miércoles, 15 de agosto de 2018

En la sombre





Título original En la sombra

Año                2017

Duración        102 minutos

País               Alemania

Dirección       Fatih Akin

Guión            Fatih Akin, Hark Bohm

Música          Josh Homme

Fotografía     Rainer Klausmann

Diana Kruguer

( mejor actriz en el festival de Cannes de 2017, mejor película de hable extranjera en los Globos de Oro 2017) es la protagonista atormentada por la fatalidad de un atentado terrorista que destroza por completo su familia. "En la sombre" del director Fatih Akin, el cual sabe cambiar de registros, pues en su anterior cinta, "Goodbye Berlín", se las veía con un par de adolescentes, en cambio, ahora,  se centra en esa mujer con la vida destrozada por culpa de un atentado. 

A partir de entonces su mundo se desmorona y ya no puede conseguir vivir en esa misma sociedad. Su único objetivo está en la venganza a cualquier precio. Aquí muestra la desolación de un individuo, en este caso una mujer, ante un atentado, donde se han cargado a las personas que más quiere y la cuestión está en ver de qué manera va a reaccionar. Esa mujer destrozada no puede superar el trauma si no es porque acude a la droga, pero con todo y eso la desesperación de los acontecimientos pueden con ella. Colocarse en su piel es complicado, pues nosotros nunca nos imaginamos como íbamos a responder ante tal situación.






La película se inicia con la boda entre un prisionero, por causa del tráfico de droga, y una chica. Pronto da un giro donde ya han pasado unos siete años, pues  esa mujer acompaña a su hijo para ver a su padre en un despacho. Se da por hecho que la vida a seguido un curso normal. Hasta aquí no sucede más que cosas banales, pero a raíz de un atentado donde fallecen su hijo y su marido, la vida será un infierno para la protagonista. Lo peor de todo es que no ha podido despedirse y menos ahora que han volado por los aires y están irreconocibles. Además de quedar tocada debe colaborar con la policía para investigar. Ahora la tortura queda fijada en la mujer y  en cómo será capaz de afrontar esa situación de desasosiego de abatimiento. Por si fuera poco, los periódicos se ensañan publicando las tripas del pasado de su marido, traficante de drogas y condenado por eso. Con todo esto, solo falta que su madre le recrimine el suceso por haberse casado con un tipo como ese, vete tu a saber en qué follones andaba. Por lo tanto la familia rota y la que le queda sin ayuda que en estos momentos la necesita más que nunca. La desesperación la lleva a consumir drogas, pues no puede soportar el dolor. Ahora toca cuadrar lo que pasó, la policía lo tiene fácil: un ajuste de cuentas, nada de terrorismo.El posterior juicio con el detallado de las heridas mortales coloca todavía más al borde de la histeria a la madre que asiste con la cara de hielo por ver a los asesinos de frente sin inmutarse, incluso con la cara alegre de la gesta cometida. Empieza el juicio y aquí se rememora todos los detalles de los hechos, por si no fuera suficiente el dolor sufrido hasta ahora, llegan los detalles de los cadáveres, junto a la impasibilidad de la mirada complacida de los asesinos ante los hechos. Cuando la justicia no repara el daño causado por el atentado, ¿es lícito tomarse la justicia por la mano? Cuando hay tanto dolor no puede apagarse sino es con más dolor, el dolor final que acabe con todo.No se puede vivir del pasado y menos de un futuro donde campan en libertad los asesinos de tu familia.En fin, ante ese panorama existencial, acabar con todo será la solución.

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