Lucy, interpretado por Dakota Johnson, ( ese es el nombre que le dieron a un esqueleto de más de tres millones de años y tomó el nombre gracias a un canción de los Beatles que oían en ese momento Lucy in the Sky with Diamonds y marcó un hito porque dio peso a la evolución para decir que no fue un proceso lineal, sino que se produjo escalonadamente) trabaja en una empresa que se dedica a liar parejas que se entiendan y se casen.
Así, por ejemplo, a esa agencia llegan mujeres que piden un tipo de hombre para ellas: alto, elegante, guapo, y con dinero. "Materialistas" de la directora Celina Song ( directora de "Vidas pasadas", aquella historia de una pareja que se ama a una temprana edad y se ven obligados a separarse). Arranca con un inicio prehistórico de una pareja de primitivos en una cueva y el hombre regala un anillo de flores a su mujer como una forma de gratificación o una señal de su amor. La protagonista tiene un trabajo que consiste en hacer de Celestina actualizada ( la de Fernando Rojas del libro La Celestina era mucho más fea, cutre y era capaz de engañar con argucias y brujería, pero al fin, la misma tarea, enredar a la pareja para sacar un botín personal): calibrar posibilidades económicas de la pareja y mediar para que se enrollen a cambio de una pasta gansa.
En fin, la capacidad de esa chica es la de medir las condiciones positivas de un hombre y que cuadren con las expectativas de la mujer. Y el título lo dice todo: somos materialistas y eso, el dinero, los coches, los restaurantes de lujo mandarán frente a un amor limpio, pero pobre. Eso es lo que hay.
Título original Materialistas
Año 2025
Duración 109 minutos
País Estados Unidos
Dirección Celine Song
Guion Celine Song
Música Daniel Pemberton
Fotografía Shabier Kirchner
Reparto Dakota Johnson, Chis Evans,
Marin Ireland, Pedro Pascal,
Louisa Jacodson, Zoe Winters,
Dasha Nekrasova, Will Fitz,
Sawyer Spielberg, Fernando Belo,
Rachel Zeiger-Haag.
Lucy es una mujer apuesta, brillante e inteligente que su tarea es enrollar a la pareja que no sabe cómo encontrar su media naranja. Ella está acostumbrada a ligar para los demás y a hacer una especie de Celestina que acuerda pactos matrimoniales a gran escala. Mantiene una relación amorosa con un chico joven de baja condición, artista y camarero en sus ratos libres. Y llega un momento en que personajes de talla burguesa le echan los tejos a ella. Ella ve, como en un sueño, lo que le pasará como siga con ese chico sin plata ( pasa un año y esos enamorados que se casan y mantienen discusiones por aparcar en un parking que les cuesta un dineral en el centro). Este, el novio, genera una discusión hasta que Lucy le recrimina que se ha casado con un pobre. Es decir, se plantea, interiormente, que el amor sin pasta lo es todo, porque ser un jodido miserable no lleva a otra cosa que al mal rollo entre la pareja. Ahora, ha conocido a un tipo que se la quiere ligar y para ello la invita cada día a un restaurante de lujo. Ella le indica que está invirtiendo demasiado dinero en ella. Le hace la radiografía: es guapo, es un galán, rico, tiene buen gusto: eres perfecto, un diez de diez-le dice ella, después de examinarlo. En cambio, yo soy una mujer que trabaja, ya mayor y con menos años para quedar embarazada-le sigue diciendo y eso lo complica todo para encontrar la pareja. Así, le comenta que es el polo opuesto a él y que no es buen partido para casarse con ella. Puestas las cartas encima de la mesa y descubiertas, ya pueden echar un polvo con plena libertad. Sin embargo, su novio queda un tanto relegado en esta relación de amistad. Y el guionista se recrea en esa doble vertiente, por un lado el novio arruinado que vive poco menos que en la miseria en un piso patera donde pisa condones usados del borracho de turno que folla en una habitación al lado; por otra parte, su la nueva pareja multimillonaria que ha ligado y folla entre algodones, en un piso que ocupa dos manzanas como mínimo. Pero no se ve con ese ricachón porque considera que no es de su condición, por eso vuelve con su anterior novio y las cosas no mejoran porque sigue vigente la precariedad de ese tipo pobre. Para acabar, la directora incide en esas relaciones de pareja, en la necesidad de unir amor e intereses económicos. Bueno,
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