lunes, 16 de septiembre de 2024

Los peores



"Los peores" de Lise Akoka y Romane Gueret se inicia con un casting a unos adolescentes. Frente a la cámara, el entrevistador, el director de la peli encarnado por el actor Johan Heldenbegh, lanza las preguntas incisivas a los adolescentes:  "por qué se peleaba en el patio con una compañero"; responde, "quería pelea"; otra, "te has separado de tu no vio", "no era mi novio, además me tenía prisionera, no me dejaba hacer nada"; otra, "habéis elegido a los más malos"




El director: "no, queremos que se metan en el papel que tenemos para ellos, con un comportamiento natural que expresen sus emociones". En esas caras no irradia felicidad, sino resentimiento y maldad por una condición social diferente a los demás. Así, la excusa de la película no es otra cosa que contar la vida precaria de estos  adolescentes. El mecanismo de la grabación consistirá en encontrar su propia  realidad, como sea. Si hace falta se les provoca para que lleguen a las manos. Por lo tanto, en muchos momentos, nos desvelará la mentira de las cintas manipuladas en exceso. como ocurre, por ejemplo, en un régimen totalitario de un país donde, con su propaganda, quieren mostrar todo lo bueno de esa dictadura, pero obviando las desigualdades y la opresión. Así pues, aquí nos muestra cómo se monta una película maniquea y las dificultades de grabación con actores no profesionales, los cuales pretenden emular a los actores y entonces pierde la frescura que quiere encontrar el director.




 En fin, el rodaje de la película busca con todos sus medios la realidad de los jóvenes marginados, pero por medio de la provocación y en cierta manera distorsionada. En la ficción se intenta seguir un guion donde se resalte todo lo peor de sus vidas, en cambio en la realidad hay lugar para pequeñas alegrías. Se sigue con cierto interés, pero se desinflan las ganas de seguir conforme avanza.

Título original Les pires

Año                 2022

Duración         96 minutos

País                 Francia

Dirección         Lise Akoka, Romane Gueret

Guion              Idem y Elenore Gurrey

Música             Sebastien Pan

Fotografía        Eric Dumont

Reparto            Mallory Wanecques, Loic Pech,

                         Timeo Mahaut, Johan Heldenbergh,

                         Matthias Jacquin, Dominique Front,

                         Melina Vanderplancke,

                         Esther Archambault,

                         Angelique Gernez.







Los adolescentes elegidos, en principio, para realizar una película tienen unas vidas sociales complejas. Residen en casas de acogida, porque no tienen padres o los han abandonado. Esto les produce una situación de desventaja sobre el resto. Se sienten acosados por el mundo y su comportamiento no tiene otro fin que el de llamar la atención de los otros, los que disponen de un cierto acomodo social. Así, su comportamiento siempre será violento y de buscar el enfrentamiento. La historia sigue la trama de la grabación chunga de una película, allí donde hay un resalte que pueda dar sensación de precariedad, pues lo filman. Es cuestión de sacar todo aquello que afee aun más la condición de abandono social. Por eso, las imágenes son un tanto perniciosas en mostrar la pobreza hasta el punto más álgido. Por ejemplo, una adolescente con barriga de embarazada de plástico artificial o pasar con la bicicleta por un lugar donde las paredes están hechas polvo. Así, los adolescentes que ensayan la forma de comportarse y de decir el papel asignado hay diferencias, pues ellos mismos no son así. Se pueden poner muy burros en un determinado momento por su situación, pero no es un estado permanente, así que les cuesta interpretar un personaje que se aleja de ellos mismos. Así las cosas, el guion no sirve para que las tomas salgan reales y con un punto de veracidad. El director los incita para que sean ellos mismos y quede auténtica la grabación. Pero hay una pega, si sale real y se enzarzan en una pelea auténtica, entonces si se graba  la secuencia guay, se desatiende el conflicto y no es ético, pero, por el contrario si se para y los separan y se pierde la veracidad de la toma. Se supone que ruedan con actores no profesionales, adolescentes que sufren eso que quieren contar, pero a la hora de rodar les cuesta hacer de ellos mismos. En otro plano, se suceden las disputas entre los jóvenes del pueblo que no han entrado en la peli y se ven discriminados y atacan a los elegidos como actores para soltar toda su rabia. Finalmente, la grabación ahonda más en las miserias y las calamidades de esos desgraciados donde hay ciertas conexiones con la realidad. Esa ficción filmada recalca los aspectos violentos sin salida ni tolerancia por parte de nadie. Pero esa realidad grabada no muestra toda la verdad, porque comprobamos que que no todo es tristeza y que hay un rayo de de alegría y esperanza al final del túnel.






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