lunes, 23 de septiembre de 2024

Calladita



La primera imagen ya es una propuesta de intenciones para mostrar un cine social de aquellos que realizan trabajos de empleada de hogar frente a los señores. La chica, interpretada por Paula Grimaldo, de la limpieza,




 de origen hispanoamericana, de Colombia, que limpia una cristalera enorme que da a una imagen de una playa con apartamentos. Ella por fuera con el limpiacristales remueve el trapo para darle brillo a la imagen afrodisiaca de la playa en la costa catalana. La clase social diferenciada se ve desde el inicio en cuanto la señora, interpretado por Ariadna Gil, 




sentada a la mesa junto a su familia de pijos hace sonar una campanita para que aparezca la criada en acción para que recoja los platos u otra acción propia de la sirvienta. El trato hacia ella es muy amable, empezando por el padre, interpretado por Luis Bermejo,




cordial, con exceso de educación que encubre las puñaladas interiores; y le sigue sus hijos, excesivamente correctos, pero detrás, en el interior subyace el armazón infranqueable de las clases sociales. Hablamos de "Calladita" de Miguel Faus, largo que se expandió del corto que rodó anteriormente con el mismo nombre. En esas diferencias sociales y sus reuniones asoma el tufillo racista. La película resultaría plana de no ser por un cambio brusco que se da hacia el final. Esta evolución de la prisionera pobre hacia el campo de los ricos, se podría comparar con "Parásitos" de de Bong Joon-ho, salvando las diferencias sin llegar a ese final tan sangriento, por la necesidad de comerle el terreno a los que ostentan y acaparan para sí todo el lujo. 




En fin, esa es la intención constantemente, con buenos modales, se intenta recalcar las diferencias sociales entre la familia y la sirvienta. Pero siempre hay un modo de dar un sablazo a la mafia. Ya.

Título original Calladita

Año                 2023

Duración         92 minutos

País                España

Dirección        Miguel Faus

Guion             Miguel Faus

Música           Paula Olaz

Fotografía      Antonio Galisteo

Reparto         Paula Grimaldo, Adriana Gil,

                      Pol Hermoso, Violeta Rodríguez,

                      Luis Bermejo, Eduard Torres,

                       Nany Tovar, Víctor Rebull,

                       Álvaro Maisors, Jesús Rubio,

                       Alejo de Soler, Ayoub El Hilali.




La película pretende resaltar las diferencias sociales entre la chica del servicio que se encarga de la limpieza y la señora que está en otro estatus social y por tanto lleva la voz cantante. La criada es una joven que se dedica a mantener la casa de los señores en perfecto estado y su función es la de ver, callar y que todo esté en orden. Así, de inicio sabemos las posiciones delimitados de todos sus componentes y esperamos el conflicto por esas diferencias. El primero, si se acerca un gato y le da de comer, pues no debe hacerlo y se encara a él, pero le dice que  mañana tenemos veinte dentro del jardín y nos lo ponen todo perdido. Le entrega veneno ara que lo escampe por el jardín. Seguirán las imágenes que marcan el contraste, mientras ella plancha, la hija del dueño se tuesta al sol de cara a la piscina; mientras ella va de uniforme riguroso, los hijos campan en su casa ligeros de ropa o en pelotas directamente, frente a ella que debe guardar las composturas. La sirvienta de la casa aguanta estoicamente las bromas de los componentes de la familia, el hijo, a veces, se lleva a su casa a  la tropa de amigos para hacer botellón mientras sus padres están fuera, que también le mandan y le ordenan cualquier capricho que se les pase por la cabeza. Los comentarios, entre ellos, no dejan de ser vejatorios y discriminatorios, en la misma línea de sus padres.  El conflicto llega en el momento en que ella se entera de que los famosos papeles, la documentación de estancia en el país, no van a estar en el tiempo que esperaba y esto le produce una cierta ansiedad, porque necesita una legalidad y mantiene contacto con su país porque mantiene a su familia. La sirvienta, por su juventud, necesita salir del batín de la limpieza. Se va de farra con otra compañera y el desmadre hacia el campo de los ricos es un hecho. Así pues, el siguiente paso consiste en, cuando se han marchado todos, apoderarse de la casa y disfrutar como lo hacen ellos. Sin embargo, esto no es de su condición y la descubren con el siguiente chantaje por parte del hijo del dueño que quiere tirársela a cambio de unas cuantas migajas de pasta. En fin, ella decide salir de la cueva racista y tomarse su parte de dinero de los mafiosos y pirarse a otra parte.


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