Título original Bull
Año 2021
Duración 87 minutos
País Reino Unido
Dirección Paul Andrew Williams
Guión Paul Andrew Williams
Música Raffertie
Fotografía Ben Chads, Vanessa Whyte
Reparto Neil Maskell, David Hayman,
Kellie Shirley, Jay Simpson,
Tamzin Outhwaite, Chis Coghill,
Jake Davies, Kevin Harvey,
Elizabeth Counsell, Ajay Chabra,
Jason Milligan.
"Bull", interpretado por
Neil Maskell del director Paul Andrew Williams, es un sicario a sueldo, el cual no tiene ningún escrúpulo en cortarle los dedos de una mano con un cuchillo de matarife para presionar a un tío para que firme unos contratos. Eso sí antes le preguntará con qué mano firma. Ese animal frío y sin sentimientos hacia las personas, excepto con su hijo que tienen un especial cariño y una desmedida felicidad, no le temblará el pulso cuando corta la carne humana. Intimidar con violencia extrema o matar es su profesión y aquel que se las gasta morirá.La historia empieza desde el desconocimiento total de ese personaje que tiene hambre de venganza.
El personaje siempre tiene a mano el cuchillo gigante que aparece en el momento más preciso para clavar o seccionar un miembro humano y dejarlo que se desangre como un cerdo. El corte es certero, silencioso, preciso sin titubeos. El sicario trabaja para su suegro que ostenta una banda de mafiosos que obligan a realizar contratos oscuros. Él, después de diez años en la cárcel, sale ahora con ganas de venganza contra aquellos que habían sido sus compañeros de profesión. Su intención está en matarlos a todos aquellos que le quitaron lo que más quería: a su hijo. Además atentaron contra él dejándolo maltrecho por culpa de su madre, su exmujer e hija del mafioso de su suegro. Debe recuperarlo porque se encuentra enganchado, no se sabe dónde, por la droga. Va liquidando sutilmente a los componentes de la banda: cuchillo que atraviesa la garganta, otro que se clava en el corazón, alguno en la pierna y ahí lo deja sangrando, en la atracción de un tiovivo, también es capaz de seccionar un brazo y calentar el muñón en un fuego para que no se desangre y le lleve a la pista de la casa de su mujer. Todo ello con un semblante impasible, tranquilo. No importa que rajen a su madre porque él se encargará de rematarla para que no sufra. Esa frialdad del asesino sin compasión contrasta con el amor que ofrece a ese niño, su hijo, abandonado de su madre, drogadicta, que también recibirá su premio. En definitiva, el asesino ajusta las cuentas pendientes en el tiempo y con ello ya se siente satisfecho.
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