martes, 4 de junio de 2019

Jawbone



Título original Jawbone

Año                 2017

Duración         91 minutos

País                Reino Unido

Director          Thomas Napper

Guión             Johnny Harris

Música           Paul Weller

Fotografía      Tat Radcliffe

Reparto          Johnny Harris, Ian McShane,

                       Ray Winstone, Michael Smiley

                       Atul Shama, Margaret Wheldon,

                       Dean Williams, Marilyn May James

                       Anna Wilson-Hall


Las primeras pinceladas ya nos introduce un caso de injusticia con una persona 

( Johnny Harris actor/guionista que se ha preparado un papel a su medida) abandonada a su suerte y con posibilidades de que le manguen su propio piso por no pagar. La historia, en sus inicios, bien la podría haber firmado Ken Loach por su cariz de protesta inicial. Lo cierto es que estamos ante un personaje que no aguanta burocracias injustas y se revela contra los estamentos. No importa que haya vivido durante toda su vida en un inmueble si detrás está la inmobiliaria carroñera que pretende demoler y construir nuevos pisos. "Jawbone" de Thomas Napper se adentra en las tripas de un boxeador, el cual se encuentra en la miseria actual ( no sabemos nada del pasado ni cómo ha llegado hasta aquí) 

El protagonista  es un perdedor y recuerda la cinta de Clint Eastwood "Million Dollar Baby" en aquella ocasión una boxeadora, Hilary Swank, en el papel de excluida de la sociedad. Otra película reciente en blanco y negro que toca el tema desde una vertiente humana es

 "El día más feliz de la vida de Olli Mäki" de Juho Kuosmanen. En fin, un tema demasiado trillado desde la saga de los Rockys, pero que todavía conserva un lugar donde habitan los hombres desalmados. 




La situación del personaje no pueden ser más desesperada: la casa donde ha vivido siempre esta precintada y  no le queda otra salida que tirarse a la bebida. La situación desesperada se ve a través de unos planos del careto agobiante de la angustia ante la marginación. Ya no sabe qué hacer ni dónde ir para resolver los problemas ni le queda lugar donde caerse muerto. La soledad del boxeador le lleva a concretar unas galas clandestinas, pues él ya no tiene licencia y su preparación dista de ser la mejor. En estas condiciones no puede ser otra cosa que carne de la lona donde puede caer y morir. Pero qué más da morir de abandono, de hambre o de golpes con puño. El entrenador que lo entrenó de niño le dice qué le ha pasado en todo este tiempo con lo encantador que era y la proyección personal que disponía. Cómo te has perdido de esta manera. Sin embargo, la cinta no se detendrá a explicar su vida pasada, pues parece que no merezca mucho más la pena que la actual. Las confesiones de éste hacen que la vida la vea de manera diferente que aprecie el día a día con más intensidad, Al final, como no podía ser de otra manera, un largo combate donde los golpes, el sudor, el griterío parece estar presente, tal es así que parece los recibamos nosotros directamente. El sufrimiento del púgil protagonista que aguanta la paliza del matón porque más palos da la vida y sigue aguantando puñetazos. En definitiva, otra de boxeo, donde prima la supervivencia del pobre miserable que ya no tiene donde agarrarse si no es en el combate a cambio de unos euros. El griterío se apaga en su mente casi inconsciente mucho más cerca de la muerte que de la vida.

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