Los colonos

 

"Los colonos" de Felipe Gálvez Haberle ( usa primeros planos de los ojos de los caballos como una humanización de la bestia junto a los humanos que actúan como bestias) se sitúa a primeros del siglo pasado en Tierra de Fuego chilena. 

Ya en su inicio se avecina un enfrentamiento entre patrón y trabajadores. Allí, el ser humano está para trabajar y ser explotado. En el caso de un accidente, aunque sea laboral, eso no importa lo más mínimo, en ese lugar apartado, no se hará otra cosa que quitarse de en medio al herido. Así, si en un estiramientos de cables alguien se deja un brazo está condenado a que el patrón le suelte dos tiros en la cabeza y fuera lastre. La esclavitud está vigente en todo el Globo, los trabajadores son animales de carga, se encuentran en ese lugar para trabajar a marchas forzadas en construcción del rancho del amo. 

El dueño no permite que los indios merodeen en sus tierras y puedan zamparse una de sus ovejas. Por eso, proyecta una expedición de varios días para limpiar los caminos de seres que se interpongan en sus propiedades. En ese viaje de expedición de tres colonos, inglés, mexicano y mestizo, se enfrentarán a nuevos retos.

 

Finalmente, el plan está en encontrar a los indios y liquidarlos a todos puesto que se encuentran en territorio prohibido. Nada nuevo en el panorama del Western.

Título original Los colonos

Año                2023

Duración        97 minutos

País               Chile

Dirección       Felipe Gálvez Haberle

Guion             Felipe Gálvez Haberle

                       Antonia Giraldi

Música           Harry Allouche

Fotografía      Simone D'Arcangelo

Reparto          Alfredo Castro, Mark Stanley,

                       Camilo Arancibia, Luis Machín,

                        Benjamín Westfall, 

                        Marcelo Alonso, Mariano Llinás.      

En ese lugar inhóspito donde el viento sopla violentamente van una avanzadilla de hombres para ajusticiar y liquidar todo aquel que se tropiece en las posesiones de su amo. Salen en la expedición el capataz, el mexicano de confianza del jefe y el colono que mejor dispara bien con el rifle y es seleccionado para la expedición. Marchan por el desierto con la intención de abrir el paso a las ovejas y cargarse a los indios si interceden en el camino. Se encuentran con un grupo de argentinos tirando la línea de las fronteras entre Argentina y Chile. Disputan sin tregua a ver quien es más bravo luchando como animales, a puñetazo limpio. En ese intercambio de conversación, el ingeniero de los límites les acusa de ser unos caciques que se ocupan del terreno porque llevan tres días cabalgando y toda esa tierra es de un cacique que no se preocupa por sus hombres. No les preocupa lo más mínimo las personas que tiene a su mando y las mantiene clavando vallas sin parar en vez de enviarlas a la universidad y que se cultiven en la cultura. Así las cosas, ellos siguen su camino, pues este personal no es destino. La trama discurre en esa relación entre el capataz inglés y violento  con el mestizo indio y el mexicano de por medio. El británico es un maldito borracho que  no atiende más que a la empuñadura de su pistola para solucionar cualquier desavenencia con el mexicano mediante un tiro o al menos la amenaza con la pistola en el aire. Como siempre, los indios pacíficos en su tienda de campaña tan tranquilos ellos deber ser exterminados. Se ha producido una masacre al amanecer sin oposición alguna. No es suficiente con el escarmiento de matarlos, sino que después se "follan" a las mujeres muertas.Sin embargo, en esa travesía hacia la muerte, ellos no son los más violentos del paraje y se encuentran con personal que está diez veces más tarados que ellos y les dan por el culo si no los han asesinado antes. Pasados los años, llega a la zona el enviado del estado con la intención de mentir de las masacres sucedidas años atrás, pero los antiguos amos niegan esas matanzas y las achacan a enfermedades y otras excusas. Sin embargo el enviado del Estadio comenta que "basta ya de lana manchada con sangre humana", en referencia a las masacres. En definitiva, quieren maquillar los asesinatos de los pobres indígenas de años pasados con unas fotos a unos colonos sobrevivientes para maquillar los hechos con mentiras y dar una visión buena de lo ocurrido en el pasado: guapos, los supervivientes, el mestizo y su compañera y dan una versión falsa a los periódicos. Otro genocidio.