Obvious Child

Título original                  Obvious Child

Año                                 2014

Duración                         83 minutos

País                                 Estados Unidos

Director                          Gilliam Robespierre

Guión                             Gilliam Robespierre

Música                           Chris Bordeaux

Fotografía                      Chis  Teague

Reparto                         Jenny Slate, Jake Lacy, Gaby Hoffmann, Paul Briganti, Stephen Singer,

                                     Jennifer Kim, Polly Draper, Richard Kind, Gabe Liedman, Cindy Cheung,

                                     Emily Tremaine.
  

El personaje de “Obvioud Child” se dedica como profesión a monologar su propia vida en el escenario de un bar de copas. Si con su chico se lo pasa muy bien pues en el escenario remontas sus cualidades sexuales multiplicadas por dos que es lo que hace reír. Puede ser que esa ficción de la realidad incrementada al cuadrado, nada más acabarse el espectáculo, se convierta en humo porque tu novio le diga que la deja que hasta aquí ha llegado la historia.

Los monólogos que debe realizar son de cachondeo, pero su vida cae en picado en la mierda y ella debe aguantar el tipo mientras cuenta su porquería de vida. Sus progenitores,el matrimonio está separado, tampoco le ayudarán en exceso. La madre siempre le echa en cara que nunca madurará con esa profesión deleznable que tiene y pensar que apuntaba maneras en sus estudios. Refunfuña constantemente la madre sin ayudarle lo más mínimo. Todavía más, sus monólogos deben seguir el curso de su vida y cachondearse de ella como lo ha hecho siempre, pues mejor meterse con su ex, la zorra de su ex y si hace falta con su perro. Y esto de hacer reír delante del público con sus propias desgracias no siente demasiado bien. Su ánimo se encuentra por los suelos, por eso necesita una noche de juerga de marcha a tope. Así, el primer ligue que aparezca en una noche de copas se va a enterar de lo que es un polvo en suspensión. Una noche borracha y de orgía en la cama es lo que necesitaba en estas horas bajas de su ánimo, aunque esto no quiere decir que deba amanecer entre las sábanas. En estos ligues abruptos y nocturnos con cama loca, en las películas,  siempre se amanece con uno de los dos que huye del lugar de perversión. Cuando la situación se tuerce, el marrón siempre caerá del lado de la mujer y del buen rollo se pasa  a la pesadilla, de una noche loca queda un embarazo no deseado. De todos modos, el tío que la dejó preñada siempre tiene ocasión para aparecer en su vida. Las casualidades hacen que se encuentren en casa de su madre. El espectador puede pensar en películas donde el enredo entre desconocidos se producen por coincidencia como por ejemplo en "Sobran las palabras” donde la protagonista atiende, es masajista de profesión, a la ex mujer  del tío que se acaba de enrollar y se entera de intimidades de su nuevo ligue sin que él , James Gandolfini, el personaje de Los Soprano en una de sus últimas actuaciones antes de morir, lo sepa. En esta ocasión a la monologuista le asaltan las dudas de si decirle su situación de embarazada al chico en cuestión, pero qué mejor lugar para enterarse que en su propio espectáculo, porque allí comentará sus realidades ficcionadas a modo de cachondeo, más desinhivida que si lo hiciera e la realidad. Al menos de algo le sirve la tan denostada profesión por parte de su madre. Con todo, parece que ha nacido una nueva relación con quien parodiar en su espectáculo.