De naturaleza violenta

"De naturaleza violenta" de Chis Nash es una peli de un zombi, sí, porque solo es uno el que va segando cabezas por mitad del bosque. Así, quien no le guste la trama ya sabe de qué va y puede abandonar. Es un fiambre que remonta sobre la tierra, porque han tocado un recuerdo que colgada de su tumba y eso no lo va a consentir. Se inicia con ese cadáver que irrumpe de entre las hojas en un medio  de la naturaleza de  Kennedale, un pueblo de Texas. Aparece como si tal cosa: con sangre, chichones y magullado, pero su andar y aspecto se parece más a los vivos que a los difuntos. Camina sin vacilación después de estar enterrado vete tú a saber cuanto tiempo, luego dicen que unos diez años, pero está rollizo de buen año. Se conserva bastante bien, quitado el careto deforme, el resto mantiene la fuerza suficiente que le sobra para cargarse a personal vivo. 

Se encamina con buen paso hacia el lugar donde suena una conversación de dos tipos con muy malas pulgas, peores lleva él, claro. Por lo que vemos, parece que el muerto ha dejado ciertas cuentas que saldar y sencillamente, ha resucitado para vengarse.  Camina sin rumbo, pero todo aquello que se cruce con él, dejará de moverse para siempre. Se encuentra con una cuadrilla de jóvenes acampados en el bosque y en medio de la oscuridad. No podía ser de otra manera, ¡un clásico de estas cintas! Uno a uno pagará con las consecuencias de despertarlo de su  profundo sueño. Y nos asaltan las pelis de serie B de terror del estilo de  "Pesadilla en Elm Street" y un Freddy Krouger sin uñas largas. Así, un grupo de adolescentes, como siempre ocurre, que acampan en medio del bosque y cuentan los sucesos macabros que ocurrieron en aquella zona hace más de diez años y se produjo una masacre.

 En fin, una más de terror de un muerto con poca capacidad de sorprender, porque entre otras cosas, el zombi se encuentra casi en perfectas condiciones, rollizo y de buen año. Nada de descomposición. Se toma su tiempo para empezar a descuartizar al personal. No apta para los espectadores sensibles y gozarán aquellos que les guste la carnaza sangrienta.

Título original In a Violent Nature

Año                2024

Duración        94 minutos

País               Canadá

Dirección        Chis Nash

Guion             Cris Nash

Fotografía      Pierce Derks

Reparto         Andrea Pavlovic, Liam Leone,

                     Ry Barrett, Lauren Marie Taylor,

                     Cameron Love, Reece Presley,

                     Lae Rose Sebastianes,

                     Timothy Paul Mccarthy,

                     Charlotte Creaghan, Sam Roulston.

  

             

El tipo resucitado, que lleva una camisa completamente andrajosa, llena de jirones y barro, se encamina hacia una casa semi abandonada de alguien que en vida tenía contacto con el zombi, el cual con parsimonia se toma su tiempo en llegar a la zona habitada, ya que acaban de profanar una parte importante de su tumba. Llega a una casa maloliente y sucia. Pronto descuartizará el primer vivo con tranquilidad como si el humano fuera plastilina. Más adelante, seguimos sus pasos con tranquilidad, aparecen los excursionistas acampados en el bosque, típicos de esta trama de terror, que cuentan historias y cómo no serán de terror, de dichos de la zona que no hace mucho existió un tarado que se cargó a toda la peña de la zona. Eso es así porque alguien del corro, junto al fuego, tenía un tío por allí y se lo contó. Allí, por culpa de una gracia o una broma, la palmaron un padre y un hijo. Posteriormente se produjo una masacre de los trabajadores de la compañía que explotaba la madera de la zona, pero el crimen masivo se  achacó a un violento ataque de las fieras, pues los cuerpos quedaron descuartizados. Sin embargo, alguien que había podido escapar a la masacre confesó que había visto al tipo que había muerto con una máscara y rondaba por el lugar. Todos ríen de una historia tan bien contada. Evidentemente, el zombi observa en la oscuridad. Está solo, pero es invencible. No se lo pueden cargar, pues ya está muerto ( ilusos que disparan sin parar). Éste controla el espacio y la situación a la perfección, no en vano acaba de salir de la ultratumba donde no hay una pizca de luz y ahora en ese bosque oscuro se mueve como pez en el agua. Siluetas nocturnas, conversaciones picantes de sexo que se disipan en medio del silencio, mientras el monstruo se desplaza con naturalidad en medio del sonido de las cigarras. Pronto irá cepillándoselos a lo bestia, cabeza fuera del tronco o cualquier otra extremidad, no importa, no da tiempo ni a un triste grito. El muerto se lo toma con calma y se pasa todo el rato caminando y despacha hacia el otro barrio a la peña sin compasión y aprovecha sus ventajas de haberla palmado ya hace tiempo, pues se sumerge en un lago sin problemas de respiración bajo el agua. Después de cargarse a todo quisque menos a una chica, están los putos cepos furtivos que lastrarán la huida de la única superviviente.  En fin, demasiada oscuridad y un macabro terror siempre contenido. Tarda en llegar el pánico tan esperado, pero cuando llegan da cierto asco. Los descuartizamientos humanos de los cadáveres se van haciendo más sanguinario y la motosierra de Kruger se queda muy lejos. Nada, carnicería de trozos humanos y sangre, mucha sangre.