lunes, 31 de julio de 2017

White Girl



Título original White Girl

Año               2016

Duración       88 minutos

País             Estados Unidos

Director        Elizabeth Wood

Guión           Elizabeth Wood

Fotografía    Michael Simmonds

Reparto        Morgan Saylor, Brian Sene

                    Marc, Justin Bartha, Chris

                   Noth, Adrián Martínez, Indi

                  Menuez, Annabelle Dexter-Jones

                 Ralph Rodríguez, Anthony Ramos

                 Eden Marryshow, Celia Au,

                 Tamika Sonja Lawrence 

  
"White Girl" de Elizabeth Wood se mete en el pellejo de unos yonquis y unos drogatas para contar su existencia caótica. La película se centra en esos devaneos en la droga con impulsos de sexo a saco. No sabemos nada de la protagonista, interpretado por 

Morgan Saylor, de su pasado ni el de sus compañías, aunque nos lo imaginamos: infancia y adolescencia de penurias al margen de la vida cotidiana.

Posiblemente una espantada del colegio y de casa para postrarse en las esquinas a vender droga. Es una vida sin pasado ni futuro donde solo interesa vivir la vida actual de los impulsos que te da la droga y el sexo.

Ese personal que se mantiene al margen de la sociedad en su propio mundo underground donde queman sus últimas bocanadas de aire para ir a parar fiambres a una esquina de mala muerte.






La protagonista se cambia de domicilio y va a caer en un barrio donde se trafica con droga. Le mola esa compañía y no tardará en hacerse con su compañía ,pues le va la marcha de la droga  acompañada del sexo. Ahí se encuentra en su propia salsa. Las historias con sus personajes se quedan un tanto desamparados a la buena de Dios, en su propio mundo, vamos que no profundiza nada en sus vidas porque ya sabemos que no hay mucho más que contar: infelicidad y mal rollo. Son camellos, yonkis, drogatas sin rumbo ni destino que se sujetan a un presente agónico, ya que el pasado se borró del recuerdo y el futuro jamás llegará. Están solos en el mundo, hasta que llega el policía de turno que los arrastra al trullo. Así pues, toda la amalgama de desgracias que padecen los personajes no es suficiente para que la trama deja mucho que desear, pues no es cuestión de colocar detrás de la cámara a unos personajes marginales rechazados por la sociedad y que con ello te creen una cierta compasión, pues hay que ahondar más en sus vidas. Así las cosas, los protagonistas se ciegan a meterse droga y sexo hasta el culo para pasarlo pipa. En definitiva, una cinta con un tema muy trillado y con poca profundidad argumental.

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