Título original I don't Feel at Home
in This World Anymore
Año 2017
Duración 93 minutos
Director Macon Blair
Guión Macon Blair
Música Brooke Blair, Will Blair
Fotografía Larkin Seiple
Reparto Melanie Lynskey, Elijah Wood,
David Yow, Jane Levy, Devon
Graye, Chistine Woods, Robert
Longstreet, Derek Mears.
Quiero pensar que los problemas con esta película son solo míos, por mis bostezos y mis ronquidos, que no me han dejado ver ni oír nada, pero con todo y eso no me entran ganas de volver a pasar por el mismo suplicio. Y pensar que una película ganadora del festival de Sundance ( no me lo acabo de creer, ¿cómo serán los otras?) ya era suficiente como para echarle un vistazo con plenos poderes de ver una película interesante, que te diga alguna cosa, que te haga pensar, que te haga reír, no sé algo que merezca la pena, pero no, mejor ya no ver el resto de cintas del festival. "Ya no me siento a gusto en este mundo" de Macon Blair suena el título hasta largo y poco convincente. No sé, no merece la pena ni una triste crítica. El caso es que los inicios parecían esperanzadores, con una protagonista
asqueada del entorno y piensas bueno a lo mejor va de rollo existencial, pero poco tarda en torcerse y tomar un camino que no se sabe muy bien hacia donde quiere llegar.
El inicio parece que pinta bien:
una sanitaria que se topa con un puñado de mal educados en su camino como los
que nos encontramos a diario en la calle. Pero nada de eso será importante para
el desarrollo de la trama. A partir de un robo en la casa de la protagonista y
una muerte anterior, esa enfermera que se le acaba de morir en la cama una vieja,toma otros derroteros.
Se plantea el asco de vida que llevamos a nuestras espaldas y comenta: "yo me acuerdo de
las cosas que hicieron mis antepasados, sin embargo, todos esos conocimientos
serán humo y se desvanecerán cuando yo la palme". El mundo está contra la protagonista por la poca
solidaridad de la gente: dejan la mierda de sus perros en su jardín, el
consumidor que se coloca en la caja del súper rápida de cinco productos con un
carrito de cientos de ellos. Así sucesivamente donde el personal va a su puto
rollo sin atender a los demás que están a su lado. Todo el mundo es un
soplagaitas que solo se fija en su propia sombra. Sin embargo, la trama da un
giro bestial y deja esos problemas reivindicativos para centrarse en unos
macarras que le han robado el ordenador portátil. En definitiva, un galimatías
de guión que deja mucho que desear. Por lo menos tiene una cualidad: te hace
dormir de un tirón, hasta el final.
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