John Wick. Pacto de sangre

Título original John Wick. Chapter Two

Año                 2017

Duración         122 minutos

País                Estados Unidos

Director          Chad Staheiski

Guión             Derek Kolstad

Música           Tyler Bates, Joel Richaard

Fotografía      Dan Laustsen

Reparto         Keanu Reeves, Riccardo Scamarcio,

                     Bridget Moynahan, Ruby Rose,

                     Peter Stormare, Ian McShane,

                     Common, Alex Ziwak, Margaret

                     Daly, Heidi Moneymaker, Laurence

                     Fishbune, Lance Reddick.

   

Keanu Reeves 

parece salido directamente de  la turbina de "Matrix" de los hermanos Wachowski con poderes especiales y con cara de palo para enfrentarse a todo bicho viviente de las mafias de la droga.

 "John Wick. Pacto de sangre" de Chad Stahelski contiene palos y hostias a punta de pala, pero el chico de la peli no lo van a matar por mucho que le dispare un regimiento frente a un muro de ejecución.

 Los amantes de persecuciones  y palizas a manta ya están de suerte con la cinta: primero encontronazos coche contra coche y luego mamporros a diestro y siniestro. Podríamos catalogarlo como un "Harry el sucio", de Don Siegel, aunque Clint Eastwood era un policía y nuestro personaje lucha por su cuenta contra las mafias, todos son sus enemigos o un Arnold Schwarzenegger en "Desafio total" de Paul Verhoeven más moderno. Está claro que hay reparto de puñetazos para todo el que se presente por la pantalla.

La película se inicia con un enfrentamientos entre coches ( amasijo de hierros que irán directamente a la chatarra) porque a John Wick ( el matón más sangriento de la ciudad que no escatima nada con tal de cargarse a todo bicho que se le mueva a su lado: matar o morir no hay otra) le toca mucho los huevos que le roben su carro y por eso es capaz de cargarse a todo mafioso que se le presente por delante. Está claro que es un asesino de goma que por más que le embistan con el coche saldrá ileso, aunque le disparen a bocajarro no conseguirán noquearlo.  Cuando no puede con algún fortachón pues echa mano de su pistola y se los carga sin más. A su paso deja siempre un reguero de sangre y cuerpos tiesos, porque su coche es sagrado y como se lo robe alguien se entera. Ha quedado como una auténtica chatarra, pero el próximo paso es repararlo. Metidos de lleno en las hostias, la película ya no abandonará esa senda. Es cuestión de dejarte llevar por la aventura y la operación secreta sin fijarse demasiado si un auténtico ejército perseguidor es incapaz de liquidar a nuestro héroe ( el cine es una mentira y si el director consigue hacerte creer las imágenes maravillosas, pues ya te pueden contar las mentiras que quieran que acabarás creyéndolas), entonces puedes avanzar hasta el final que seguro te va a entretener. La trama no llega más allá de un juego de estos que no se para de matar marcianos o malos, eso sí, el valeroso Wick saldrá ileso de todos los fregados. En fin, cinta especial para amantes de las persecuciones y los tortazos.