Título original La pianiste
Año 2001
Duración 130 minutos
País Francia
Director Michael Haneke
Guión Michael Haneke ( novela: Elfriede Jelinek)
Música Martín Achenbach
Fotografía Chistian Berger
Reparto Isabelle Huppert, Benoit Magimel, Annie Girardot,
Anna Sigalevitch, Susanne Lothar, Udo Samel.
"La pianista" de Michael Haneke es una vuelta de tuerca a las relaciones sentimentales frustradas. La profesora de piano, Isabelle Huppert, siente en sus carnes la asfixiante vida que lleva entre las dos paredes de su casa con una madre que controla cada uno de los pasos que da su hija. Ésta se entrega en cuerpo y alma a su profesión de profesora de piano. Las carencias de su soledad al margen del piano las compensa con su forma de actuar altanera y dictadora cuando trata a sus alumnos. Ella es perfeccionista hasta el máximo con éstos, pero lo que más prima en sus clases es que ellos fracasen porque su fracaso es un triunfo para ella, ya que no son capaces de llegar a su nivel, ni siquiera que lo intenten.
Las relaciones amorosas son sentimientos animales que no se pueden comparar con la inteligencia. En
caso de practicarlos será a escondidas sin que nadie la vea. Por eso, a cada momento que siente
deseos carnales es capaz de herirse a sí misma. Las sensaciones guarras de la
carne no se pueden comparar con la inteligencia musical. Así pues, el placer de
la música es incomparable con el sexo, no tiene nada que ver: la música causa felicidad y la lujuria de la carne y el sexo viene a ser como una guarrada propia de los animales que
nunca podrá sobrepasar la sensibilidad de los compases. En el momento en que se cruza con un hombre en su camino quiere que siga un manual de dolor para que la pegue de una manera masoca para
sentir dolor y no placer con el sexo. La profesora siente el sexo como sucio,
pecaminoso y como tal hay que
castigarlo. El tío que se enamora de su profesora cuando se da cuenta de lo
tarada que está no puede hacer otra cosa que odiarla y darle asco. Ella, no
parará de arrastrarse para pedir perdón y su único refugio son las clases de
música y allí se dedicará a soltar su ansiedad, su penosa vida de resignación, de
infelicidad de mierda en una palabra. Su crueldad la descarga sobre los pobres alumnos, que
los envilece constantemente. Detrás de una persona brillante puede haber una
tarada marginal de la vida. Las obsesiones por el perfeccionismo profesional le
trastornan el cerebro de tal manera que no puede vivir sin castigarse ella
misma. Su obsesión pasa por destacar sobre el resto de personas, la cual cosa
la consiguen a medias ,pues siempre ponen trabas a todo el que está a su lado, para
que no le superen, aunque para ello haya que jugar sucio con tal de ser la mejor.
Mientras tanto, la profesora descuida otra faceta de la vida que sería al margen
de lo profesional y dedicada a complacer los deseos de la carne. Entre lo que le pide la carne, un
desenfreno y lujuria y las sensaciones del piano hay un abismo. El director
enfoca las teclas del piano y unos dedos que van a un compás musical
placentero, la metáfora a la inversa están sus dientes comiendo la polla de su
nuevo ligue donde no se aprecia ni un atisbo de delicadeza, donde contrastan las
dos escenas: una sensual por medio de la música, la otra animal sin una pizca
de delicadeza con dolor extremo. Por eso, los dientes del piano son sensibles y
sonarán perfectos y los dientes de la boca muerden el sexo y no están tan afinados.
Eso es lo que le manda el cuerpo a la profesora: que todo lo que sea imperfecto
se realice con dolor, por eso pide que la hostien sin parar y la aten mientras
realiza el acto sexual. La dicotomía entre sensaciones animales frente a las
sensaciones sensibles e inteligentes de la música están siempre presentes. La
profesora siente la necesidad de controlar su mundo hasta en el campo que es
una auténtica desconocida, no puede hacer otra cosa que fracasar. Ella se
siente sucia con el sexo y por eso se realiza cortes o se apuñala en sus
propias carnes. Querer imponer su ritmo con la polla en la boca como si
estuviera tocando las teclas del piano no es buena idea. Muestra una
sensibilidad especial por la música, pero siempre que ella sea la que destaque
y que los demás sean unos negados en la materia. Las situaciones de sexo son de lo más complejas,
imposible de realizar hasta que el tío se cansa y le da con su propia receta. No
quieres hostias pues tómalas a punta de pala. En definitiva, la cinta está repleta
de violencia humana: física, psíquica, dialectal. La profesora está condenados
a esta violencia y a no entenderse en una relación imposible por la obsesión de destacar en todos las aspectos de la vida al precio que sea necesario.
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