. Mantienen una conversación porque considera que anda muy atrasada y no estaría mal darle unos buenos consejos. Éstos son siempre los que están enfocados para que pueda ligar con los chicos del instituto. La madre se cree que tiene en casa una modosita que necesita unas lecciones prácticas. Le da recetas del triunfo con los hombres como por ejemplo ser un poco más coqueta, provocativa y no tan modosita: unas faldas cortas, unas distancias cercanas. Sin embargo, por otra parte, la hija explica en su diario a viva voz las veces que se folla al compañero de ésta. La acción sucede entre los continuados polvos de la adolescente con los compañeros de clase mientras transcurrir el tiempo en el instituto. La experiencia con el adulto le sirve para sus ligues de los chavales de su edad, tanto es así que los acojona con tanta pasión. El sexo es una experiencia que traspasará las fronteras de la adolescente pues, con una amiga, se hacen pasar por putas a ver qué tal sale el nuevo juego, esto de follar y cobrar al mismo tiempo. Experimentar al máximo es su lema: drogar, alcohol y sexo. Ella es aficionada al cómic y pinta dibujos, los cuales se mezclan entre sus fantasías con las realidades. No siempre ocurren los acontecimientos perfectos porque su madre no es tonta y no tardará en enterarse de que algo sucede con su hija y ese hombre que está a su lado, el cual está cada vez más distante. Esa inopia de la progenitora se desvanece y descubre que su hija la engaña. La hija montada en rabia deja el hogar y toma nuevos caminos de experiencias. Quiere liarse con una tía que días atrás le tiró los tejos y por qué no recogerlos. Al final de todo, considera que lo más sensato es seguir el camino que toca a su edad y ser una adolescente que el tiempo colocará las relaciones en su sitio. Tan solo es un diario lo que ha explicado, con lo cual pudieran ser los sueños de una adolescente y todo lo pasado es una mentira. Vete tú a saber.
Es una manera de contar lo que se le ocurra, a saco, aquello que le viene a la mente lo dice, pero siempre será un secreto personal. Ese pensamiento oculto de la protagonista causa en el espectador un aire de frescura. Así pues, la idea de la directora es la de abrir la conciencia de un adolescente con la intención de mostrar las sensaciones que le mueven a esta edad. Las ocurrencias más fogosas, al principio, parten de sus pretensiones sobre todo sexuales. La obsesión y el objetivo principal que tiene ahora es mantener la primera relación sexual y quien más a mano tiene es al novio de su madre. Así, su enfebrecido cerebro coloca el objetivo sobre la pieza que pretende cazar. La meta está en tirárselo cuanto antes. Comprobar el tiempo que resiste a sus provocaciones. La chica, en ausencia de su madre, empieza a lanzar las redes del sexo y se deja abrazar por el compañero de su madre el sofá mientras miran la tele. Si su madre se ausenta en una fiesta ella querrá ocupar el lugar y llegado el caso lo provocará hasta más allá de los límites permitidos por una adolescente. La situación no acaba ahí, porque si se ha cepillado a un tío, no será para ocultarlo, sino que se lo contará a su amiga como si de un trofeo se tratara. Su madre indaga en su vida íntima. Piensa que le faltan muchas tablas en temas de mujer y de seducción. Mantienen una conversación porque considera que anda muy atrasada y no estaría mal darle unos buenos consejos. Éstos son siempre los que están enfocados para que pueda ligar con los chicos del instituto. La madre se cree que tiene en casa una modosita que necesita unas lecciones prácticas. Le da recetas del triunfo con los hombres como por ejemplo ser un poco más coqueta, provocativa y no tan modosita: unas faldas cortas, unas distancias cercanas. Sin embargo, por otra parte, la hija explica en su diario a viva voz las veces que se folla al compañero de ésta. La acción sucede entre los continuados polvos de la adolescente con los compañeros de clase mientras transcurrir el tiempo en el instituto. La experiencia con el adulto le sirve para sus ligues de los chavales de su edad, tanto es así que los acojona con tanta pasión. El sexo es una experiencia que traspasará las fronteras de la adolescente pues, con una amiga, se hacen pasar por putas a ver qué tal sale el nuevo juego, esto de follar y cobrar al mismo tiempo. Experimentar al máximo es su lema: drogar, alcohol y sexo. Ella es aficionada al cómic y pinta dibujos, los cuales se mezclan entre sus fantasías con las realidades. No siempre ocurren los acontecimientos perfectos porque su madre no es tonta y no tardará en enterarse de que algo sucede con su hija y ese hombre que está a su lado, el cual está cada vez más distante. Esa inopia de la progenitora se desvanece y descubre que su hija la engaña. La hija montada en rabia deja el hogar y toma nuevos caminos de experiencias. Quiere liarse con una tía que días atrás le tiró los tejos y por qué no recogerlos. Al final de todo, considera que lo más sensato es seguir el camino que toca a su edad y ser una adolescente que el tiempo colocará las relaciones en su sitio. Tan solo es un diario lo que ha explicado, con lo cual pudieran ser los sueños de una adolescente y todo lo pasado es una mentira. Vete tú a saber.
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