miércoles, 16 de marzo de 2016

Diario de una adolescente#Púber



Título original                    The Diary of a Teenage Girl

Año                                    2015

Duración                            102 minutos

País                                    Estados Unidos

Director                              Marielle Heller

Guión                                 Marielle Heller ( novela Phoebe Gloeckner)

Música                                Nate Heller

Fotografía                           Brandon Trost

Reparto                               Bel Powley, Alexander Skargárd, Kristen Wiig, Christopher Meloni,

                                           Margarita Levieva, Madeleine Waters, Abby Wait, Quinn Nagle,

                                           Austin Lyon, Miranda Bailey, Natalie Stephany Aguilar.







“Diario de una adolescente” de Marielle Heller no es más que eso: un diario. La adolescente, protagonizado por  Bel Powley, cuenta todo lo que se le ocurre o le pasa por la cabeza en un cassette para grabarlo. Por lo tanto, las memorias no son escritas sino habladas. Allí contará todo lo que le venga en gana al pensamiento sin tapujo alguno, puesto que la cuestión de éste es sincerarse consigo misma.






Es una manera de contar lo que se le ocurra, a saco, aquello que le viene a la mente lo dice, pero siempre será un secreto personal. Ese pensamiento oculto de la protagonista causa en el espectador un aire de frescura. Así pues, la idea de la directora es la de abrir la conciencia de un adolescente con la intención de mostrar las sensaciones que le mueven a esta edad. Las ocurrencias más fogosas, al principio, parten de sus pretensiones sobre todo sexuales. La obsesión y el objetivo principal que tiene ahora es mantener la primera relación sexual y quien más a mano tiene es al novio de su madre. Así, su enfebrecido cerebro coloca el objetivo sobre la pieza que pretende cazar. La meta está en tirárselo cuanto antes. Comprobar el tiempo que resiste a sus provocaciones. La chica, en ausencia de su madre, empieza a lanzar las redes del sexo y se deja abrazar por el compañero de su madre el sofá mientras miran la tele. Si su madre se ausenta en una fiesta ella querrá ocupar el lugar y llegado el caso lo provocará hasta más allá de los límites permitidos por una adolescente. La situación no acaba ahí, porque si se ha cepillado a un tío, no será para ocultarlo, sino que se lo contará a su amiga como si de un trofeo se tratara. Su madre indaga en su vida íntima. Piensa que le faltan muchas tablas en temas de mujer y de seducción. Mantienen una conversación porque considera que anda muy atrasada y no estaría mal darle unos buenos consejos. Éstos son siempre los que están enfocados para que pueda ligar con los chicos del instituto. La madre se cree que tiene en casa una modosita que necesita unas lecciones prácticas. Le da recetas del triunfo con los hombres como por ejemplo ser un poco más coqueta, provocativa y no tan modosita: unas faldas cortas, unas distancias cercanas. Sin embargo, por otra parte, la hija explica en su diario a viva voz las veces que se folla al compañero de ésta. La acción sucede entre los continuados polvos de la adolescente con los compañeros de clase mientras transcurrir el tiempo en el instituto. La experiencia con el adulto le sirve para sus ligues de los chavales de su edad, tanto es así que los acojona con tanta pasión. El sexo es una experiencia que traspasará las fronteras de la adolescente pues, con una amiga, se hacen pasar por putas a ver qué tal sale el nuevo juego, esto de follar y cobrar al mismo tiempo. Experimentar al máximo es su lema: drogar, alcohol y sexo. Ella es aficionada al cómic y pinta dibujos, los cuales se mezclan entre sus fantasías  con las realidades. No siempre ocurren los acontecimientos perfectos porque su madre no es tonta y no tardará en enterarse de que algo sucede con su hija y ese hombre que está a su lado, el cual está cada vez más distante. Esa inopia de la progenitora se desvanece y descubre que su hija la engaña. La hija montada en rabia deja el hogar y toma nuevos caminos de experiencias. Quiere liarse con una tía que días atrás le tiró los tejos y por qué no recogerlos. Al final de todo, considera que lo más sensato es seguir el camino que toca a su edad y ser una adolescente que el tiempo colocará las relaciones en su sitio.  Tan solo es un diario lo que ha explicado, con lo cual pudieran ser los sueños de una adolescente y todo lo pasado es una mentira. Vete tú a saber.





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