miércoles, 10 de julio de 2024

Un lugar por el que luchar


Un tipo que sale de la nada, del medio del bosque, interpretado por François Civil


se inserta en una protesta violenta que se está gestando en una manifestación sobre el medio ambiente. Es un infiltrado del estado que pretende sacar información de esa organización ( ZAD zona a defender) que les está jodiendo por sus constantes huelgas y acampadas en la zona. La película "Un lugar por el que luchar" de Romain Cogitore buscará que el enemigo llegue a identificarse con la banda de naturalistas con pelos de rastas. Resulta extraño que pase desapercibido, pero como se adentra en la lucha como uno de ellos e incluso es herido por la policía, pues la aceptación, en un inicio, es total. Este grupo de activistas quiere impedir a toda costa que construyan una presa en esa zona que inunde toda la comarca y su ecosistema natural. Myriam que es la chica que lo ha ayudado cuando está herido, interpretado por la actriz argelina 



Lyna Khuodri ( protagonista de "Papicha, sueños de libertad" de Mounia Meddour), será la persona en la que se cubrirá del resto de activistas. La aventura amorosa que pasa con ella, traerá frutos nueve meses después y esto generará dudas en el topo. No puede abandonar a un hijo al destino de un colectivo de activistas que pasa completamente de las condiciones de un niño, incluso de que exista, pues no dispone de documentación alguna. 




Este hecho le generará al protagonista una obligación por esa familia que se ha formado sin que él lo quisiera. Esa disputa lleva le hacia un callejón sin salida. En fin, no sabe como salir del atolladero en que él mismo está metido, puesto que no quiere abandonar a su hijo ni a la chica con que tuvo un rollo ni tampoco  dejar de lado su vida de confort actual.

Título original Une zone a defendre

Año                  2023

Duración          103 minutos

País                  Francia

Duración           Romain Cogitore

Guion                Romain Cogitore

Música               Mathieu Lamboley

Fotografía          Julien Hirsch

Reparto              François Civil, Lyna Khoudri.

                           Nathalie Richard, Félix Bossuet,

                           Nico Rogner, Giacomo Fadda





La infiltración en el grupo verde toma tintes de realidad en cuanto ven a un tío que ayuda enérgicamente a los heridos, incluso él mismo cae porque le da un proyectil en una pierna. La activista que consigue curarlo es el enlace para que él, un topo de la policía o de la empresa multinacional, pueda ingresar en el grupo sin sospechas. La busca para que le consiga una cama donde dormir, pero antes de ello ya están enrollados en la oscuridad del bosque. Ese espía que ha entrado de lleno en la mujer con una historia falsa de identidad se verá atrapado por un  acontecimiento inesperado. Sin embrago, él sigue con el plan establecido desde el principio: colocar dispositivos dentro del portátil de los cabecillas para robar información. Acabada la trifulca vuelve a sus despachos, pero debe retornar su doble acción:  domina el trabajo de oficina y las artimañas del espía para montárselo en los momentos de dificultad como por ejemplo, abrir puestas de coche con un hilito de alambre o copiar llaves con un trozo de celo. Dos años después, ese niño que se ha encontrado en una cuna llorando, resulta que es su hijo de aquel único rollo que tuvo con aquella chica. Cuando llega ella y se lo explica se queda casi sin habla. No acaba de creérselo. Se le ha venido el mundo encima. Es justo lo que menos esperaba: ser padre sin quererlo. El niño se encuentra en esa especie de comuna por el suelo y medio abandonado, por eso su padre quiere cambiarlo, pues está lleno de barro. Se siente atraído por ese hijo que gatea entre la suciedad y se lo comenta a su madre que se queda indiferente. Es decir, en ese momento,  entra en las contradicciones de seguir con su trabajo de agente o dedicarse a su hijo. Ese hecho, que él no quería que pasara, le va a causar ciertos contratiempos. Así las cosas, se siguen complicando porque él quiere darle dinero a la madre para que le compre pantalones porque no quiere que vaya como un mendigo, pero ella dice que da igual porque no está ni siquiera registrado. No existe para la civilización. El espía se enciendo de rabia porque es su hijo y no lo puede tolerar además de no estar en el registro civil y eso es un delito. Con todo, el topo aparece y desaparece sin causar grandes sospechas. Los problemas se suceden en esa doble contradicción que no sabe como afrontar, puesto que  no puede seguir con la doble vida y ver la miseria de su hijo delante de sus narices. En definitiva, el policía quiere abandonar el puesto para entregarse a su chica, pero el mundo que le rodea no le deja que tome este camino porque los compromete en el caso que salga a luz la noticia en los medios de comunicación.

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