miércoles, 4 de septiembre de 2024

Pájaros

 



"Pájaros" de Pau Durà ( actor de largo recorrido que ha sabido exprimir al máximo a sus colegas ) no habla en concreto de unas aves, sino que le sirve de metáfora para que  dos tipos se relacionen en una huida hacia ninguna parte. Caraduras, sin escrúpulos y a una edad que ya se las suda todo emprenden una ruta incierta. Uno, un tipo vividor que le gusta el juego y trapichear con la droga,




interpretado por  Javier Gutiérrez,  trabaja en una gasolinera y llega tarde al curro porque no le importa nada ese medio de esclavitud y mantiene broncas diarias, por llegar tarde, con el chico que sustituye; dos, un tipo desorientado, interpretado por Luis Zahera,  que aparece por allí con el coche a trompicones. No se sabe nada de su procedencia, solo una primera toma con unos prismáticos mirando el vuelo de unos pajarracos.

 



Dice que se va a ver grullas a la Costa Brava ( están en el Cabañal en Valencia), de ahí a Italia, Rumanía para cruzar toda Europa. Así, estamos ante una "road movie" al uso de dos "pájaros" que chocarán entre sí en ese viaje. En ese trayecto, mientras uno es un parlanchín, el otro un vividor del juego, cachondo que no calla nunca y puede encontrar el amor cerca, en ese trayecto




( interpretado por Teresa Saponangelo), frente al taciturno que va detrás del coche con cara de mala leche, al mismo tiempo se zampa una tableta de pastillas médicas. El encanto radica en el trato y la amistad que alcanzan esos dos tipos tan dispares que se conocen a través del tiempo que pasan juntos. En definitiva, no importa tanto la dirección donde van, ni el motivo, sino la la relación de amistad que acaban teniendo entre los dos en medio de sus crisis que les persigue a una edad que ya poco se puede esperar, pero en esa ruta puede brotar el cariño e incluso el amor.

Título original Pájaros

Año                 2024

Duración         100 minutos

País                 España

Dirección         Pau Durà

Guion              Pau Durà, Ana M. Peiró

Música             Magalí Datzira

Fotografía        David Omedes

Reparto            Luis Zahera, Javier Gutiérrez,

                         Teresa Saponangelo, Edgar Moreno,

                          Diana Cavallioti, Florin Kevorkian,

                          Sophie Heideker, Denys Khabryk





Ese tío que está más "pallá" que para otro sitio, llega a la gasolinera chocando contra las paredes y le pide al currito de a pie que lo lleve en el coche a la Costa Brava que él no puede. Asegura que le pagará bien. En eso que tiene una llamada que lo agobia en exceso, está en tratos de separación,  y ya no se lo piensa dos veces y se larga en el coche de ese colgado que acaba de llegar. Es una manera de escapar de su vida que le aprieta el cuello, dejarlo todo y embarcarse con el primero que llega. No lo conoce y el aspecto no invita para acompañarlo, pero es mejor que quedarse. Como coño le dará  un educación sana a su hijo, cuando él es un crápula que juega a las cartas y trapichea con droga. No es extraño que su mujer encuentre el amor en otra parte y lo deje colgado con la intención de divorciarse. Así, por muy colgado que esté el jeta que acaba de llegar, no duda, unos segundos se toma en pensárselo y en montarse en el coche del colgado para escapar de su vida. Parece que el tipo raro está  cargado de pasta. No confía nada en él, pero pilla el volante entre las manos y emprende la aventura. En ese trayecto, mientras que el compañero se mete pastillas por un tubo para salvar su jaqueca o estrés después de un accidente bestia y sabe Dios qué más cosas, el caradura  no desaprovecha el tiempo y a las primeras de cambio se echa un ligue que acabará en polvo. Mientras, el otro está afectado de un accidente que tuvo en el pasado y pretende cobrar una indemnización o entregar un dinero a alguien que en su día afectó y ahora quiere rendir cuentas. Contrasta el hermetismo de uno con el comportamiento dicharachero del otro. Son dos polos opuestos que se complementan. El viaje se prolonga varios días con el fin de llegar hasta esa mujer enigmática que ha formado una nueva familia, pero no pasará la frontera familiar. Ya es suficiente.  Finalmente, como la grulla que se sostiene de un hierro de un mirador, ellos han volado como pájaros en busca de no se sabe qué y algo han encontrado por el camino: una vía hacia la amistad. 

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