interpretado por Deniz Celiloglu que realizará las prácticas aquí, pero su intención es pirarse cuanto antes a Estambul. Vemos la estructura de las clases, los niños muy bulliciosos, donde un profesor recién llegado aplica mano dura a cualquier inicio de levantar la voz. Su mecanismo es el de plasmar un dibujo en el proyector y que lo dibujen, no es necesario que sea el mismo, pueden innovar. Además, en esas clases, por sorpresa, se realiza un chequeo de las carteras por medio de otros profesores para ver qué pillan en las carteras: navajas o cartas de amor que son requisadas.
El tono o la forma de hablar entre ellos casi siempre es despectivo. Ya en el pueblo, en el inicio, el inspector jefe habla de malas maneras a sus inferiores, sin respeto e incluso insultándoles. Por lo tanto, impera la forma tosca y abrupta de los individuos hacia el resto. Así sucede, por ejemplo, con el director cuando dice que le traiga un té y lo hace como si diera una orden poco menos que militar, un mandato con un tono de cabreo. Sin embargo, la alarma sobre una conducta inapropiada llega al gobernador porque acusan a dos profesores de sobrepasarse con los alumnos. Evidentemente les comunica que todo se va a investigar. Estamos ante un tema similar al que se desarrollaba en "La caza" de Thomas Vinterberg donde una niña pequeña mentía y comentaba que había sufrido abusos sexuales de su profesor cuando solo estaba en su imaginación, pero todo el vecindario, incluso amigos se cebaron con violencia contra el profesor sin haber hecho nada. Ante esa noticia, la violencia, por parte del profesor cambia dentro del aula, va en aumento. muestra su enfado con malos modos y cabreo. Así, se pasa de un profesor empático y de buen rollo a ser una persona encabronada con los alumnos que lo han hecho que se maleara. La historia se va por otros derroteros y lo que más le interesa al protagonista, interpretado por Deniz Celiloglu, es pasar rápido el año y pirarse de allí. Además mantiene una conversación acalorada de preguntas sin respuestas con una compañera,
interpretado por Merve Dizdar (mejor actriz en el festival de Cannes 2023), que se saldará con un final amoroso. En fin, mantiene atento las situaciones y el existencialismo que se plantean los personajes ante su vida, pero hay que tener cuajo para aguantar 197 minutos.
Título original Kuru Otlar Ustune
Año 2023
Duración 197 minutos
País Turquía
Dirección Nuri Bilge Ceylan
Guion Akin Aksu, Ebru Ceylan,
Nuri Belgi Ceylan
Fotografía Cevahir Sahin, Kursat Uresin
Reparto Merve Dizdar, Musab Ekici,
Deniz Celiloglu, Ece Bagci,
Erdem Senocak,
Munir Can Cindoruk,
Onur Berk Arslanoglu
El profesor nuevo llega a un pueblo perdido en los confines de Turquía y el policía que lo atiende a las primeras de cambio ya lo está liando con una profesora para que se enrolle. La idea de esos profesores está siempre en la conversación: largarse de ese medio inhóspito y rural para aterrizar en la ciudad, Ankara o Estambul. Siguen las conversaciones triviales que si hay que salir a visitar lugares fuera del agujero en que se encuentran, pero no se puede con esta ventisca, si no se hace nada es inaguantable, aunque es muy peligroso. Así, no quieren asumir riesgos, pero se ahogan en ese lugar. Tapados y aislados por ese gran abrigo blanco. La acción dramática se dispara en cuanto hay una denuncia sobre dos profesores de abusos hacia los alumnos. Después de la bronca con el gobernador se reúnen con el director y le piden explicaciones sin atenerse a tanto secretismo de quiénes son los denunciantes. Quieren saber qué carajo han hecho mal porque no se lo explican. Los profesores se tiran a la yugular del director porque ha pasado la denuncia a las dependencias superiores sin informar ni escuchar a los profesores comprometidos en la acusación. Ponen a parir al director que ya no sabe por dónde salir. Al final, canta comentando que uno ha pellizcado a una alumna y el otro le ha tocado el hombro, a todo ello se "descojonan" los acusados. Ante ese panorama de mentiras, las clases se van a radicalizar por parte del profesor que a la primera de cambio que no le hagan caso o hablen demasiado les responderá con violencia: "aquí vais a llegar a recoger azúcar y patatas para los ricos", les recrimina con malos modales, que no tienen salvación en la vida y serán unos miserables. Nadie será un artista, mientras lanza un rotulador al aire, pero grita "silencio". La cual cosa chivarán enseguida a su director que lo llamará al orden. La situación se irá enojando más hasta que se da cuenta de que está allí de paso y consiste en aguantar un año y ya está. Pero, con todo ello, seguirá atosigando a la alumna chivata hasta el final. En esas que se reúnen los dos profesores denunciados y comentan que estarían más tranquilos y mejor si fueran pastores en vez de dar clases en la escuela. Su compañero confiesa que no sabía si alegrarse o entristecerse cuando empezó a dar las clases: "estaba alegre y dolido al mismo tiempo". La historia toma un giro ( no me extraña con tres horas por mucho que haga las tomas con reposo ha de entrar en la acción más temas) diferente con una relación con una colega de profesión. En una cena en la casa de ella se produce un diálogo largo donde se recriminan sus comportamientos en la vida: ella activista y con ganas de cambiar las injusticias del mundo, fruto de ello se le fue al carajo una pierna; él apático con las teorías de cambiar el mundo, prefiere seguir en solitario. Considera que no merece la pena molestarse por el mundo. Finalmente, impera el planteamiento de la fugacidad de la vida y que no vale la pena darle tantas vueltas y, por ejemplo, estudiar tanto para llegar a eso donde estamos. Así, todo se puede solucionar con un buen polvo. La estación invernal dará paso a un verano de coloridos verdes que desembocará en la hierba seca que viene a ser el proceso de la naturaleza y de los humanos una vez acabado el proceso de la vida. Intenta generar dudas en el espectador y con imágenes impactantes. Eso.
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