martes, 12 de junio de 2018

Celestial Camel


Título original  Nebesnyy verblyud

Año                 2015

Duración         90 minutos

País                Rusia

Dirección        Yuriy Feting, Elzyata Mandzhieva

Música            Maksim Koshevarov

Fotografía       Anton Zhabin

Reparto          Mikhail Gasanov, Viktor Sukhorukov,

                       Petr Novikov, Irina Hurgunova,

                      Danzan Badrashkiev, Batr Mandzhiev,

                      Vitaly Makhov, Vitaly Nabditov.

Ver, nada más empezar, una cometa volando por el cielo ya pensaba que iba a contemplar algo parecido a "Cometas en el cielo" de Mar Forster y sus niños por las calles. Luego con la estepa de Mongolia rusa y un ámbito rural muy pronunciado me daba la sensación de entrar en "Dersu Uzala", aquella excelente película de Akira Kurosawa. Así, de entrada, con buenas vibraciones, había que dejar pasar más tiempo para ver dónde desembocaban aquellas imágenes sugerentes. "Celestial Camel" del ruso Yury Feting guarda una cierta conexión con “El olivo”de Icíar bollaín , aunque el tema nada tenga que ver con ésta, donde un olivo centenario se vende para paliar las deudas, pero la joven protagonista de la familia quiere recuperarlo a toda costa, pues es como si arrancaran de raíz un sentimiento humano y patrimonial. En este caso, viene a ser lo mismo, pero con un camello blanco. 

El animal se vende por ciertas necesidades económicas, pero su recuperación pasa por un el recorrido de aventuras varias. Las dos películas inciden en un campo nostálgico de las tradiciones de aquellos aspectos propios de la cultura o del territorio donde guardan una tradición  con nuestros antepasados. 

Película cercana a la producción Disney con un cucurucho enorme de palomitas y a disfrutar de las aventuras del niño. Con siesta incluida si es que llega.



La historia arranca cuando el padre de una familia de la estepa rusa vende un camello albino recién nacido. Esta operación no es bien recibida por su hijo que se niega a ello, ya que el camello albino es augurio de las esperadas lluvias. Pero la falta de dinero por el nacimiento de un nuevo hijo lleva al padre a tomar la fatídica determinación de vender al animal joven. El niño aprovecha la ausencia de sus padres, pues su hermano está apunto de nacer, y emprende la aventura en solitario junto a su motocicleta. Pasa por el desierto de un amarillento que contrasta con el cielo de un azul intenso. Muestra las peripecias de vida en ese ámbito rural. En definitiva, las lluvias tan deseadas serán augurio de bienes seguros.

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