viernes, 25 de enero de 2019

El amor menos pensado



Título original     El amor menos pensado

Año                     2018

Duración             136 minutos

País                    Argentina

Director              Juan Vera

Guión                 Juan Vera

Música               Iván Wyszogrod

Fotografía          Rodrigo Pulpeiro

Reparto             Ricardo Darín, Mercedes Morán,

                          Claudio Fontán, Andrea Pieto,

                          Luis Rubio, Jean Pierre Noher,

                          Claudia Lapaco, Chico Novarro.

        
El tema central de la comedia "El amor menos pensado" de Juan Vera gira en torno a la nostalgia del tiempo pasado que siempre fue mejor y sobre todo, ese tiempo cumplido con una etapa de matrimonio cerrada justo cuando el hijo se marcha al extranjero y es en ese momento cuando la pareja se plantea si no ha llegado la hora de abrir otra nueva etapa, otra puerta por donde entre aire fresco a esa relación y ,por lo tanto, cerrar de banda la relación actual que ya no tiene más recorrido. 

La pareja protagonista tiene mucha culpa de que todo eso funcione a la perfección porque se hace creíble. Esas conversaciones dialogadas están interpretadas a la perfección por un Ricardo Darín ( está de más recordar su amplio recorrido profesional, hace poco lo veíamos en "Todos lo saben" de Asghar Farhadi ,

 "Thuman", "Una pistola en cada mano

de Cesc Gay, "Relatos salvajes" de Damián Szifrón,

por hacer un pequeño apunte) siempre excelente y una Mercedes Moral ( también con una carrera amplia, hace poco aparecía en "Neruda" de Pablo Larraín o "Diarios de motocicleta" de Walter Salles) que no se queda atrás y realiza una interpretación espléndida que le dan vida a ese matrimonio con dudas en el último tramo de su vida,  cuando parece que la vida se acaba que está llegando a su fin.



La nueva situación parece que invita a la pareja a un nuevo amor , es decir que parece que ya todo está visto en esa relación de muchos años y por eso ha llegado la hora de cambiar, de disfrutar con otros, pues la vida se acaba Así que acuerdan de buen rollo que no hay tiempo que perder y para experimentar no hay mejor solución que separarse.No se llevan mal ni se han tirado los trastos a la cabeza, nada de eso, cada uno que se lo monte a su manera,pero sin ataduras del pasado: tú por un lado y yo por el otro y tan amigos. Ahora que el hijo ha marchado de casa y ya no tienen compromisos en común, pues qué mejor momento. La pareja se plantea, amistosamente, cambiar de aires: una vida nueva para ese final de la etapa en el mundo, como si eso fuera a darles la juventud perdida. Intentan renacer de sus cenizas: salir de fiesta, ligar con otros, ganarle terreno a esa juventud que ya no tienen que ya no volverá a ser igual que antes, pero por probar que no quede. Con ello, piensan realizar nuevas conquistas y experimentar nuevos amores, lo que les lleva a situaciones, a corto plazo, indeseadas. La nueva vida no es todo lo bonita que esperaban, sino que se vuelve a tropezar en situaciones de choque con las nuevas parejas, tanto uno como el otro. Por lo tanto, ese amor nuevo y placentero que se busca, en realidad no se encuentra , pues el tiempo les da una visión diferente: según qué cosas ya no se aguantan. Por eso, empezar de nuevo, les resulta francamente complicado. Así las cosas, para qué seguir separados si ya estaban felices antes de separarse. En definitiva, no es otra cosa que la búsqueda de la felicidad en un momento de debilidad. Se persigue por lugares remotos, cuando la satisfacción personal siempre la llevamos encima, solo es cuestión de explorarla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página