Título original Pet
Año 2016
Duración 90 minutos
País Estados Unidos
Director Carles Torrens
Guión Jeremy M. de la Riva
Fotografía Timothy A. Burton
Reparto Dominic Monaghan, Ksenia
Solo, Jennette McCurdy
Da'Vona McDonald, Nathan
Parsons, Janet Song, Sean
Blakemore.
Imaginemos un vecino, una persona, interpretada por Dominic Monagham,
como tú o como yo que se pasea por la calle, que tiene un curro de lo más normal, pero que en el fondo esconde oscuras intenciones, deseos violentos, por conseguir lo que anhela cueste lo que le cueste. "Animales de compañía" de Carles Torrents quiere introducirnos en la patología del personaje obsesionado por conquistar a toda costa a una chica. En el caso de que el ligue se ponga borde y se niegue en redondo a compartir un momento de su vida, pues lo conseguirá a la fuerza (recuerda a Terence Stamp protagonista de "El coleccionista" de William Wyler). La película te mantiene alerta en todo momento con una cuidada puesta en escena (esperamos los próximos trabajos). Sin embargo, por poner una pega (pese a darle el premio al mejor guión en Sitges 2016), retuerce demasiado a la protagonista, interpretada por Ksenia Solo,
(en su papel muy discreto al principio casi de recatada que se va desmadrando tanto que acaba uno por no creérselo mucho, aunque todo hay que decirlo: no es lo mismo la situación inicial y libre que la final de esclavitud para cambiar el carácter) con la intención de crear mal rollo.
Da la sensación que se quiera subir el tono sangriento, a medida que pasa el tiempo y se acerca el final, solo porque la cinta pierde fuelle y necesita aumentar el tono violento. Con todo, se pasa un rato entretenido.
El protagonista es un chico joven
que trabaja en una perrera (suponemos que de perros extraviados), donde sus tareas
consisten en limpiar las celdas y cuidar de las bestias. Por casualidades del transporte se encuentra con una
chica que que le quiere dar el pego de que la conoce de la infancia ( por lo que parece es un viejo truco para ligar, pero da la sensación de que va a fracasar). Intenta entablar conversación a toda costa porque se ha encaprichado con ella y no quiere dejar la ocasión de conquistarla, pero no le ha hecho ni puñetero
caso. Aquí empieza la obsesión por conseguir una presa que se resiste a sus
garras. Quiere hacerla suya, si no es a las buenas pues a las malas. Utilizará la fuerza y la violencia si es necesario para llevársela a una de las jaulas de
sus animales. En un sótano aislado su relación se irá denigrando a medida que pase el tiempo. La situación no se puede prolongar hasta el infinito y la violencia
sangrienta pronto aparecerá en la pantalla. En fin, es una película que
mantiene un tono más que aceptable, tanto la trama asfixiante, fotografía muy cuidada como la interpretación aceptable.
Aunque ya hemos comentado los giros bruscos de algún que otro personaje que parecen un tanto forzados, con todo se ve de principio a fin con cierto interés.
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