viernes, 5 de enero de 2018

Madre!



Título original  Mother!

Año                 2017

Duración         120 minutos

País                 Estados Unidos

Dirección         Darren Aronofsky

Guión              Darren Aronofsky

Música            Johann Johannsson

Fotografía       Matthew Libatique

Reparto          Jennifer Lawrence, Javier Bardem,

                       Ed Harris, Michelle Pfeiffer, Domhnall

                       Gleeson, Kristen Wiig, Brian Gleeson,

                       Cristina Rosato, Marcia Jean Kurtz,

                       Ambrosio de Luca, Hamza Haq.
  

Mother” de Darren Aronofsky ( director de cintas muy interesantes que ya por eso merece la pena revisar su nuevo trabajo como son "El luchador" de 2008 donde un 

Mickey Rourke , ya no es el galán de “9 semanas y media” sino el actor  en declive, machacado por su “hobby” de boxeador- Realiza un papel que le va como anillo al dedo, de acabado como si se asomara a su propia vida decrépita y la fuera contando su situación actual después de la gloria del pasado, o “Cisne negro” que apareció en pantalla en 2010 con una excelente Natalie Portman

 que encarna a una bailarina obsesionada por ser la mejor a toda costa) pretende dinamitar al propio espectador con la sucesión de imágenes incoherencias, barbaridades que suceden dentro de una mansión. Evidentemente, aquel que unos minutos después de iniciarse su proyección abandone la butaca para maldecir el momento en que se le ocurrió visualizar tal engendro ya no conseguirá nada más de él, pues habrá perdido un espectador para siempre. Pero el que consiga aguantar la cinta es porque le está tocando alguna fibra interna, rara, maldita, extraña, retorcida y puede que le reblandezca el cerebro a poco que siga la proyección. Así que pretende dinamitar la acción por medio de dos actores fantásticos como la hermosa Jennifer Lawrence 

( empezó desde joven en un papelito en la cinta "Lejos de la tierra quemada" del mexicano Guillermo Arriaga ( guionista y colaborador de Alejandro González Iñárritu) para sacar posteriormente un papel principal en "Winter’s Bone" de Debra Granik,

  o el "El lado bueno de las cosas" de David O. Rusell que le sirvió para darle el empujón de la fama, más tarde muchos más títulos: “Los juegos del hambre”, “Joy” “Passenger,” etc) y el malvado Javier Bardem

con un saco de películas buenas a sus espaldas pero que últimamente no acierta con los guiones ( con los fiascos de “Loving Pablo” por mucho Fernando León de Aranoa que sea su director o “Diré tu nombre” de Sean Penn). En principio, a simple vista, parece que nos vamos a tragar una cinta del estilo Polansky, en “Un Dios salvaje” que no estaría nada mal,  donde un par de matrimonios desconocidos hasta entonces disputan una relación extraña entre ellos. Pero, en este caso, el español Bardem está esperando la inspiración para escribir una nueva novela, su mujer  es el talismán, pero ahora algo falla. De pronto, aparecen Richard Harris y su mujer , Michelle Pfeiffer ( secundarios de auténtico lujo), que irrumpen en la casa como un torbellino que no cesa de inmiscuirse en la intimidad del matrimonio. La cinta recuerda a "De repente un extraño" de John Schlesinger donde un intruso inquilino se apodera de la casa de una pareja. Las situaciones se vuelven cada vez más turbias, rocambolescas,  a medida que avanza el metraje y los protagonistas sospechosos o intrusos van invadiendo la casa de manera abusiva, como si fuera de su propiedad ante la mirada beneplácita  del marido que no hará nada para acabar con los insolentes intrusos mientras la mirada enloquecida de la mujer cada vez está más absorta y extrañada de los hechos  que se suceden. Hay guiños a "La semilla del diablo" de Polasky donde se dan situaciones diabólicas de un embarazo extraño. En fin, supongo que habrá tantos motivos para verla como para pasar de ella. Cada uno que se encamine en la dirección que más le apetezca, pues es una decisión muy personal.





El enfoque de las situaciones se ve desde el prisma de la protagonista, la cual  ve como  cada vez se le escapa más la situación y ya no sabe cómo sacarse de encima a los intrusos. La película gira en torno  a un matrimonio que vive en un caserón donde él se dedica a escribir y ella a reformar una casa que en su día se incendió. La trama empieza a tomar fuerza en el momento en que unos entrometidos inquilinos recién llegados ( en principio un intruso, luego la mujer y más tarde los hijos que se apropian del espacio) sacan a flote temas que pueden hacer tambalear el matrimonio, Mientras que el escritor se comporta como un samaritano acogedor que consiente a unos extraños invadir su casa sin conocerlos siquiera. Sin embargo, seguirá con el mismo camino cuando sea una autentica maranbunta humana la que invada su casa. Se siente satisfecho en medio del tumulto escandaloso desordenado, asfixiante. Junto a su mujer que se derrite de terror y de dolor ante la candidez de su compañero. La casa resulta ser la historia o el paso de la desolación de la sociedad que asola el mundo, sin que el anfitrión sea capaz de mover un dedo para impedirlo, pues los ve pasar y se siente satisfecho de acogerlos, aunque sean capaces de destrozar sus enseres, su casa, sus vidas. Ella, en cambio, padecerá la situación hasta límites inaguantables. Desconfía desde el inicio de ese par de matrimonio que se meten constantemente con su vida y opinan sobre temas íntimos como la edad y la relación sexual de la pareja y cuestionan el hecho de que a estas alturas todavía no hayan llegado los hijos. Los inquilinos han tomado posesión de la casa, en poco tiempo se han hecho con ella. Es irremediable que se ha generado una tensión. Se siente acosada en su intimidad hasta límites insospechados. En definitiva, la sucesión del torbellino de seres deleznables que como una turba de bárbaros destrozan esa casa y ese matrimonio es una muestra de la humanidad salvaje que se sucede en nuestras vidas en nuestros mundos que pasan sobre nosotros.

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