domingo, 17 de enero de 2021

La inocencia




Título original La inocencia

Año                2019

Duración        92 minutos

País                España

Dirección        Lucía Alemany

Guión             Laia Soler y Lucía Alemany

Música           Óscar Senen

Fotografía      Joan Bordera

Reparto          Carmen Arrufat, Laia Marull, 

                       Sergi López, Joel Bosqued,

                       Sonia Almarcha, Josh Climent, 

                       Bogdan Florin  Guilescu,

                        Lidia Moreno.
      
"La inocencia" de Lucía Alemany  arranca a partir de la mirada de una adolescente que vive en un pueblo. Allí, en un ámbito rural y un ambiente estival, las vecinas salen al portal de la calle y sentadas en sillas a esperar a que aparezca el soplo fresco  del anochecer. 

Todos se conocen y la boca no hace otra cosa que destripar situaciones de novios y  de chismes de los jóvenes veraneantes. Las lugareñas se meten en todo lo que concierne a las familias, imponiendo su criterio y reprimendas las acciones sin contención. En ese ambiente juvenil y de fiestas de verano entra en juego el desmadre del  botellón, la música disco y las farras hasta las tantas. Lis ,

Carmen Arrufat, se ve arrastrada, sin que ella quiera, a unas amistades que no le beneficiarán en nada. Acompañada de una familia especial, la madre 


Laia Marull atormentada ( en un papel muy parecido al de "Te doy tus ojos" de Iciar Bollaín, donde era maltratada por un marido machista encarnado por Luis Tosar) por su marido, en este caso,

el padre autoritario Sergi López.




En un pueblo de veraneo donde las vecinas implantan normas de comportamiento, cuando los jóvenes del lugar están hasta las cejas de rayas. La protagonista se enrolla, un tanto de refilón, no quiere pero le viene rodado, con el camello del pueblo. Ella quiere divertirse y cuando acabe la ESO marcharse a estudiar un Grado Medio de circo, pues le gustan las piruetas. Sin embargo, su padre autoritario le cerrará todos los caminos a sus ilusiones. Ella, no quiere saltarse las normas básicas: nada de droga y farra nocturna, pero esto no le excluye pasárselo bien. Quiere disfrutar de las fiestas a tope. Todo se desarrolla en un ambiento de fiestas patronales de esa localidad donde las verbenas están en las calles, las luces, las procesiones con sus santos a cuestas, acompañados de los calurosos días. La fiesta nocturna se acaba en la mesa, en una bronca familiar, durante la comida cuando recibe una lluvia de preguntas de con quién estaba bailando la noche anterior y si fumaba. Allí se desencadena una discusión donde lleva la voz cantante y autoritaria del padre. El tiempo de vacaciones se mezcla entre disputas en casa, ligues por la noche y juegos lúdicos durante el resto del día. Sus amigas, adolescentes como ella, también tienen ganas de bulla y de juerga. Así,   se toman momentos sagrados de la procesión  como un pitorreo, la cual cosa molesta y llena de rabia a los habitantes del lugar. La bronca familiar junto con el juego amoroso mezclado con droga y las lenguas que no paran de hablar son la salsa constante de la película. Siguen las fiestas tradicionales; toro embolado, con fuego en los cuernos mientras el público le va dando patadas por aquí y por allá. En ese ambiente festivo, van apareciendo nuevos frentes de problemas. En definitiva, un momento de alegría que acabará en drama tras una triste noticia, pero siempre quedará la posibilidad del circo. Toda ella tiene un aire fresco y muy realista.

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