El Fundador

Título original The Founder

Año                 2016

Duración        115 minutos

País                Estados Unidos

Director          John Lee Hancock

Guión             Robert D. Siegel

Música           Carter Burwell

Fotografía      John Schwartzman

Reparto          Michael Keaton, Nick Offerman,

                       John Carroll, Laura Dern, Linda

                       Cardellín, Patrick Wilson,B.J.Novak

                      Lauren Denham, Catherine Dyer,

                      Ric Reitz, Wilbur Fitzgerald.  

El inicio ya nos deja el poso del vendedor agresivo con un primer plano que intenta endosar su artilugio a un cliente. Convence a la cámana y a nosotros que estamos detrás, pero poco le durará la alegría porque el cliente físico que tiene delante no le hace el menor caso. El actor no podía ser otro que 

Michael Keaton, el cual, últimamente, está siempre en la línea de los premios Oscar: "Spotlight" de Tom McCarthy ( mejor película en 2015) donde la trama de pederastia oculta por la Iglesia Católica durante tiempos pasados, rebrota ahora con fuerza por medio de unos reporteros intrépidos; el año anterior, 2014, con una actuación muy destacada, aparece en 

"Birdman" del excelente director Alejandro González Iñárritu que bien podía haberle significado una estatuilla, pero se la arrebató 

Eddie Redmayne el actor de "La teoría del todo" de James Marsh . En su nuevo papel de vendedor lo tiene muy crudo, pues ha de colocar unos artilugios de exprimidor que nadie quiere o por lo menos no le hacen ni puñetero caso.Estamos en 1954 y, por lo visto, cualquier época es mala para vender un producto directo de puerta a puerta y de cara al cliente. No hay nada que hacer a no ser que le des en la cabeza con el exprimidor para que se lo quede. “El fundador” de Jhon Lee Hancck ( a este director le va lo de contar las historias reales y llevarlas a la ficción de manera acertada, por ejemplo, da vida a Walt Disney, papel encarnado por el polivalente Tom Hanks en

 “Al encuentro de Mr. Banks”) cuenta la vida agresiva de un vendedor ambulante. Esto viene a ser como una odisea por aguantar a duras penas  una vida rutinaria que se va a convertir en un aluvión de fama con su nueva propuesta sin precedentes. Un pedido fuera de lo normal le lleva hacia los creadores de lo que será en el futuro, gracias a él, la creación de la cadena más importante del mundo:

 Mc Donald’s. Su proyecto emprendedor y de visión del futuro le producirá problemas insalvables con su mujer, 

Laura Dern, que buscará a toda costa  retenerlo en el seno familiar. Sin embargo, su capacidad de triunfo es tan alta que ya nada ni nadie puede pararlo. Dejará el miserable vendedor para pasar a ser el fundador de la compañía más famosa del mundo.

La película habla de lo cerca que se encuentra la miseria y la derrota laboral del triunfo total. Son polos opuestos, pero pese a ello pueden juntarse. El protagonista, un vendedor de aparatos domésticos que no los vende ni regalados, pese a que le pone mucho empeño, encuentra por casualidad el filón de su vida. Es un profesional de las ventas, pero por mucho que le pone pasión no lo consigue, aunque una noticia al azar le abrirá las puertas del éxito. Ahora puede dejar de lado su miserable vida, pues ya está bien que te planten la puerta en las narices cada vez que intentes vender la jodida máquina, ya que eso va mermando la vitalidad del incombustible vendedor. Todo ello se produce en una ambientación perfecta de los años cincuenta: coches, vestuario. El sueño americano está detrás de este ciudadano corriente que ve una posibilidad de triunfar, de no ser un don nadie y conseguir la fama. Su mujer no lo ve nada claro y le frena en su ímpetu. Quiere retenerlo en casa, en el hogar familiar: "Hasta aquí hemos llegado con tus fantasías de perdedor, déjalo ya". Ante la negativa de su mujer y la nefasta proyección de los armatostes de tíos que regentan el negocio con poca proyección de futuro no le queda otra que seguir con sus sueños en solitario y meterse de lleno en la empresa de Mc Donald’s para comprarla definitivamente. Con ella, quiere crear un imperio de franquicias. Pero los futuros dueños no están en las clases altas sino en las personas con ganas de trabajar y que se arremanguen las camisas con la intención de progresar. Así es como consigue crear un imperio. Mc Donald’s ha dejado de ser un chiringuito bien organizado donde dan hamburguesas de calidad en una ventanilla para pasar a ser una nueva religión de la alimentación americana. De todos modos, no lo tiene fácil, pues se las tiene que ver con los hermanos creadores del negocio que son reacios a incrementar la producción, pero al final se las ingeniará para hacerse con el control de las acciones. En fin, una película sencilla, pero grata de ver.