viernes, 12 de julio de 2024

Bikeriders. La ley del asfalto



"Bikeriders. La ley del asfalto" de Jeff Nichols ( director de temas variados como en "Take Shelter" donde mezcla el terror de lo sobrenatural con el drama; "Mud" un asesino y unos niños que se cruzan en el camino; o "Loving" que narra el amor imposible entre un blanco y una chica negra) ahora se clava en los años sesenta en un local de unos aficionados a las motos  las motos. Son moteros de chaleco que van con  la Harley Davinson y luego pasarán a  la chopedd más ligera, modificada con manillar alto y más velocidad. 




La chica, Katy, interpretado por Jodie Comer, que se mete de lleno en ese ambiente de los moteros ( club los vándalos) allí se queda flipada por Beny, un colgado guaperas, interpretado  por Austin Butler ( actor de la película "Elvis" de Baz Luhrmann que deja hipnotizada a la chica.



La única pasión que tienen es la de apretarle la oreja al manillar de su moto, reunirse con los colegas para jugar al billar y colgarse del botellín de cerveza. Disfrutan con ello. Gozan de la velocidad que al mismo tiempo les proporciona libertad y se escaquean de las persecuciones policiales porque se han pasado varios semáforos en rojo. 




Al frente de la organización se encuentra el jefe, Johonny, interpretado por Tom Hardy ( clava el papel con una imitación del gran M. Brando en "Salvaje" de Laszlo Benedek) es una figura clave en esa organización que no se mueve ni un dedo sin su permiso. Está dispuesto siempre a romperle la cara con aquel que le lleve la contraria. 




 Finalmente, la pasión de los moteros tira más que la propia familia. Es un mundo al margen de su otra realidad. El amor a toda una especie de símbolos tira más que el amor de una mujer que insiste y hace todo lo que está en sus manos para que su marido deje de una vez por todas a ese club de rudos moteros donde se dejará la vida.

Título original The Bikeriders

Año                 2023

Duración         116 minutos

País                 Estados Unidos

Dirección          Jeff Nichols

Libro                 Danny Lyon

Música              David Wingo

Fotografía         Adam Stone

Reparto             Jodie Comer, Michael Shannon,

                          Austin Bulter, Norman Reedus,

                          Tom Hardy, Boyd Holbrook,

                           Mike Faist, Damon Herriman,

                           Beau Knapp, Karl Glusman,

                           Emory Cohen, Toby Wallace,

                           Will Oldham, Paul Sparks,

                           Happy Anderson.




La chica en una lavandería cuenta a otras amigas su experiencia con al velocidad de la carretera y su chico el motero. Todo ello, con un micro en la mano, queda recogido por un reportero que quiere averiguar la historia de ese club tan peculiar de Los Vádalos. Ella, por buscar aventuras, entra en el antro donde ve al presumido de turno, encantador de serpientes que en unos minutos ha dejado hipnotizada a la chica. Ese tipo impasible es especial, no le importa que lo rechace una mujer, porque es capaz de quedarse toda la noche montado en el sillín de su moto, con el suelo lleno de cigarrillos  hasta que se haga de día y ella salga de su casa espantándolo como a una moscarda pesada que nunca se va. No le importa esperar hasta que caiga en sus brazos. Un motero no abandona su plan, aunque lo desprecien, mantiene la perseverancia e insiste. Ella no podrá resistir el empuje y se casará unas semanas después. Así, los moteros son gente que a menudo se les va la pinza y se lían a dar hostias. Si es un grupo diferente del suyo, las dan con más ganas, pero entre ellos mismos también se calientan a tortas.  La trama violenta pasa a mayores a partir de una pelea en la cual el chico guapo de la pandilla acaba apalizado y con el pie colgando. Aquí se inicia una carnicería sin fin. Los vándalos tienen una zona en el bosque de reunión. Allí van otras cuadrillas para insultarlos y meterse mamporrazos. Muchos de ellos son perdedores que ante la imposibilidad de un triunfo en la vida se refugian en su moto y vuelan libres. La tensión entre los componentes del grupo se hace cada vez más insostenible y ella, la chica del motero, que se ha visto brutalmente acosada, le comenta que ya no puede más y que o lo deja o será ella la que abandone. En definitiva, es una peña un tanto pirada, lo primero su moto, las chupas, el billar, las cervezas y tabaco a punta pala; luego el resto. Todo un ritual de insignias que los mantendrán colgados. Sienten con todo una religión inseparable. De tal manera que se dejan cortar la cabeza antes que abandonar la cazadora con las insignias de la banda  también cuentan y la chupa con el nombre del club LOS VÁNDALOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página