domingo, 28 de febrero de 2021

Los profesores de Saint Denis



Título original La vie Scolaire

Año                2019

Duración        2019

País               Francia

Dirección       Mehdi Idir, Grand Corps Malade

Guión            Idem

Música          Angelo Foley

Fotografía     Antoine Monod

Reparto        Zita Hanrot, Soufiane Guerrag,

                     Alban Ivanov, Moussa Mansaly,

                    Liam Pierron, Bakary Diombera,

                   Adéle Galloy, Gaspard Gevin-Hié

                  Antoine Reinartz, Rodouane Baug-

                 heraba, Maera Chouaki.


Va de profesores en un centro especial donde hay alumnos con ciertos problemas sociales. No es nada nuevo. En la película "El profesor" de Tony Kaye tenían que enfrentarse con alumnos muy especiales, además, el protagonista, Adrien Brody, vivía una existencia atormentada. Otra más cercana en el tiempo, "El buen maestro" de Olivier Ayache-Vidal donde un profesor acomodado en buenos institutos se ve desplazado a otros marginales donde "las pasaba canutas". Nada nuevo en el horizonte. 

En este caso es más de lo mismo: la supervisora nueva se las verá con alumnos indisciplinados. Conflictos de los adolescentes que llevan encima la carga de su propia casa. Los problemas de siempre: primeros días de clase sin material, las clases con un comportamiento fuera de lo normal y todo lo que suele suceder en un ambiente de instituto de una zona marginal de una gran ciudad. La nueva, Zita Hanrot

( realizaba un papel importante en "Fátima" de Philippe Faucon ) se las verá com ese elenco especial de alumnos que no tienen rubor ni vergüenza para enfrentarse e insultar a sus profesores.



La trama no se queda ahí parada en el instituto sino que se desplaza hacia las casas de los adolescentes, allí muestra la problemática real de sus situaciones, en algún caso, el padre está en la cárcel. La vida fuera del centro es la que marcará el carácter rebelde y borde en las clases.Mientras estas se suceden con el acostumbrado cachondeo, es decir, por mucho empeño que le dé el profesor de música en que toquen la flauta no faltan comentarios cachondos y obscenos sobre la situación. Se ve un derroche de energía por parte del profesor por dar su clase a toda costa y en cuanto se gira a la pizarra no paran de ladrar, rebuznar o gritar con tal de interrumpir y sacar de quicio al pobre profesor cualquier cosa es buena para desestabilizar. La sensación es que lo que  menos importa son las clases. Se pretende llamar la atención de esos adolescentes con un futuro muy negro, sin salida posible. Los profesores se dedican a rechazar todo tipo de objetos dialécticos en forma de insultos, soeces y despropósitos con el único fin de destrozar la enseñanza es un constante boicot. Cualquier comentario es bueno para insertar una cuña xenófoba o un comentario racista. Siempre se quiere añadir un chiste o un chascarrillo para dar la nota, con que se ría el resto de la clase y se pare la materia ya estará conseguida la meta. La pregunta del millón para qué me sirven las mates o el latín o la lengua si ya sé escribir. Para ellos todo es necesario, con lo justo, ya tienen suficiente, saben que su futuro está en la calle y no lo necesitan. Los profesores aguaban el chaparrón como pueden, piensan en una baja médica porque ya no pueden aguantar más. En definitiva, el drama de unas familias sin recursos ni salidas sociales.

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