viernes, 8 de junio de 2018

La librería



Título original The Bookshop

Año                 2017

País                 España

Duración          115 minutos

Dirección          Isabel Coixet

Guión               Isabel Coixet ( novela Penelope Fitzegarlt)

Música             Alfonso de Vilallonga

Fotografía       Jean-Claude Larrieu

Reparto           Emily Mortimer, Patricia Clarkson,

                        Bill Nighy, Honor Kneafsey, James

                        Lance, Harvey Bennett, Michael

                        Fitzgerald, Jorge Suquet, Hunter 

                        Tremayne, Francés Barber, Gary Piquer,

                       Lucy Tillet.


"La librería" de Isabel Coixet ( premio mejor película en los Goya 2018) recuerda sobre todo por su actriz principal, 

Emily Mortimer, protagonista de aquella excelente cinta "Match Point" de Woody Allen. Sin embargo, nada tiene que ver con aquella, aquí la protagonistas cuenta  sus pensamientos interiores y sus neuras. Su capacidad de fantasear con la ficción, la cual le lleva a tomar la determinación un tanto arriesgada que es la de  montar una librería. Su obsesión no tiene demasiado futuro, pues en el pueblo parece descabellado que alguien se disponga a leer más allá de unas hojas para emprender el sueño nocturno. Acaso la idea pase por convencer a los ciudadanos para que lean, pero parece harto complicado. El listón está muy alto, pero quien conozca su directora sabrá que el enfoque viene de una cierta sensibilidad, ternura y muy poca acción. Por lo tanto, el relato avanza sencillo sin demasiadas pretensiones que mostrar un retazo de vida. Sin más.




La escritora, lectora empedernida de libros, quiere montar una librería en un pueblo donde solo lee unas cuantas páginas un vecino. Ella desea que esas vidas de ficción que vive ella misma las puedan vivir otros seres. Nunca será un negocio sino una obsesión. Solo con llenar su casa de vidas de ficción ya le supone un motivo de satisfacción. Sin embargo, los vecinos no lo tienen muy claro por las preguntas que le hacen después de saber que abrirá una librería: “ y que cosas tendrá dentro de la tienda”.Ante tanta contradicción se refugia en su propio pensamiento que fluye por la pantalla en una voz en off que refuerza sus ideas. Si no se da ánimos ella misma no veo a nadie que se los pueda dar. Los vecinos del pueblo no están por la tarea y le colocan piedras en ese arduo camino. En definitiva, todo discurre con parsimonia, con una cierta paz interior que contagia. Sin embargo, el espectador que quiera marcha, aventura o intriga será mejor que tome otro camino diferente, porque aquí nada de eso va a encontrar.

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