sábado, 30 de enero de 2016

Creed. La leyenda de Rocky



Título original                Creed

Año                                2015

Duración                       132 minutos

País                               Estados Unidos

Director                         Ryan Coogler

Guión                            Ryan Coogler, Aarón Covington

Música                         Ludwing Göransson

Fotografía                    Maryse Alberti

Reparto                        Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa

                                     Thomoson, Phylicia Rashad, Will Blagrove,

                                    Juan-Pablo Veza, André Ward, Tony Bellew,

                                    Philip Greene, Manny Ayala, Cory Kastle,

                                    Vicent Cucuzza, Chistopher Weite.  



“Creed. La leyenda de Rocky” se centra en el recuerdo de la mítica película "Rocky" de 1976 ganadora del Óscar a la mejor película, los de la academia se habían tomado un buen chute porque  competía con “Taxi driver”. Balboa, Stallone, ha vuelto para dar vida a un viejo que regenta un restaurante con las paredes empapeladas de cuadros de sus recuerdos pugilísticos.
Ahora sigue con el mismo careto de movimientos incesantes, pero más controlado, dede ser porque la edad no le da para abrir la boca de lado tantas veces, ya no hace las muecas que hacía en “Rambo” o en “Cobra, el brazo fuerte de la ley”, allí no paraba de boquear todo el tiempo. Eso sí, su cara sigue inexpresiva, rígida, acartonada sin apenas expresión. La trama es la siguiente: resulta que el hijo de Apolo, un antiguo contrincante suyo, que murió a causa de las hostias de los guantes, le pide que lo entrene en el arte del boxeo. Él no es como los demás chicos del mundo de los puñetazos porque ha sido rescatado del orfanato desde niño por la viuda de su padre y no lo necesita para vivir. Por lo tanto, está bien situado socialmente, todo lo contrario en que se encuentran los chicos que se mueven en este mundo, los cuales se arrastran en el mundo de la miseria y ,por este motivo, golpear a otra persona para hacerse un hueco en la existencia entra en sus propios planes. Por mucho que al personaje de Stallone se le quiera cargar de sensibilidad humana no acabo de verlo. Hay que decir que es un papel más contenido, más humilde que todos los que ha realizado hasta ahora, acorde con su edad, pero con todo y eso no convence. El anciano boxeador le dice que se retire que en el camino se encontrará verdaderos asesinos con hambre de victoria y no merece la pena acabar tarado por eso. En medio hay rollo de amor como no podía faltar. Los aficionados y nostálgicos de Rocky verán un nuevo personaje que no tiene nada que ver con el boxeador joven, pero que se encargará de que durante toda la película se reavive la leyenda del boxeador pasados los años. La verosimilitud del personaje Rocky Balboa está en que el mismo Stallone, premio Globos de Oro y posibles Óscar por actor de reparto,  se mete en la piel del boxeador retirado después de los tiempos que han pasado como si realmente fuera la leyenda viva. Esto lo consigue porque posiblemente nunca se haya salido del personaje que le dio la fama y la gloria. En toda su carrera ha realizado el mismo personaje: la cuestión estaba en liarse a leches con todo cristo viviente y, eso sí, para ser el héroe. Si lo que pretende es levantar la sensibilidad de los antiguos fans del boxeador puede que lo consiga más por nostalgia del pasado que por calidad humana. El formato y el tema no es nada nuevo: boxeador retirado que da consejos a uno nuevo con la historia mítica de Balboa de por medio. Si hemos de ser sinceros no le llega a la suela de los zapatos del entrenador en “Millon Dollar Baby”. Allí se marcan las pautas del boxeador, en ese caso boxeadora, de barrios marginales con ganas de triunfar y se encuentra un entrenador ( un excelente Clint Eastwood que marca unos comportamientos humanos exquisitos nada comparable con Stallone) que quiere que desista de su intención, pues lo del boxeo es algo fuera de lo normal para animales más que para personas. Pero ella persiste en su testarudez. Se encuentra en un momento de la gloria, pero cuando está en la cima justo a punto de tocar la gloria una mala pasada la lleva al coma profundo. Allí se marcan las pautas de la miseria humana: inicio duro de superación, éxito efímero y caída al precipicio de la muerte. En cambio, aquí vemos que el boxeador quiere bajar a las mazmorras del cuadrilátero desde una posición acomodada y se busca un personaje famosos como Rocky que le da una cierta veracidad a la historia, con los consabidos tics que no va a perder por mucho que quiera cambiar. Como ya hemos comentado, la historia se va rellenando con una relación amorosa. Al final, el drama vendrá de la parte de Balboa, el cual pasa por una situación compleja. Cuando todo está perdido, suena la banda sonora de Rocky que hace un efecto patriótico como si llegara de pronto el séptimo de caballería salido de "Murieron con las botas puestas". La historia se repite para los espectadores nostálgicos de un tiempo que no volverá. 





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