jueves, 27 de enero de 2022

El buen patrón



Título original El buen patrón

Año                   2021

País                  España

Dirección          Fernando León de Aranoa

Guión               Fernando León de Aranoa

Música             Zeltia Montes

Fotografía        Pau Esteve Birba

Reparto            Javier Bardem, Almedena Amor,

                         Manolo Solo, Óscar de la Fuente,

                         Sonia Almarcha, Rafa Castejón,

                          Fernando Albizu, Tarik Rmili,

                          Celso Bugallo, Yael Belicha,

                           Martín Páez, Daniel Chamorro,

                          María de Nati, Mara Guil,

                          Pilar Matas.

El empresario que lo da todo por sus empleados, pues son una familia siempre unida, aunque no le tiembla el pulso si debe despedir a aquel que es poco productivo y es muy broncas. Hablamos de "El buen patrón" de Fernando León de Aranoa ( "Familia", película donde un soltero contrata a unos actores para que actúen de familia suya en el día de su cumpleaños; "Barrio" muestra la decadencia de unos adolescentes de familias con problemas en un barrio marginal) la aclamada película, veinte nominaciones a los Goya, que viene a ser el reverso de "Los lunes al sol", allí veíamos a los curritos que vagaban por la calle y los bares desalmados porque les habías cerrado la empresa. Caminaban como un fantasmas en una ciudad, 

Javier Bardem hacía el papel de Santa, donde el caradura  se aprovechaba del resto de compañeros y se iba quejando de la injusticia del despido. Veíamos la nula salida a un mundo laboral, por mucho que fueran a conseguir puestos de trabajo, solo les quedaba deambular sin rumbo por el campo de fútbol, unas horitas de canguro y otras juergas de bar en bar del barrio. Por mucho que intentaran una entrevista de trabajo no entraban en esa franja de edad laboral: jóvenes para jubilarse y viejos para trabajar.Pasados los años no ha cambiado mucho el panorama. En este caso, aquí el protagonista vive como Dios y pretende manejar los hilos de sus empleados como si fueran marionetas. Tiene contactos con la justicia, la cual con una llamada puede conseguir lo que quiera. El poder se rinde a sus pies y se mueve envuelto en un torbellino de trampas que él mismo se prepara. Su mano derecha, 

Manolo Solo, el cual aguanta porque el sueldo tira, pero cuando sacan los trapos sucios quedan los dos malparados, amo y empleado; la becaria 

Almudena Amor aparece como una flor de primavera, pero acabará siendo un clavo ardiendo y el despedido que cubrirá la montaña de la entrada de la empresa de pancartas. En definitiva, un empresario vividor heredero de una empresa de balanzas, el cual se siente dueño y señor de todo lo que le rodea.


El buen patrón es una especie de padrino con mano para conseguir lo que quiera. Puede sacar del trullo al hijo de un empleado que las ha tenido con unos inmigrantes en un parque. El empresario va directo a sus intereses sin rodeos, pero con sainete. Si no le interesa alguien lo condecora con un pin de la empresa y la da la patada en el culo muy atentamente que para eso somos todos una familia. El tiburón de la empresa quiere controlar todos los movimientos de sus empleados para que produzcan más. Sin embargo, no puede atar todos los hilos que le rodean y en alguno de ellos se encuentra atrapado. Ataca a dentelladas a todo aquel que se acerca por su territorio y se come al pez pequeño: chicas, jóvenes en practicas que lo alumbran y deslumbran, todo el que se acerca se rinde a sus pies. Él siempre busca soluciones que, en ocasiones, se le vuelven en contra con un "boomerang". Quiere controlar todo lo que está a su lado siempre y cuando impida  que su empresa funcione. Entonces tira de las leyes, los gobiernos o él mismo se mete dentro de las familias de sus empleados para solucionar los problemas. Hace, de vez en cuando, de fisgón de la vida privada de sus empleados mirando en Facebook. El empresario no sale de un lío y se mete en otro. En cambio, el empleado despedido en la puerta de la empresa, el reportero que quiere hacer una noticia de ese despido, el vigilante que hace piña con el despedido; la hija de unos amigos de siempre que entra en su empresa de becaria y tarda poco para tirársela, pero ella lo chantajea. En fin, los conflictos se le amontonan hasta el infinito.

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