lunes, 25 de enero de 2016

Coche Policial# Corrupto


Título original          Cop Car

Año                         2015

Duración                 86 minutos

País                         Estados Unidos

Director                  Jon Watts

Guión                     Jon Watts, Chistopher D. Ford

Música                    Phil Mossman

Fotografía               Matthew J. Lloyd, Larkin Seiple

Reparto                  Kevin Bacon, James Freedson-Jackson, Hays Wellford, Shea Whigham

                               Camryn Manheim.






Los niños se lo pasan pipa cuando juegan a ser mayores. El peligro llega si la copia que pretenden realizar se basa en unos mafiosos de la droga. Dos niños  recorren y juegan a repetir palabras en el campo del lejano oeste. Intentan realizar un juego de palabras, pero el aburrimiento les invade.  No saben qué hacer para entretenerse.
Ellos encontrarán algo o alguien que los saque de esa apatía. Si en ese momento se les cruza en el camino un coche de policía, pues ya tienen un nuevo juguete de entretenimiento. Primero acercarse a él, con cuidado no vaya a estar ocupado. Pero la soledad del auto les empieza a dar confianza. Sin saber como,aparecen por arte de magiaa las llaves de éste. El descampado se abre a sus ojos y ponerlo en marcha solo pasa por dar un giro de dedos. Resulta demasiado goloso como para no hacerse una partidita de policías contra ladrones y lanzarse en una aventura por la carretera. El director, Jon Watts, pretende atar cabos sueltos de la cinta. Para ello, aparece el protagonista principal, con una infinidad  de registros, Kevin Bacon, actor que ha realizado tantos papeles que es difícil  encontrar uno que no esté repetido, por lo tanto no le será difícil encarnar a un policía malo y corrupto, cuando ha hecho de asesino en “ Río Salvaje” y de policía en “Mystic River” con unas intenciones que el espectador se confunde a primera vista. Parece que el tema le ocupará un cierto tiempo porque se saca la camisa de poli, para estar más ligero. El espectador todavía no adivina qué intenciones lleva hasta que lanza del maletero  al suelo un fiambre, entonces ya se puede entender que las pretensiones son sucias. Antes ha dejado una botella de cerveza en el capó, con ello se entiende que las fechorías de los niños sucedieron después de estas secuencias. Por lo tanto, el tiempo inicial de la película es posterior a la llegada del policía al lugar y mientras realizaba las tareas le han birlado el auto. Pronto se adivinan las intenciones del tipo en cuanto arrastra el fiambre por el campo, más tarde aparecerá con el polvo blanco, ya se entiende que hay ajustes de cuentas pendientes. Por lo visto, la ley no siempre tiene controlada la situación. La confianza de estar en un medio desértico le ha gastado una mala pasada, porque confiaba estar solo para realizar el trabajo sucio.  Mientras, los niños recorren la carretera, flipan en el momento en que conducen un coche de policía, porque lo toman como una gamberrada, además dentro hay armas para seguir con el juego de guerra. Por otro lado, el agente intenta recuperar su carro a toda costa, sin él está perdido. Realiza todo tipo de artimañas y se las ve crudas sin sus credenciales de la ley, pues se ha quedado sin documentación y en camiseta no es suficiente distintivo. Él nunca iba a pensar era  que en ese desierto le iban a robar lo que más valor tiene: "Coche Policial". Su intención es salir a toda hostia del lugar del delito y recuperar su identidad sea como sea. En la situación actual solo le pasarán inconvenientes. Al mismo tiempo, la película va avanzando con cierto entretenimiento por ver el resultado final. Los chavales descubren un nuevo personaje, el cual aparece en el maletero ensangrentado y temeroso  de que lo vayan a matar. El mafioso se ha salvado de la muerte por puro milagro y  gracias al juego de los chicos. Esta aparición le da el punto final sangriento. No se entiende mucho que un tío en un maletero y sangrando como un cerdo en un matadero no asuste a los críos, pero se supone que estaban tan abstraídos en las sorpresas que seguían la corriente. Por eso,hay que creerse las ficciones de las películas, si no maldita la gracias, mantienen el pulso del juego casi hasta el final sin entender que han llegado demasiado lejos. Finalmente, aquello que empezó como una diversión se ha ido complicando de tal forma que ellos mismos se ven implicados en una realidad mafiosa: un tiroteo de muerte. 



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