viernes, 30 de mayo de 2025

El jockey




 "El jockey" ( Premio Horizontes en el Festival de San Sebastián 2024) de Luis Ortega  se ordena desde el caos. Su guion rarito se ha de construir a partir de los personajes y sus coreografías con bailes adjuntos que llenan los ojos de colores. Esto llama la atención y te hace seguir adelante.



 La historia sigue a un jockey, interpretado por Nahuelt Péres Biscayart, que ha llegado a la cúspide de su carrera y ahora toca la caída en el pozo más profundo.



 El éxito le ha llevado a las drogas y el alcohol, pero a su lado se mueve mucha pasta y los mafiosos que lo acompañan en ese viaje quieren más rentas a costa del pringado. Su chica, interpretado por Úrsula Corberó,




 también se dedica a las carreras y sube como la espuma, pero está embarazada y pronto deberá descabalgar y dedicarse a otra cosa. El famoso corredor se da una hostia tal en una carrera que queda tan grogui que ya no sabe ni en qué mundo se encuentra. Así, el pringado se pone a deambular por las calles de Buenos Aires sin rumbo. En ese deambular suceden extravagancias varias.



 En fin, el jockey recorre situaciones y lugares surrealistas que en ocasiones son los estados en que su mente se encuentra y en otros unos habitantes particulares que se le cruzan. Me ha dejado indiferente.

Título original El Jockey

Año                2024

Duración        97 minutos

País                Argentina

Dirección        Luis Ortega

Guion             Luis Ortega, Fabián Casas,

                       Rodolfo Palacios

Música            Sune Wagner

Fotografía       Timo Salminem

Reparto           Nahuel Pérez Biscayart, 

                        Úrsula Corberó, Daniel Giménez,

                         Mariana Di Girolamo, Osmar Nuñez,

                         Daniel Fanego, Luis Ziembrowski, 

                         Roberto Camaghi, Adriana Aguirre,

                         Roly Serrano.




El colorido de los bailes en los vestuarios del recinto donde se celebran las carreras es atractivo. Sabemos de qué va esto porque las imágenes son muy descriptivas: el tipo grogui en un bar de mala muerte, completamente borracho unos minutos antes de la carrera. Los mafiosos que asoman la nariz con la intención de llevarlo a su lugar, que monte en su caballo ya, a rastras. El declive de un ídolo es lo que se muestra nada más empezar, porque empina el codo sin parar y se mete una raya hasta el fondo de la nariz. Así las cosas, lo más probable es que a las primeras de cambio se pegue un hostión que se quede para el arrastre junto con su caballo llegado en avión directo de Japón. Eso es lo que sucede, pero enseguida se pira del hospital, medio convaleciente, con la cabeza vendada y con una abrigo de mujer. Deambula por las calles sin sentido. Va por el mundo como un extraterrestre recién aterrizado de otro planeta. Mientras su chica y los mafiosos siguen las huellas del loco para recuperarlo.  Ese disparate de tío que divaga por ahí, muestra el fluir de la vida fuera de su ámbito personal. Los mafiosos lo quieren en sus manos vivo o muerto, porque se ha cargado el caballo de los japoneses y las desgracias que ha causado en su accidental carrera y lo va a pagar caro. Finalmente, mientras el Jockey con su abrigo de mujer y el vendaje que cubre su cocorota, pasea por las calles de la ciudad y se encuentra a personajes típicos de allí, marginales y con mala leche. Detrás de él van los matones que quieren apresarlo o liquidarlo, quitárselo de en medio, hundirlo porque es un barco a la deriva. Todo esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página