El joven Ahmed

Título original  Le Jeune Ahmed

Año                  2019

Duración          84 minutos

País                 Bélgica

Dirección         Jean-Pierre y Luc Dardenne

Guión               Idem

Fotografía        Benoit Dervaux

Reparto           Idir Ben Addi, Claire Bodson,

                        Olivier Bonnaud, Othmane Moumen,

                         Myriem Akheddiou, Victoria Bluck

 "El joven Ahmed" ( mejor director en el festival de Cannes 2019) de los hermanos Dardenne siempre tan comprometidos con los conflictos sociales solo recordar  "La chica desconocida" donde una mujer del mundo sanitario no atendía una llamada y a partir de aquí se metía en un problema que se llevaba por delante su vida profesional y personal o "Dos días, una noche" donde Marion Cotillard iba de puerta en puerta de sus compañeros de trabajo para pedirles un voto de confianza y que el jefe no la eche de su puesto de trabajo. No resulta fácil para la protagonista pedir un favor que les pueda costar el puesto a ellos también. Se pide solidaridad en unos tiempos en que falta encontrarla. Ahora con el joven Ahmed( protagonizado por el joven  

Idir Ben Addi) de origen musulmán está en una edad en que es fácil que le confundan el cerebro con pensamientos religiosos extremos y se deje convencer por el Imán. ( vienen a la cabeza imágenes del atentado no tan lejano en el tiempo como el de las Ramblas de Barcelona donde unos chicos jóvenes junto a su imán cometieron el terrorífico ataque terrorista que se llevó por delante un buen puñado de personas inocentes que lo único que hacían en ese momento era moverse por el paseo popular) Nada más iniciarse ya vemos que el chico está marcado por unas normas que quiere cumplir aunque para ello se pelee con su propia madre: nada de dar la mano a la maestra y se centra en estudiar los versos del Corán para aprenderlos de memoria.

Sigue de cerca los consejos de su guía y cada vez se encuentra más cerca de esa luz salvadora. Todo aquel que limite su camino será un enemigo.

El protagonista tiene trece años, no son demasiados, pero tiene agallas para enfrentarse e insultar todo aquel que ose meterse con su religión, forma de pensar y actuar. No sigue ninguna consigna que no sea del imán. El adolescente está fuera completamente de los hábitos familiares, por mucho que le digan ya no va a cambiar. Está a sus cosas: rezar, leer versos del Corán y actuar como le dicta su religión.Poco a poco se va distanciando de los suyos para meterse de lleno en una religión engañosa y malvada. Su cerebro está más convencido de que el camino de la gloria está en esas creencias ciegas donde la muerte por la causa puede ser la felicidad eterna. La única luz que sigue es la del Corán que le ilumina el camino, el resto le sobra. Su familia intenta por todos los medios sacarlo de su locura, pero cada vez se hace más complicado.En definitiva, su obsesión se vuelva cada vez más radical hasta llegar a la violencia contra aquellos que quieran impedir sus ideas, porque serán enemigos.