Salve María

 

"Salve María" ( reciente ganadora a la mejor película en los premios Feroz 2025) de Mar Coll ( directora con capacidad de observación de los pequeños detalles que llegan al espectador como sucedía en su película "Tres días con la familia" o la naturalidad de sus personajes en sus series, por ejemplo, en "No me gusta conducir" "Esto no es Suecia")  indaga, en este caso, en la condición humana y sus capacidades de aguante ante un momento delicado de la maternidad. Una madre joven, interpretada por Laura Weissmahr, 

que acaba de tener un hijo se enfrenta a la dificultad de soportar la presión de unos momentos de estrés. Ya se inicia de noche con el bebé llorado sin cesar, una ventana rota por donde entra el frío. La jodida ventana implica que se cuele por ahí un cuervo con presagios funestos. Condiciones adversa que llegan en un momento de indecisión y castiga psíquicamente a la madre. Ella se siente sola, porque el marido, interpretado por Oriol Pla

( excelente interpretación en la serie "Yo, adicto" de Javier Giner y Aitor Gabilondo) está metido de lleno en su trabajo y considera que su mujer ya se las apañará sola con el bebé recién nacido. Muestra empatía con ella y ayuda, cuando le dejan sus tareas profesionales, pero no es capaz se saber que ella, la madre, no se encuentra con fuerzas para afrontar la nueva situación. Aquí hay ciertas similitudes con la excelente "Cinco lobitos" de Alauda Ruíz de Azúa, se podía pensar en una continuación de ésta, pero va mucho más lejos en el estado alterado de la madre. A todo esto, por si faltara poco, una noticia en la tele donde una madre se carga a sus hijos, dos gemelos de diez meses, creará una incertidumbre y una cierta ansiedad en su conciencia. 

Finamente, la frontera entre el bien y el mal es muy estrecha y el personaje camina en esa línea sin estar segura de lo que hace. La situación la lleva a un trastorno emocional que nadie aprecia ni es capaz de ver. Mantiene el ambiente terrorífico de lo que pueda pasar con el bebé.

Título original Salve María

Año                 2024

Duración         111 minutos

País                 España

Dirección         Mar Coll

Guion               Mar Coll, Valentina Viso

Novela             Katixa Agirre

Música             Zeltia Montes

Fotografía        Nilo Mur

Reparto            Laura Weissmahr, Oriol Pla,

                         Giannina Fruttero, Magali Heu,

                         Sam Avtaev, Julie Maes,

                         Belén Cruz, Karim Belayane.

La condición de pasar de mujer libre y sin ataduras a madre, en ocasiones, comporta momentos de estrés, ya sea  los llantos del bebé, la poca ayuda y se forma una bola de dificultades que se almacena en la conciencia de la madre y no se pueden superar. Esa nube de problemas causada por el nuevo estado crea una ansiedad extraña en la madre casi asesina. Su disposición inicial es hacerlo todo lo bien que puede, perfecto si puede ser, pero las cosas le van como el culo y su estado se agrava. Por si faltaba poco, un cuervo interfiere en medio de esa habitación que como pájaro de mal agüero anuncia que algo malo va a suceder. Ella es una madre buena y sensible, pero las adversidades se ceban con ella. El marido le quita hierro a la situación que vive su mujer y se preocupa por sus cosas. No está a la altura: dos ratitos con él y se abre a la calle.  Así pues, un bebé, que llora sin cesar, porque le duele la barriga, hambre o lo que sea, es capaz de sacar de quicio a su madre que no entiende qué hacer para calmarlo. Después de una noticia macabra del asesinato de una madre a sus hijos salida en las noticias, la protagonista siente dentro un sentimiento extraña hacia ese hijo que quiere pero que le resulta difícil resistirlo. De tal manera que el entorno que le rodea le está jodiendo la vida y encima el bebé no ayuda en la convivencia del día a día. Mientras sucede esto y mantiene entre sus manos a su niño, la noticia del asesinato de los gemelos le ronda por la cabeza. Y el espectador piensa que de un momento a otro se lo va a cargar. El problema es que ella no está bien, pero nadie se da cuenta. Su compañero, comprensivo y cuidadoso, no entiende que su mujer está necesitada de ayuda, ya no tanto por el bebé, sino por ella misma que está pasando una crisis. En ese estado de ansiedad personal, hace que le atraiga la noticia del suceso macabro de las gemelas asesinadas. Y aparece el sentimiento de culpabilidad de ser una mala madre. Avanza la acción junto a una conocida con otro bebé que mete más obsesión permanente sobre cargarse a bebés. Su cabeza trastornada y las malas compañías la llevan a un lugar terrorífico. Y los llantos del niño continúan invadiendo el entorno. La directora lleva el conflicto hacia un estado de terror por la situación desestabilizada de la madre y el peligro que corre el bebé en sus manos. Ella se siente obsesionada por el hecho y se acaba por creer que la suicida es ella misma. Es escritora y recopila datos, visita los lugares de la asesina y escribe sobre ello; lo que ayuda negativamente en su ansiedad psicológica.  En fin, la maldad se encuentra escrita dentro del ser humano y dependiendo de unas situaciones particulares puede asomar y asesinar como la madre de la noticia. Somos todos asesinos en potencia dependiendo de unas situaciones límites o llevamos la bestia a cuestas que es capaz de aparecer de esos estados de depresión del humano.