lunes, 18 de marzo de 2024

Sala de profesores

 



Te puede gustar más o menos un tema concreto, pero siempre hay que pedir veracidad a las imágenes. Es decir, que el tema elegido muestre verdad ya desde el inicio. Todavía más si eres capaz de meterte en la piel del propio personaje, entonces puede afectarte más. Evidentemente si es un mundo ajeno, resultará menos atractivo. En "Sala de profesores" del director Ilker Çatak muestra desde un inicio un  desasosiego de una profesora angustiada, interpretada por Leonie Benesch,




y apuntando en la mano un número mientras habla por teléfono con alguien. Se siente agobiada por algún hecho relacionado con los alumnos que están en la edad del pavo entre diez y catorce años. Pese a su aparente tranquilidad , todo es por fuera, porque por dentro lo está pasando de pena. Ahora debe atender a una reunión con el director y con dos alumnos que se les pregunta sobre un triste acontecimiento y tienen que decir los culpables de un robo que se ha producido en la clase. La profesora da clases de matemáticas y también de educación física y en el patio se le escaquean varios alumnos. La historia sigue de cerca a esa profesora que todo lo que le rodea son problemas. Se siente perdida en medio de los problemas que por mucha voluntad que ponga es imposible que los resuelva. No encuentra empatía a su alrededor sino zancadillas. Entendemos que es nueva en el cargo, porque todavía no le han generado la contraseña del centro.



 El resto de profesores quieren cargarse a Ali, el presunto ladrón, cuando todavía está el curso iniciándose y ella se opone. Posteriormente se da cuenta de que allí hay más ladrones y no son alumnos. Así, las clases, en un principio, se desarrollan con normalidad, algún que otro percance como el de encontrar a un alumno jugando con el móvil en la clase que se le retira con normalidad sin altercado ( eso era antes, hoy dudo mucho que en un instituto de complejidad máxima esta actuación levantaría una bronca descomunal). Vemos que a cada paso que da se complica más su situación hasta que los alumnos en bloque intentan amotinarse cuando pretende realizar la clase. Su situación, pese a que sus intenciones son correctas, empeora a pasos agigantados. En definitiva, la profesora se siente acorralada. Por una parte, nota presiones de los padres que consideran que no está preparada para dar la materia, pues suspende a toda la clase, además de no saber llevar un interrogatorio con los alumnos; por otra parte, los compañeros le piden que les enseñe el vídeo, porque creen que pueden están grabados y eso les implica, también les han robado a ellos y necesitan verlo. Por si falta algo, el hijo de la ladrona, que también está en su clase, la amenaza seriamente. Incluso la directora está confundida y no sabe cómo actuar. El enfrentamiento entre todo aquel que se mueve a su alrededor le genera ansiedad. Así pues, se encuentra sola ante el peligro de que le venga un ataque de ansiedad.

Título original Das Lehrerzimmer

Año                 2023

Duración         99 minutos

País                 Alemania

Dirección         Ilker Çatak

Guion               Ilker Çatak, Johannes Duncker

Música             Marvin Miller

Fotografía        Judith Kaufmann

Reparto            Leonie Benesch, Eva Lobau,

                         Leonard Stettnisch,

                         Michael  Klammer, Sarah Bauerett.

                         Anne-Kathrin Gummich,

                         Kathrin Wehlisch.




