lunes, 8 de abril de 2024

Alma viva


 

"Alma viva" de Cristela Alves Meira repasa la vida rural de un pueblo de Portugal a partir de la mirada de una niña, Salomé, interpretado por Lua Michel




Arranca un tanto temerosa, pero hay que dejarle un espacio hasta que asoman las garras de la familia. Todo parece tranquilo en un pueblo cualquiera donde cada persona conoce hasta el último detalle del otro. Por eso, mover un dedo o un paso sin que se entere el vecino de al lado y no sea criticado es imposible. Por ejemplo, se produce una muerte de una anciana y alrededor se genera un aura de mal rollo increíble: riñas entre los familiares por ver quién de la familia ha hecho más por la anciana, quien pagará esto o aquello. El entierro sucede en casa donde los vecinos del pueblo pasan ante el féretro. Ante ese panorama, asoman los enemigos de la difunta que sacarán sus garras ahora que ya no puede contestarles " que si le quitó su novio". Todo ello se ve a través de los ojos de una niña que no entiende nada de lo que sucede a su alrededor. 




La niña vive al margen de las rencillas ( su recorrido marcará la forma de vida de ese pueblo: la pesca con dinamita en un río y la recolecta de peces muertos en la corriente) hasta que sucede la muerte que le afecta directamente. Es verano y como en muchos pueblos se suceden las fiestas y los bailes. Ese hecho terrible, la muerte de su abuela, cambiará el carácter de la niña, pues no acaba de saber el motivo y cómo comportarse ante tal trauma. Aparecen rencillas y peleas entre vecinos en momentos críticos. El propio Luis García Berlanga podría haber rodado algunas escenas de esta película. Es curioso el plano final con las montañas idílicas después de ver la deshumanización del personal que habita en ese lugar. En fin, todo se mueve en torno a ese lugar descuidado donde se amontonan platos sucios y Salomé, la muchacha, debe esquivar o convivir en medio del caos.

Título original Alma viva

Año                2022

Duración        88 minutos

País               Portugal

Dirección       Cristele Alves Meira,

Guion             Cristele Alves Meira, 

                       Laurent Lunetta

Música           Amín Bouhafa

Fotografía      Rui Pocas

Reparto         Lua Michel, Jacqueline Corado,

                      Ana Padrao, Catherine Salee,

                      Duarte Pina, Ester Catalao,

                      Sonia Martins, Martha Quina,

                      Arthur Brigas, Valdemar Santos,

                      Nuno Gil.

        




La niña que vive con su abuela y su tía recibe mensajes constantes de los adultos. Si ven una película y una tía se va con varios es una puta y lo comentan delante de ella sin tapujos o la aconsejan que se eche un novio francés: " que los de aquí son una mierda". Ella sigue de cerca todo los ambientes de ese pueblo: comentarios, verbenas, farras de los adultos. La pachanga de las fiesta, cohetes, serpentinas y música caen encima de ella. Está de veraneo, porque su madre, hermana de su tía, se encuentra trabajando en Francia y ella se entretiene con las cosas rurales del pueblo. En ese lugar, como en otros muchos, infusiones de hierbas, la brujería y el mal de ojo es corriente y creíble por parte de los habitantes que emplearán para sanar a los enfermos. Así, la vida pasa sin más al mismo tiempo que llega la muerte, pues durmiendo con la abuela viva,  se despierta con ella muerta y por mucho que la agite intensamente no encontrará respuesta. La acción da un vuelco y se centra en afrontar la pérdida del ser querido en ese ambiente local donde los vecinos acuden a dar el pésame y a velar el cadáver hasta que se le entierre. La muestra de cariño del personal a la familia se vuelve un tanto agobiante para ellos. Estos, como si escucharan a la abuela, echan de su casa a ese mujer que tenía enemistad con ella durante siempre, porque la trata de fresca. Se van sucediendo imágenes grotescas como el niño con un matamoscas que le atiza a los bichos prácticamente encima de la difunta. Rezos y más rezos al son del ventilador. Pronto empezarán las peleas por el tema de pagar el funeral, porque de los cinco hermanos hay uno que dice que no puede venir, pues está fuera y dice que no hay vuelos. Ahora, con el muerto ahí presente vienen los líos por el dinero que queda en la cuenta de la madre. Así, se suceden los insultos por quién ha pagado más del entierro. Después de los lloros llegan las recriminaciones que si tienes dinero para hacerte una piscina, pero no para pagar el entierro o cuidar a tu madre. Se saca toda la mierda acumulada durante años que si tú te fuiste a Francia y apareces de verano en verano, mientras nosotros podridos en el maldito pueblo y tú apareces como una señorita. Ese resentimiento del que se fue a ganarse la vida fuera de otra forma y el que se quedó sin aspiraciones. Llegan a las manos las hermanas acusándose una de ser una solterona resentida y la otra que es una puta que su hija no sabe ni quien es su padre. De tal manera se pelean que el féretro allí presente se va al suelo con la muerta de cabeza. Todo ello con la niña como testigo pasivo, pero muy receptivo. La abuela que, como en todos los pueblos, tenía rivales y enemigos. por medio de la nieta que está poseída, empieza a vengarse del personal y mata a todas las gallinas de uno de sus enemistades. Como colofón se produce un incendio considerable en los alrededores ( los vecinos atacan con piedras desde el tejado a la comitiva del entierro y gritan: "bruja, más que bruja que quiere que la acompañemos todos, ella ha creado el incendio"). El entierro se produce en medio de una humareda y con la soledad de los parientes. En definitiva, la trama central se basa en la ceremonia que se gasta el personal para despedir a la abuela. La niña en medio del sarao no para de recibir apretones y besos como muestra de dolor. Todo un sainete de las entierros en un pueblo. Eso.

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