"Alanis" del director Anahí Berneri ( ganadora
del Conche de plata del festival de San Sebastian de 2017 al mejor director y actriz,
Sofía Gala)muestra las tripas de la marginalidad en la propia carne de una prostituta con un niño pequeño en brazos.
Cine social que muestra las penurias de la vida marginal de una mujer soltera( sin posibilidades de dar el nombre de un padre ante un registro burocrático) y llevada a la mala vida para levantar a su hijo. El director acerca la cámara de cerca a los protagonistas para que contemplemos con detenimiento esa cara de sufrimiento de pena de impotencia ante la situación que les ha llevado la mala vida. La cinta no cuenta otra cosa que el peregrinaje de una chica con un niño por una ciudad sin salida, en busca de la nada. Sus pertenencias, sus cosas quedan atrapadas en el tiempo. La vida fluye sin rumbo ni destino y menos que sea seguro. Todo es incierto, un laberinto de despropósitos, un tiovivo que gira y gira siempre alrededor de la misma miseria.
Sofía Gala)muestra las tripas de la marginalidad en la propia carne de una prostituta con un niño pequeño en brazos.
Cine social que muestra las penurias de la vida marginal de una mujer soltera( sin posibilidades de dar el nombre de un padre ante un registro burocrático) y llevada a la mala vida para levantar a su hijo. El director acerca la cámara de cerca a los protagonistas para que contemplemos con detenimiento esa cara de sufrimiento de pena de impotencia ante la situación que les ha llevado la mala vida. La cinta no cuenta otra cosa que el peregrinaje de una chica con un niño por una ciudad sin salida, en busca de la nada. Sus pertenencias, sus cosas quedan atrapadas en el tiempo. La vida fluye sin rumbo ni destino y menos que sea seguro. Todo es incierto, un laberinto de despropósitos, un tiovivo que gira y gira siempre alrededor de la misma miseria.
La precariedad de la protagonista
se adivina en las primeras secuencias, pues el ambiente y la situación nos
llevan hacia un espacio inhóspito donde se respira la precariedad. La chica se siente acosada en su propia
propiedad, tanto de los clientes como de la policía que la ponen patitas en la calle, porque su oficio no tolera ningún tipo de respeto ni prestigio ni humanidad. Ella es la única culpable y se ve asaltada y
violada constantemente. Los clientes abusan de la condición marginal de la protagonista. Las
puertas de una vida perdida y desesperada se van cerrando solas por allí donde pasa; más todavía con una
criatura a cuestas que no sabe nada de la vida perra que le espera. La calle puede
ser el salvavidas para una mujer hundida en la miseria que se vale de la prostitución para subsistir, pero nunca lo es con un bebe a la
espalda. Sin embargo, pese a la marginalidad de la situación, uno de los factores importantes de la película es la naturalidad con
que se desarrollan los acontecimientos, pese a que parece que no pase nada, por
lo menos se siente natural de que lo que te cuenta es verdad
y que sucede realmente. Lo ves y te lo crees. Estamos ante un drama social que
como en todos quisiéramos echar una mano, ya que se siente cercano y nos invita a que tomemos cartas en el asunto, pero esto no es posible. Por lo tanto, esto es lo que veremos: una protagonista que se deja llevar por el primero que se le aparece con la
intención de alejarse del lugar y del mundo que le rodea para emprender una nueva marcha aunque sea a ninguna
parte. Así, la subsistencia consiste en tomar un cliente de aquí y otro de allá. En fin, la cinta es dramática donde pasar la vida se hace más dura todavía.
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