miércoles, 13 de abril de 2016

Einstein en Guanajuato

Título original Einstein in Guanajuato

Año                 2015

Duración         105 minutos

País                 Holanda

Director            Peter Greenaway




Guión               Peter Greenaway

Fotografía        Reinier van Brummelen

Reparto           Elmer Bäck, Luis Alberti, Stelio Svante, 

                        Maya Zapata, Lisa Owen, Rasmus Slätis,

                        Raino Ranta, Alan del Castillo, Jakob Öhrman.  


"Einstein en Guanajuato" de  Peter Greenaway  muestra la biografía ( solo el tiempo en que dura su estancia en México) de Serguéi Einstein considerado pionero en el montaje del cine en sus inicios con su obra "El acorazado Potemkin" del año 1925 ( esta obra es una de las películas mejores de todos los tiempos ). En ella las tomas y los planos son de una maestría  genial.  Einstein llega a México con la intención de pasárselo bien, pues ha conseguido su objetivo y ahora toca unas cuantas farras. En cierta manera recuerda lo que hizo posteriormente John Huston cuando grabó "La reina de África" que su única obsesión era la de cazar un elefante y con la excusa de grabar la película estaba obsequiándose un placer personal al mismo tiempo que los productores estaban histéricos y  le echaban el aliento en el cogote porque el tiempo pasaba y la cinta no avanzaba. Estos hechos quedaron filmados en una excelente película de Clint Eastwood "Cazador blanco, corazón negro", donde Clint realiza un papel delicioso metiéndose en la piel de Huston. Esto venía a cuenta porque Einstein, después de triunfar con sus cintas, lo de filmar en México se lo toma a cachondeo y solo le interesa experimentar en su persona sensaciones de la vida.








La película se centra en la personalidad del gran director, que al mismo tiempo de ser un genio, muestra una sensación de excentricidad y chifladura. Su trayectoria exitosa le sirve para regocijarse en su condición de divo rodeado de glamur y opulencia. Lleva de guardaespaldas a tres tipos con escopeta al hombro que velan por su seguridad. Lo que menos le importa al director es grabar imágenes reales porque después él será capaz de mostrar éstas pero en un montaje personal, por eso se despreocupa de la filmación. Prefiere vivir al margen y pasárselo pipa con sus farras personales junto a su confidente y compañero que le llevará a experimentar aspectos ocultos de su sexualidad. La película sigue con un juego de imágenes reales que asoman en los márgenes a medida que los personajes las van nombrando en sus diálogos y monólogos. A veces resulta pesado y se hace interminable, incluso pueden cansar en exceso en ciertos momento, cuando la intención del director es la de mostrar esos nombres que aparecen en los diálogos que son reales y por tanto para darle mayor verosimilitud al relato. Este abuso de fotografías puede resultar un tanto cansino para el espectador. Finalmente, los diálogos siguen y siguen hasta el infinito.

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