La trama se ubica justo en el momento de la guerra Fría entre Rusia y Estados Unidos. Tras la devastadora Segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de la bomba atómica, se buscan otros entretenimientos multimillonarios como a ver quién se sube a la luna antes. Las grandes potencias se centran en ver cuál de las dos son más poderosas y como no quieren más miseria y muertes en la Tierra se lanzan al espacio. "Fly me to the moon" de Greg Berlanti incide de nuevo en esa atroz competencia por la conquista del espacio allá por el año 1957 del siglo pasado. Se sitúan en ese lugar nuevo y experimental para ver quién llega a la Luna con cohetes tripulados por humanos. (Recientemente ha abordado el tema, en dibujos animados, Richard Linklater en su "Apolo 10 y medio una infancia espacial". Allí repasaba la infancia de un niño, posiblemente autobiografía del propio director, las costumbres y tradiciones norteamericanas de una familia media).
Aquí se inicia el relato con una voz en off que asegura que él estuvo allí y contará lo que sucedió para sacarse de encima cualquier bulo. Así, por mucho que creas que es ficción o un cuento chino, no es así y esto es la verdad.
La historia se centra en una publicista, interpretado por Scarlett Johansson, con su encanto hipnótico, con mucha mano para convencer al personal de su capacidad seductora. Así, en el inicio, se la pega a unos directivos de una empresa de automóviles para realizar la campaña publicitaria. Usa cualquier artimaña con tal de noquearlos. Sin embargo, se cruza en su camino un asesor del presidente, interpretado por Woody Harrelson, que la quiere contratar.
Así no le queda más remedio, una vez descubierta su falsedad y embuste, que hacer las maletas y seguir al tipo que la ha contratado en Florida. La ambientación, el vestuario, la música, todo está muy cuidado. Allí se topará con el jefe de operaciones, interpretado por Channing Tatum que le hará la vida imposible, pero ella siempre triunfará.
Comprobamos la estrategia del momento de la pisada en la luna, el alunizaje, que se debía grabar, aparte, en la Tierra, por si en la realidad no se producía, ya que a estas alturas no podían fracasar frente a los rusos y su público que estaba expectante y la cámara, instalada en la nave, no las tenían todas que funcionara. En fin, ese doble juego de la grabación de la pisada de la luna en la Tierra ha quedado en el subconsciente de mucho personal que todavía hoy no se creen que llegaran en la realidad.
Título original Fly Me to the Moon
Año 2024
Duración 132 minutos
País Estados Unidos
Dirección Greg Berlanti
Guion Rose Gilroy
Historia Keenan Flynn, Bill Kirstein
Música Daniel Pemberton
Fotografía Dariusz Wolski
Reparto Scarlett Johansson, Jim Rash,
Channing Tatum, Ray Romano,
Woody Harrelson, Anna Garcia,
Colin Woodell, Noah Robbins,
Donald Watkins, Nick Dillenburg,
Art Newkirk, Ashley Kings.
Las noticias reflejan en la tele las constantes del momento: J.F. Kennedy preocupado por ir a la luna, Nixon con los temas de la guerra de Vietnam. A la joven especialista en publicidad se le acerca en un bar un tipo raro que la conoce al dedillo de todos sus timos. Quiere ser trasparente con ella y contratarla porque considera que es la mejor en el tema publicitario, pero que se sepa que con él no puede haber engaño alguno. Le dice que se una a él y que se deje de autos, pues está liada con una marca importante, por mucho que le replique que la marca Ford no es cualquier cosa. Pronto se ve inmersa en un proyecto que no sabe por donde irán los tiros, pero algo tiene que ver con la NASA. El fracaso de los cohetes en el espacio es el motivo de su contratación y el lanzamiento publicitario sobre los cohetes es imprescindible. Ella y su secretaria emprenden el viaje cargadas de maletas que parecen venir del mismísimo pueblo. El jefazo, que por casualidad se ha cruzado con ella en un bar, de la misión del Apolo XI se encarga de sacarla a empujones de una zona restringida al personal y la coloca en una especie de almacén. Su papel ahí es el de darle publicidad al acontecimiento, la cual cosa no le gusta nada al mandamás. Su papel de promocionar la subida a la luna está reconocido y apoyado, por mucho que al tipo gruñón le siente como el culo, por las altas esferas políticas. La publicista, con ese apoyo incondicional se toma sus libertades de hacer lo que le dé la gana. Así, como no la ayudan en su trabajo de difusión, y los encargados del lanzamiento se niegan a participar ante las cámaras, contrata actores para sus entrevistas. Entonces los originales se quejan de que les suplanten su personalidad. Ella toma todo lo que está a su alrededor, si es necesario a unos ingenieros que le planten un cuadro en la pared en ese almacén de mierda que la han ubicado. Por lo tanto, la misión de la publicista es la de informar o maquillar las noticias de la forma que mejor queden ,pues es una información que sale en la tele todos los días y hay que buscar la manera de vestirla de la mejor forma que llegue bien empaquetada a los espectadores como un regalo. Y eso no lo va a parar el malcarado que quiere que la tiren de patitas a la calle, pues también ha conseguido un actor doble de él para que realice su papel de entrevistado como a ella le apetezca. Una vez limadas las asperezas con el jefazo y al darse cuenta de que Vietnam retransmite en directo y les quita protagonismo a ella. Ahora quiere pasar a la acción y retransmitir lo que sucede dentro de la NASA y la primera pisada en la Luna. Le propone colocar una cámara en el módulo lunar y que los espectadores estén pendientes de la subida y el momento de la llegada. Llegados a este punto, hay que proponer un plan B que le llega de parte del enlace de presidencia que le comunica que deben grabar una toma del momento de clavar la bandera en la Luna, pero en la tierra en un estudio que se emita en el mismo momento por si el original fracasa y tener a punto el falso para metérselo por los ojos a los espectadores. No puede ser un fracaso. Hace falta un director, contrata a su amigo, poco conocido que grabe la pisada en la Luna durante dos horas. Manos a la obra: han de construir un decorado apropiado, pero eso es cosa hecha. Finalmente, pese a las dificultades de grabación todo queda perfecto y se llega a un final con cierta gracia. Es una comedia entretenida y con cierto encanto.
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