Título original Anomalisa
Año 2015
Duración 90 minutos
País Estados Unidos
Director Charlie Kaufman, Duke Johnson
Guión Charlie Kaufman, Dan Harmon
Música Carter Burwell
Fotografía Animación
Reparto Animación
"Anomalisa" es un juego de palabras
de los protagonistas entre anomalía y Lisa que es el nombre del nuevo ligue. La película va de guiñoles que desnudan las vidas humanas. Con ellos, Los creadores , Charlie Kaufman ( retorcido guionista que ya realizó " Olvidate de mí" y " Cómo ser John Malkovich") y Duke Jhonson, pretenden distanciarse de la realidad, pero tocan los mismos temas anodinos de la propia realidad. Esto hace ver las cosas con una perspectiva alejada, diferente.Al principio, el espectador puede pensar eso no va conmigo, porque son muñecos imberbes, inexpresivos, que carecen de vida y sentimientos. Sin embargo, es justo eso lo que se
busca: una sensación de asqueo por la situación patética de la vida. Son tan
anodinos los movimientos de los monigotes
como lo son los movimientos de los reales.
Pero, al menos siempre hay algo positivo para destacar, en cuestiones de cama parece que sea el lugar donde más se asemejan a los humanos. Será que el sexo es lo único que mantiene viva la llama de alegría y felicidad del ser humano. La película deja el poso o la sensación de desnudar las crueles verdades de la vida. De la misma manera que el borracho o el tonto suelta las verdades que le vienen en gana en el momento que las tiene y sin contenerse, sin importarle lo más mínimo si le duele a alguien. Aquí sucede lo mismo, esos personajes que parecen de plastilina nos muestran el comportamiento rutinario y anodino de las personas ante la vida. El protagonista es un famoso conferenciante que incluso ha escrito un libre, sin embargo, no está exento de plantearse qué carajo hace con su puta vida y qué cojones de dirección está tomando. Parece un alma en pena que divaga por el mundo, un personaje perdido en un hotel rutinario. Busca el amor olvidado durante años, el cual le da una calabaza como un piano, a ver qué se cree que la va a llamar al hotel para follar cuando a él le venga en gana, faltaría más. Aunque no desfallecerá y pica puertas del hotel para encontrar lo que busca a toda costa. Son necesidades que necesita cubrir porque no las encuentra en su matrimonio. Una vida llena de triunfos y al mismo tiempo de fracasos. La vida entendida como un fraude incluso cuando consigues las metas, porque al final las rutinas se imponen a la creación. La vuelta al hogar no es sinónimo de felicidad sino de fustración. Ahí están la mujer, el hijo y los amigos que lo esperan cariñosamente para darle una sorpresa. Sobre todo el hijo que en lo primero que pregunta es en el juguete que le ha traído antes que abrazarle y mostrarle su cariño. En definitiva, los guiñoles muestran una perspectiva de la realidad desde más lejos como si no fuera nuestra propia caricatura, así pasaba, por ejemplo, con el programa del canal plus de hace unos años que desde unos muñecos eran capaces de sangrar violentamente a los políticos y el resto de famosos. El espejo distorsionado de los muñecos nos refleja y nos deja desnudos completamente ante la miserable vida.
Pero, al menos siempre hay algo positivo para destacar, en cuestiones de cama parece que sea el lugar donde más se asemejan a los humanos. Será que el sexo es lo único que mantiene viva la llama de alegría y felicidad del ser humano. La película deja el poso o la sensación de desnudar las crueles verdades de la vida. De la misma manera que el borracho o el tonto suelta las verdades que le vienen en gana en el momento que las tiene y sin contenerse, sin importarle lo más mínimo si le duele a alguien. Aquí sucede lo mismo, esos personajes que parecen de plastilina nos muestran el comportamiento rutinario y anodino de las personas ante la vida. El protagonista es un famoso conferenciante que incluso ha escrito un libre, sin embargo, no está exento de plantearse qué carajo hace con su puta vida y qué cojones de dirección está tomando. Parece un alma en pena que divaga por el mundo, un personaje perdido en un hotel rutinario. Busca el amor olvidado durante años, el cual le da una calabaza como un piano, a ver qué se cree que la va a llamar al hotel para follar cuando a él le venga en gana, faltaría más. Aunque no desfallecerá y pica puertas del hotel para encontrar lo que busca a toda costa. Son necesidades que necesita cubrir porque no las encuentra en su matrimonio. Una vida llena de triunfos y al mismo tiempo de fracasos. La vida entendida como un fraude incluso cuando consigues las metas, porque al final las rutinas se imponen a la creación. La vuelta al hogar no es sinónimo de felicidad sino de fustración. Ahí están la mujer, el hijo y los amigos que lo esperan cariñosamente para darle una sorpresa. Sobre todo el hijo que en lo primero que pregunta es en el juguete que le ha traído antes que abrazarle y mostrarle su cariño. En definitiva, los guiñoles muestran una perspectiva de la realidad desde más lejos como si no fuera nuestra propia caricatura, así pasaba, por ejemplo, con el programa del canal plus de hace unos años que desde unos muñecos eran capaces de sangrar violentamente a los políticos y el resto de famosos. El espejo distorsionado de los muñecos nos refleja y nos deja desnudos completamente ante la miserable vida.
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