Las clases de ese colegio se desarrollan con cierta normalidad, es decir, los alumnos siguen las indicaciones de la profesora con una cierta obediencia. La disciplina y el orden son la norma que se sigue. Por lo tanto, los alumnos son muy participativos durante el desarrollo de la lección y hay creado un ambiente ideal de enseñanza. Parece, incluso, que allí nunca puede suceder ningún problema. Es una alumnado casi ejemplar. Por eso choca ese hecho esporádico y suena como trágico que en un momento dado se produzca un robo. De pronto, se produce la interrupción de la clase para inspeccionar las carteras de los alumnos. Las culpas recaen sobre Alí, un alumno musulmán, se llama a los padres y confirman que el dinero que han requisado a su hijo era suyo, porque se lo dieron para comprar un juego del ordenado. Queda todo un tanto postizo, pero el padre asevera que si su hijo robara le cortaría las piernas. Desaparece material educativo y en la sala de profesores se sospecha de la nueva empresa de limpieza. La profesora, mientras da clase de gimnasia, debe luchar contra las adversidades como alumnos que se pierden en el patio con la intención de fumar, porque acaba de requisar un mechero. Así las cosas, se está culpando de robos a los alumnos y hay profesores que en la sala son capaces de sacar las monedas que contiene una hucha en forma de cerdito recogidas por cada café que los profesores se toman. Ella quiere ser legal y por eso se busca problemas, por ejemplo, cuando, en un examen, ve que un alumno tira de una chuleta escondida y con bronca incluida le retira el examen de las manos. Hay un momento en que graba con su portátil el hurto en una chaqueta y se ha grabado los dibujos, unas estrellas, de la camisa del ladrón. Las sospechas recaen, porque en la sala no pueden entrar alumnos, además tiene pruebas, sobre la señora de oficinas que, después de ser acusada, sale por piernas a la calle con su hijo de la mano. Sin embargo, la ley prohíbe realizar grabaciones sin previo aviso, por lo tanto, se están complicando la existencia. Hay una reunión para hablar del viaje de fin de curso, la profesora en cuestión se reúne con los padres, luego suponemos que es la tutora del curso, aunque nunca se comenta. Allí se dice que las matemáticas han ido mal en general, porque casi todos han suspendido y que eso es también un suspenso de la profesora. Aquí se le acusa por realizar un interrogatorio a los chicos sobre un robo. Por supuesto y por si faltara poco para liarla, se encuentra la madre del niño que va a su clase y la pondrá a parir diciendo que graba vídeos a las personas. La profesora sale de la reunión con un ataque de ansiedad. Los padres tienen entre ellos un chat y se van a quejar a dirección para que la echen del instituto. Solo falta que el hijo de la acusada amenace seriamente a la profesora. A todo esto, en el claustro de profesores, todo se lo toman a coña sin implicarse ni tener empatía con lo que está sufriendo su colega. Posteriormente se produce un interrogatorio para una entrevista entre alumnos y profesoras y allí le hacen preguntas que tocan el tema del robo que le compromete. La educación exquisita de principios de curso empieza a desaparecer y la formas toman un nuevo rumbo. Así, se inicia un complot con toda regla y los alumnos se niegan a obedecer y a realizar los deberes. Ella toma la decisión de hacer lo mismo; no dar clase. "Si no queréis aprender, pues peor para vosotros, me quedaré con los brazos cruzados". Su rigurosa actuación le genera conflicto con los alumnos de tal manera que ya llegan a los insultos y ella no puede controlar el desmadre, pues está fuera de poder actuar, ya que le han perdido el respeto y harán de ella lo que les venga de gusto sin que pueda actuar. Esa situación es propicia para buscar la pelea entre ellos, así sucede en una clase de gimnasia que dos alumnos se dan de hostias. Solo falta la última venganza de Oskar, el hijo de la supuesta ladrona, que le roba el portátil y lo tira directamente al río. Ante los graves accidentes, en un consejo escolar, se determina la expulsión del alumno, pero la profesora comenta que es ella la que debe abandonar. Hay comentarios que dicen que es un problema, porque no hay sustitutos ( qué casualidad que se están quedando sin docentes en muchos países, normal ante tales problemas, serán los padres los que en el futuro enseñarán a sus hijos porque quién se va a dedicar a esta profesión. No estaría mal que se lo hagan mirar). Por si faltaba poco, los alumnos han creado su propia revista y van a difundir su entrevista, pero segmentada y con mentiras. La decisión democrática que se toma es la expulsión que el alumno que la incumple y se presenta en la clase con los problemas que genera esto. Quizá el final es forzado como último recurso para sacarlo de las instalaciones que actúe la policía.  En fin, la situación de enfrentamiento la ha colocado con la espada contra la pared y enfrentada a todos por querer hacer su trabajo lo mejor que sabe. Su situación le viene por no mirar a otro lado y meterse de lleno en su profesión que no le dejará salir del conflicto.

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