viernes, 20 de septiembre de 2024

Longlegs




La talentosa detective del FBI Lee Harker, interpretada por Maika Monroe ( la joven acosada por un vecino en "El extraño" de Chloe Okuno),



 se le encarga una difícil misión: la de descubrir al asesino en serie que mata a discreción a las familias enteras en varias casas. Deja una nota con unas letras indescifrables, pero lo único que se entiende es que al final siempre firma con la palabra "Longlegs". Ese es el nombre de la película del director Oz Perkins donde una policía, un tanto extraña, recién incorporada al cuerpo y con una misión cumplida con éxito debe dar con el sádico asesino. 




Su capacidad de acierto está fuera de toda duda y las pruebas de inteligencia lo indican, por eso, pese a su inexperiencia se le asigna este caso peligroso. El detective en jefe, frente al panel de las fotografías de las pruebas de los asesinatos, va confesando las peculiaridades o coincidencias de todos ellos y una de ellas es que se producen en el seno de familias numerosas y en un día en concreto. A partir de aquí debe meterse de lleno en el caso criminal. Detrás de todos los crímenes está el psicópata diabólico llamado Longlegs, interpretado por un irreconocible Nicolas Cage que más bien parece el mismo Joker.



 En fin, la historia avanza siguiendo a la joven detective junto a una tonalidad ocre o marrones en la paleta que le da carácter de intriga policiaca. Eso, otra versión satánica a la vista con un final sangriento. 

Título original Longlegs

Año                2024

Duración        101 minutos

País                Estados Unidos

Dirección        Osgood Perkins

Guion              Osgood Perkins

Fotografía       Andrés Arochi

Reparto          Maika Monroe, Alicia Witt,

                       Nicolas Cage, Dakota Daulby.

                       Blair Underwood,  Michelle Cyr

                       Vanessa Walsh, Anita Wittenberg,

                        Rryla Mcintosh.





La joven detective tiene un olfato excelente para concentrarse y adivinar el peligro. Se queda clavada en el suelo, como ida, pensando el momento exacto de actuar. No hace caso de las consignas, sino que sigue su propia intuición. Ella se hace cargo, por su capacidad intuitiva, de echar mano al asesino en serie. La investigación avanza y, con las pruebas en la mano, todos los asesinatos se han producido con un arma de dentro de la casa, lo que quiere decir que el asesino está dentro de ella o parece que incluso puede ser un conocido de la familia. En cambio, da la sensación que nunca ha  estado dentro del seno familiar, pero por el contrario ha dejado allí su carta con la firma. Todo ello genera contradicciones extrañas. Parece que sea magia o incluso, con sorna, su jefe le dice que acaso es Charles Manson el asesino en grupo. Solo mantienen una cosa en común, su firma y su nombre Longlegs que es de quien hablan. El jefazo que está medio borracho en una fiesta de intercambio y lo lleva a su casa en su coche. Luego, quiere que vea a su familia. No disimula en decir que su compañera es policía y muestra el "pistolón" colgado a la cintura ante su familia. No disimula ante los suyos su poderío. Ella impasible delante de su mujer y su hija. Ésta entabla conversación con la agente que se ve ciertamente forzada a relacionarse con la adolescente del jefe. Así las cosas, se ha metido de lleno en la investigación y el asesino lo sabe y va a por ella. Ahora intenta descifrar el jeroglífico de notas y fechas de los asesinatos. Toda parece que le lleva a una especie de diablo que mantiene un parentesco con ella. Sin embargo, las claves las encontrará en la casa de su madre y resulta que ella, de pequeña, también sufrió un ataque de la misma persona y por ello estuvo ingresada. Su madre sufre alguna enfermedad a partir de un hecho horrible que aconteció con el asesino y mantuvieron un pacto diabólico. En la casa de su madre encuentra una foto del criminal y es detenido. Sin embargo, el triángulo diabólico no está completo y el día trece que es hoy se producirá una masacre. Eso con el asesino dentro de la trena. Pero, hay que esperar a que se produzca el exterminio. Finalmente, se desenmascaran los crímenes echándole la culpa al diablo que por medio de unas muñecas hipnotizaba a las familias que se destruían entre ellos. Pues eso: un tema diabólico cogido por los pelos y un desenlace sangriento, bueno.

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