La familia

 Título original La familia

Año                  2017

Duración          82 minutos

País                 Venezuela

Dirección         Gustavo Rondón

Guión              Gustavo Rondón

Fotografía        Luis Armando Artiaga

Reparto           Giovanni García, Reggie Reyes

No hace falta ver más de diez minutos para saber que estamos ante un barrio periférico de una gran ciudad. "La familia" de Gustavo Rondón cuenta ese ambiente marginal. Allí niños que juegan y deambulan por las calles sin un guía claro.No existe colegio para ellos y su escuela es la calle. Coquetean con los mafiosos de la droga que intentan acercarlos a su lado. Por eso viven en el filo de la violencia.

 De pronto se viene a la cabeza imágenes de adolescentes sin rumbo: "Barrio" de León de Aranoa, "El Bola" de Achero Mañas o "Ciudad de Dios" de Fernando Meirelles. 

Muestra ese ambiente callejero de familia humilde, donde el niño se siente indefenso, pero no tiene otra que vivir en ese ambiente.En este caso, hay una huida desesperada ante la venganza de un hecho accidental. 

Los barrios marginales son lugares donde, como en el mar, el pez grande se come el chico. Así sucede en este lugar donde las bandas controlan cada movimiento que se produce en el barrio y si pueden captarán mozalbetes que trabajarán para su causa, casi siempre la droga o la prostitución por medio. Esos niños completamente descontrolados que juegan con cualquier cosa y que trapichean con dinero sin cesar están completamente abandonados a su suerte, ni colegio, ni educación alguna. Eso sí, las mafias siempre al acecho. Los juegos de los niños son un calco de los adultos y la violencia llega sin querer como si de un juego se tratara. Después de una muerte por accidente sangriento, se produce una huida, pues de lo contrario la venganza se posará sobre ellos. Así, un padre y un niño deben abandonar el barrio por un acontecimiento que los marca de por vida. A partir de entonces ya no podrán volver a su barrio si no quiere morir en el intento.La huida a ninguna parte entre el padre y el hijo es necesaria. En definitiva, una cinta de angustia por la incertidumbre de lo que les pueda suceder.