Los hijos de otros

Necesitamos cinco minutos para enterarnos de la presentación del personaje principal, 

interpretado por Virginie Efira ( la actriz de "Benedetta" de Paul Verhoeven, película de época con la tendencia hacia lo místico, la pasión, el amor. ) está en el final  de una clase de secundaria, luego es profesora, final de una reunión de equipo docente, pero la trama nada tiene que ver con su profesión. Posteriormente, es trasladada en coche con su ex marido, siempre a cargas con una guitarra que es donde ensaya música. A la salida de ese lugar, parece que ya le ha echado el ojo a un tipo que también toca la guitarra y vemos que la intención de ella es de ligar con él. Intenta saber su destino, por si la puede acompañar y luego surge, así de pronto, tomar una copa y posteriormente un beso largo, profundo. 

Se ha iniciado una relación. La cama los espera en esa casa nueva donde hay fotografías de niños y personas extrañas que ella rastrea después de la pasión. Entendemos que es un personaje que busca comprensión, busca un ligue para tener descendencia. Esa es la propuesta inicial de "Los hijos de los otros" de Rebecca Zlotowski.

Título original Los hijos de los otros

Año                 2022

Duración         104 minutos

Dirección         Rebecca Zlotowski

Guion               Rebecca Zlotowski

Música             Robin Courdet, 

                        Rakotondrabe Gael

Fotografía        Georges Lechaptois

Reparto            Virginie Efira, Roschdy Zem,

                         Antonia Buresi, Yamee Couture,

                         Víctor Lefebvre, Chiara Mastroiana,

                          Mireille Perrier, Sebastien Pouderoux,

                      

El ritmo de vida de esa profesora es frenético, no deja de lado ni un segundo libre. Todo el tiempo lo tiene ocupado. Parece que realiza las tareas así como le llegan, pues se siente fuera de todo, pero que encuentra solución a los problemas que le van asaltando. Esa nueva relación con un tipo que acaba de conocer, le lleva hacia la hija de su ligue. Ese es el tema principal: la angustia que tiene esa chica ( vulgarmente se diría que está obsesionada porque se "le pasa el arroz") . Ella, hasta ahora, no se había planteado que el tiempo se le echa encima y cuanto más espere será más difícil conseguir un hijo propio. Ahora ha conocido a un chico y no puede esperar, pero éste ya tiene una hija y puede que no quiera tener más. La desilusión  que tiene cuando ve que no consigue el embarazo deseado le causa cierto malestar. Ella se dedica, con cuerpo y alma, a la hija de su pareja, pero siente las ganas e ilusión de entregarse al hijo propio. Esa pena que lleva de no poder engendrar a su propio hijo se le agrava en el momento en que también le comunica su hermana que está embarazada. Ella que lo busca insistentemente no lo consigue, en cambio, otros que no los quieren o no era su intención conseguirlos se ven con el embarazo encima. En definitiva, estamos ante el drama de una mujer que desea un hijo, pero le salen otros por todos los lados, menos el suyo. Eso.